Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
En Efectivo. Gracias
al efecto mediático y a algunos influenciadores en redes sociales, el
venezolano pasó de esperar una invasión militar extranjera, a un resultado de
las elecciones de EEUU. La actividad política de la mayoría de la dirigencia, ahora está atada, a lo que suceda en noviembre, con el nuevo
inquilino de la Casa Blanca.
Un sector apuesta a que, si
Donald Trump resulta el elegido, se concretará la invasión militar extranjera,
o una “operación quirúrgica”. Los mismos aseguran que si gana Joe Biden, entonces
el “socialismo” se instaurará en ese país, dando apoyo a Nicolás Maduro.
La realidad de Maduro
Lamentablemente el venezolano ha
caído bajo el influjo de los “memes”, como sus principales referencias
informativas. La realidad es que el régimen de Nicolás Maduro, no está en
peligro real, gane quien gane esas elecciones. Sobre Maduro, persistirá la
presión hasta que ceda condiciones, tal como lo viene haciendo ya en el terreno
de la economía, con las reformas emprendidas.
La visión de Trump
Donald Trump llegó al poder en
EEUU, de la mano del sector petrolero. Una piedra angular de la economía
estadounidense, que ha sostenido diferencias con el sector tecnológico, el cual
apoya a los Demócratas. Trump rompió con las regulaciones energéticas llevadas
a cabo por sus adversarios, quienes han mantenido debates sobre el
calentamiento global.
En una visión desglobalizadora,
el presidente estadounidense considera que el enemigo de EEUU es China, y no
Rusia. Es por ello que ordena debilitar la OTAN, retirando tropas de Alemania,
para dar un respiro a Vladimir Putin. Busca alejar a los rusos de su relación
con China, promovida por Barack Obama, quien tuvo como vicepresidente a Joe
Biden.
La visión de Biden
Joe Biden sostiene una visión distinta. Para ese sector de la política norteamericana, el enemigo es Rusia y
China un potencial aliado. Biden estuvo con Obama, expandiendo la OTAN por
Europa, lo que produjo la reacción de Rusia. El ex vicepresidente
estadounidense, es más guerrerista que el propio Trump. Viene de esa generación
que consideraba que EEUU es “el policía del mundo”.
Lo anterior lo corrobora Collin Powell, el 12° presidente del Estado Mayor Conjunto durante la Guerra del Golfo.
Powell pide votar por Biden, pero es que ese sector fue el que dio captura a
Osama Bin Laden con una operación militar, lo que contrasta con Trump, que más
bien mantiene diálogos con Putin y Kim Jong-un.
Gane quien gane
¿Cómo incide lo anterior en la
realidad venezolana? Es muy simple, los principales aliados de Maduro, son
China y Rusia. Parte del debate en EEUU se ha desarrollado en establecer
alianzas, con uno u otro país, según el resultado electoral.
Si gana Trump, Maduro tiene el beneficio
de su alianza con Rusia, a través de la cual se podrían canalizar negociaciones.
Si gana Biden, entonces todo se orienta en su alianza con China. Las dos
situaciones no representan un peligro real para el régimen madurista.
La jugada norteamericana
Los norteamericanos han ganado un
gran pulso. Han logrado poner a raya a los partidos políticos que enfrentan a
Maduro. Divididos y hundidos en contradicciones, en una guerra de acusaciones
de corrupción, el sector amplio de la oposición llama a no participar en
elecciones.
Lo anterior ha dejado el camino
libre a los norteamericanos, quienes tienen a Maduro en una situación de presión,
acusado de violador de Derechos Humanos, de pertenecer a carteles de drogas, de
corrupción, desconocido por 50 países, con sanciones financieras y petroleras.
Lo que supone que esta presión obligaría al régimen madurista negociar su fin, con
pocas posibilidades de poner condiciones.
Reformista
Una nueva Asamblea Nacional (AN),
resulta útil para los fines de China y Rusia, países que la reconocerán y que
usarán el instrumento para ejercer presión. China aspira seguir avanzando en su
control de materias primas en el mundo y Venezuela tiene suficiente. Rusia,
tiene intereses en el control de enormes yacimientos de petróleo, lo que
también persiguen los norteamericanos.
La próxima AN, reconocida o no, será
preponderante en los próximos años, de concretarse tal elección. La acción será
concentrada en un proceso de renegociación de deuda externa, deuda de Pdvsa y
privatizaciones. Aprobación de negocios con Rusia, sean reconocidos o no por
Occidente.
Maduro lleva adelante reformas,
que ha concretado en materia cambiaria, en la liberación de precios, en el
precio internacional de la gasolina. Dentro del PSUV se desarrolla una
corriente ortodoxa, que comienza a señalarlo de “reformista”. Una muestra de
ello, son las protestas de trabajadores petroleros chavistas, que enfrentaron
el paro petrolero de 2003, hoy chocan con el madurismo.
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