noviembre 2020 ~ En Efectivo

28 nov 2020

¿El G4 saltará al vacío?

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

 

En Efectivo. El colapso de una sociedad repercute en todos los sectores. En Venezuela, así como ha colapsado el Estado, también todos sus nexos internos. En este caso, la oposición venezolana no escapa al descalabro que ha sufrido este país y es que, agotados los recursos estratégicos, el derrumbe se comienza a materializar, la dirigencia luce desgastada y sin propuestas viables.

Juan Guaido

 

El chavismo tuvo como base para el control social y político, el control de cambios, el control de precios y dominio de sectores económicos. Una acción que produjo corrupción fuera de control y la destrucción de la economía. En 2018, con la peor hiperinflación del planeta, en 825.00%, insistir con esa política, lo único que hubiese producido es una situación de hambruna de tales dimensiones, que hoy Nicolás Maduro tal vez no estuviese en el poder.

“Huir hacia adelante”

Agotado el recurso de control social y llevando a la población al extremo de la ruina, un estallido del pueblo venezolano era altamente riesgoso para la supervivencia del madurismo. Nicolás Maduro, al borde del abismo tenía dos opciones, seguir “con la huida hacia adelante” o retroceder. Contra los pronósticos de la mayoría, el madurismo tuvo que girar, porque huir hacia adelante y continuar con lo mismo, era el salto al vacío. Maduro liberó el dólar y los precios, lo que se tradujo en una recuperación del desabastecimiento y eso le ha devuelto dos años más en el poder, con una reforma que pocos esperaban.

El salto al vacío

En un sector de la oposición política ocurre algo similar. El grupo político identificado como el G4, se ha quedado en una posición invariable y de manera ortodoxa intenta repetir fórmulas ya fracasadas, para sacar a Maduro del poder. Abstenerse como en 2005, solamente entregará la Asamblea Nacional al madurismo y promover una “consulta popular” que promete llevar a una salida del poder del madurismo, es quizá mucho más fantasioso que la gesta de la supuesta intervención militar extranjera.

Seguir con las mismas políticas que han conducido a una serie de fracasos, es “huir hacia adelante”. En términos políticos este sector de la oposición ha llegado al borde del abismo y por lo visto se prepara para saltar al vacío. 

19 nov 2020

El dólar: La única “institución” funcionando en Venezuela

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

 

En Efectivo. Actualmente Venezuela se encuentra en una situación de anarco-capitalismo. Se puede decir que solamente hay una “institución” funcionando en este país, en medio del caos generalizado. Esa “institución” es el dólar. Sí. La moneda norteamericana.


 

Si en una comunidad se cae un cable de alta tensión, los habitantes reúnen divisas y pagan a las cuadrillas de la empresa eléctrica, para que lleven a cabo la reparación. Para lograr una reconexión telefónica, también hay que pagar algunos dólares a los técnicos de la empresa estatal. Para tener patrullaje policial, se debe hacer aportes para comprar cauchos y baterías a las patrullas. Para obtener el gas a tiempo, para gozar de atención sanitaria, entre otras.

Cualquier trámite en Venezuela, en cualquier instancia pública, se logra fácilmente con el dólar. Es la llave que abre todas las puertas, la energía que agiliza todos los procesos. Debido al colapso de producción interna, el fracaso de las políticas estatistas del chavismo, la destrucción de la industria petrolera y la emisión de bolívares, la moneda nacional es rechazada por los venezolanos.

16 nov 2020

Con Biden en la Casa Blanca, el fantasma de Gadafi atormentará a Maduro

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

 

En Efectivo. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, no significa necesariamente un alivio para Nicolás Maduro. Pero si se entra a un terreno de disputa distinto. Hay que partir de lo básico y es que la política energética de los demócratas que llegan al poder es distinta y eso reconfigura todo. Biden volverá a llevar a EEUU al Acuerdo de París y esto tiene sus efectos en el tema petrolero global. 

Bajo la gestión de Barack Obama, se produjo la caída de Muamar el Gadafi. Obama estuvo en China, en 2014, en un evento mundial sobre el clima, allí ofrecía a los asiáticos, que el mundo debería dejar de usar petróleo pesado y extra pesado, por ser el más contaminante. A cambio ofrecía a los chinos, que compraran petróleo a EEUU, porque la producción de esquistos estaba en aumento, como efectivamente lo fue. Biden estaba allí.

 


La realidad energética

El esquisto va rumbo al fracaso porque el precio del crudo hace insostenible esa actividad, además el sector solamente ha producido deudas incobrables sobre los 200 mil millones de dólares. Con los efectos de la epidemia, la recesión global ha impactado a los productores. La guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, que llevó a cotizar el crudo en -25 dólares, también los ha golpeado. Los norteamericanos reportan cierre de plataformas y cese de inversiones, no tienen otra opción. 

Donald Trump y Vladimir Putin siempre mantuvieron un pacto tácito de que el crudo no podía bajar de 50 dólares, pero tampoco subir de 80 dólares. Pero eso en la realidad actual no es posible. 

Biden se consigue con un conflicto con Venezuela, país que tiene las reservas más grandes del mundo, pero una industria petrolera desmantelada. Aunque la promesa de Guyana y Surinam, de ser nuevos exportadores importantes está allí.

 

 

El problema es Rusia

Los demócratas querrán avanzar en el tema climático y eso hace poco atractivo el petróleo extra pesado venezolano, que Guyana y Surinam pueden sustituir. Pero al mismo tiempo EEUU podría ver derrumbarse su producción petrolera, al ser insostenible la producción de esquistos. Así que, en última instancia, la Faja del Orinoco, es una opción no descartable. 

También pesa enormemente, que desde la Casa Blanca habría un giro geopolítico, puesto que el sector demócrata que llega al poder acompañado de “halcones” militaristas y de vasta experiencia en invasiones, más que el petróleo venezolano, estarán interesados en romper la relación de Venezuela con Rusia.

 

Los “halcones”

Maduro tiene razones de temerle a Biden. Gadafi cayó con esta gente que llega al poder. Osama Bin Laden fue capturado por estos. La OTAN fue fortalecida por Obama para poner a Rusia límites en Europa y de paso, intentaron controlar buena parte del mercado petrolero mundial, como productores. 

Maduro tiene muy poco qué ofrecer. China se asoma como la potencia a ayudar a resolver las coyunturas que no pudieron las gestiones anteriores. Obviamente, pondrán sus intereses por encima. Biden podría aliviar las tensiones con los asiáticos y los rusos tendrán que seguir con esa alianza obligada con los chinos. Hay que recordar que las sanciones a Rusia las impuso Obama, con Biden como vicepresidente.

 

El fantasma de Gadafi

En principio se aproximan negociaciones importantes. Maduro ha entrado en una fase de reformas para evitar su caída. El camino que traía hubiese llevado a Venezuela a una situación mucho más extrema que en la que se encuentra. Biden podría ofrecer alivio de sanciones, a cambio de muestras para conducir a una transición negociada. 

El tema petrolero se mantiene en expectativas, más en las propuestas de realizar privatizaciones. Venezuela tiene una situación de impago de deuda y muchas sanciones no podrán ser levantadas, para evitar los embargos masivos, hasta empezar nuevos acuerdos. 

Se debe esperar cual será la respuesta de esta nueva administración de Washington, sobre la elección de una nueva Asamblea Nacional en Venezuela, actualmente catalogada como ilegal, por varios países. 

Se prevé un proceso de negociaciones para producir cambios interesantes en Venezuela, sin usar la fuerza, aunque Maduro debe tener siempre en mente, aquella imagen de Gadafi, cuando fue encontrado en un escondite. Con estos que son de esa línea llamada “los policías del mundo”, no es recomendable ponerse a jugar. Biden fue uno de los funcionarios norteamericanos que tuvo mucha firmeza para la intervención militar de Libia.

15 nov 2020

La emisión de dinero del BCV ya no le funciona a Maduro

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

En Efectivo. Una de las fuentes de financiamiento del Estado es la emisión de dinero desde el Banco Central de Venezuela (BCV). El gobierno de facto de Nicolás Maduro, ha perdido enormes ingresos, en medio de una recesión global, una epidemia, el descalabro institucional y empresarial por una gestión de gobierno equivocada y las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea.




En el último año, el BCV le ha agregado a la economía 277,1 billones de bolívares. Eso es 555,79% adicional a la cantidad de bolívares que había el año pasado. A pesar que la suma es astronómica y la proporción es casi seis veces más, eso no alcanza para nada.


Con ese mecanismo, al ser llevado a dólares, mes a mes, resulta en apenas 1,473 millones de dólares en un año. Si en Venezuela los trabajadores públicos, ganaran al menos 300 dólares el mes, ese monto solamente alcanzaría para pagar un mes de salarios. Si el BCV emitiera más dinero para generar más ingresos artificiales, la hiperinflación sería tan gigantesca que el mismo Estado se estaría autodestruyendo, aunque va en esa dirección.

La última fuente de financiamiento de Miraflores, prácticamente ha llegado a su fin, emitir bolívares. Mientras tanto, una buena parte de la sociedad venezolana, se desprende de esa economía que cada día se hunde, bajo el signo del bolívar y migra a las operaciones en divisas extranjeras, en una economía paralela. No están lejos nuevas reformas en materia monetaria, ya ni siquiera al Ejecutivo le funcionan los bolívares. El Estado colapsa junto con la moneda local.


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