octubre 2017 ~ En Efectivo

31 oct 2017

Hiperinflación y fantasma de impago de deuda amenazan fin de año

La administración Maduro pierde capacidad de seguir imprimiendo dinero y cambiará el cono monetario a un sistema de pago con celulares, lo que acelerará la hiperinflación, mientras en otro frente, se perdieron 1,7 mil millones de dólares en oro pignorado a un banco alemán por no pagar el préstamo, una señal de que viene el fantasma del impago de deuda

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

El pasado lunes, la prensa internacional daba cuenta de una noticia que pasó desapercibida, debido a la intensidad política que generó el acto de juramentación de gobernadores electos de la Unidad Democrática, ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Se trata de un cargamento de unas 16 toneladas de material antimotines, que debía ser despachado desde China y haría una escala en Islandia, en el país europeo no se dio permiso para el trámite, alegando que Venezuela es un país en el que se violan los Derechos Humanos (DDHH).

El comentario anterior se hace, porque la administración Maduro se prepara para situaciones caóticas, producto de la grave depresión económica que se está viviendo en el país y que será peor en las próximas semanas.

Hiperinflación se acelera
El fenómeno hiperinflacionario ya causa estragos en más de 70% de la población. La subida de precios que se viene experimentando, ha provocado que la inflación, según el indicador de la Asamblea Nacional, se ubique en 536% en el último año, mientras las estimaciones señalan revisiones que ubican el alza de precios hasta 1.240% al cierre de 2017.

Los rubros básicos se han disparado de precios. Los reportes en los abastos y comercios, es que cada semana que reciben reposición de cualquier tipo de mercadería, los rubros llegan con precios en alza entre 30% y 50%, sin que se detenga el proceso. Hay regiones como en el estado Vargas, en que un kilo de carne puede comprarse entre 70 mil y 90 mil bolívares, esto representa más de 20% del salario mínimo integral. A través de redes sociales, los usuarios reportan los escandalosos precios a los que llegan productos, como una margarina de tamaño grande en 20.600 bolívares, un enlatado de jamón endiablado grande en 25.000 bolívares. El queso blanco supera los 40.000 bolívares, mientras el jamón y el queso amarillo se ubican entre 60.000 y 100.000 bolívares, rubros imposibles de adquirir para el que tiene un salario mínimo.

El bolívar: un mensaje de texto
El Ejecutivo mantiene una estrategia de expansión monetaria, financiando el déficit estatal aumentando la oferta de dinero. Hasta septiembre de 2017, esta expansión había sido de 533,92% en el último año, que comparado con el desplome de la economía, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB), de al menos 8% según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se trata de una multiplicación de hasta seis veces la cantidad de dinero que había el año pasado. Dinero que es virtual, que en 93% no existe físicamente ya que se encuentra en cuentas bancarias de manera electrónica, lo que explica la falta de billetes para operaciones en efectivo en el país.

Maduro busca una salida a la crisis del efectivo, implementa a través de la Superintendencia de Bancos (Sudeban), un mecanismo de pagos usando teléfonos celulares. Y es que en vista de que la escasez de divisas y las pérdidas inherentes en el proceso de impresión de billetes, el Ejecutivo tiene grandes dificultades para seguir surtiendo el mercado monetario de dinero efectivo, por una parte, hacer un billete le cuesta al Estado, 0,30 dólares, que calculado al precio del dólar paralelo, cada unidad costaría 12.600 bolívares elaborarlo, lo que obligaría a que se emita billetes de 20.000, 50.000 y hasta 100.000 bolívares, que igual, rápidamente perderían su valor por la misma dinámica que se desarrolla, por otra, no tiene divisas suficientes para continuar con ese mecanismo.

Se crea entonces un sistema de pagos usando aplicaciones en teléfonos celulares inteligentes y se complementará con un sistema de pagos usando mensajes de texto. Esto prácticamente busca sustituir el uso de billetes, que ya el gobierno no tiene posibilidades de seguir emitiendo, es decir, se produce una suerte de cambio del cono monetario venezolano, que hace que el bolívar deje de ser una moneda común y corriente o un billete, sino un intangible mensaje entre teléfonos celulares. Lo anterior traerá como consecuencias, que la emisión de dinero se acelerará, el gobierno se ha “enviciado” haciéndolo durante años, trata de superar el obstáculo que se le presenta con el dinero efectivo y usará el mecanismo electrónico, que tendrá como trasfondo una emisión casi infinita de dinero por esa vía, ya que sólo sería asunto de que el Banco Central de Venezuela (BCV), emita certificados que le garantice a la banca los depósitos que haga a las cuentas estatales y de Pdvsa. Esto será la base de que la hiperinflación a la que hemos entrado, acelere de manera veloz, como quizá nunca se haya visto en países que han sufrido el fenómeno. El cambio del cono monetario, en la práctica, es un preludio, si se cita que el sandinismo en Nicaragua, seis meses antes de salir del gobierno, reselló los billetes porque no tenía dinero para seguir imprimiendo, colocando tres ceros adicionales a los especímenes que circulaban, con un sello de su banco central.

El fantasma del default
El otro asunto es la deuda. Entre octubre y noviembre Pdvsa debe pagar 3,5 mil millones de dólares que no dispone en su caja. Los activos de la estatal han estado mermando y la crisis del impago ya se asoma. Una muestra de lo que está por ocurrir se vio en la primera quincena de octubre, es que la administración Maduro dejó perder en Deutsche Bank, al menos 1,7 mil millones de dólares de oro que fue pignorado a ese banco. El reporte lo dio el diputado de la AN, Ángel Alvarado que tuvo conocimiento de la operación, indicó a la prensa que la administración Maduro dejó perder el contrato, por no tener con qué pagar el préstamo con oro en garantía. El vencimiento de ese contrato precede al pago de 3,5 mil millones de dólares, el banco alemán deberá devolver a Venezuela unos 400 millones de dólares debido a que podrá ejecutar el oro que tiene bajo su custodia.

Lo anterior se complementa con el retraso de pagos de unos 550 millones de dólares de intereses de deuda en el mismo mes de octubre, las autoridades venezolanas con conocimiento del tema sólo han dejado saber que se tienen prórrogas para estos pagos, sobre el oro perdido en el banco alemán, no hubo manera de que se negociara para rescatarlo, pese a que el banco insistió en buscar una renegociación que finalmente no se produjo.

Se avecina entonces una situación tormentosa en cuanto al pago de deuda, porque se vuelve a los escenarios anteriores, pero esta vez con una hiperinflación en desarrollo y acelerando rápido, es decir, con menos recursos y más problemas. La merma de divisas en caso de pago, hará que el dólar se siga disparando en su precio y la modalidad del nuevo dinero electrónico, emitido casi infinitamente, serán dos factores para que los precios no tengan un techo en lo sucesivo. La falta de divisas, profundizada si se pagan los bonos, complicará la casi nula importación de alimentos, los precios del dólar serán alcistas de manera sostenida y se hará mucho más difícil conseguir porque la mayoría no querrá vender su posición debido a la debacle generalizada del bolívar, o del cono monetario venezolano que comienza a usarse. Esta situación es propicia para que el acceso a los alimentos sea sumamente limitado con los actuales precios, generando más pobreza, presión e impacto en los sectores más vulnerables y abriendo posibilidades a protestas, motines y caos en las calles, lo que explica los nuevos pedidos de material antimotines. En caso de caer en impago, según las probabilidades de los principales bancos globales, en 99%, se entra en una situación más difícil, sobre todo para el gobierno, con efectos en aspectos fundamentales como el de la producción de alimentos y de gasolina. 27/10/2017

28 oct 2017

Por ahora... Nicolás es el preferido de rusos, europeos y norteamericanos


La discusión planteada por “pejoteros” y adecos, luego del evento de juramentación de gobernadores electos, ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ilegal, inconstitucional e írrita, así como la ola de catarsis en redes sociales virtuales, la otra vez anunciada muerte de la Unidad, el señalamiento contra Acción Democrática (AD), el planteamiento de crear una nueva alianza, en fin, todo lo que arrojó en materia de comentarios, el acto que presentó Delcy Rodríguez con los cuatro gobernadores, se reducen a nada, a un conflicto estéril, cuando se profundiza en la raíz de la crisis venezolana.

Esta crisis se ha mantenido por cuatro años, porque los factores extranjeros que apuestan por una Venezuela postrada, en ruina total, aun no logran un acuerdo de cómo se repartirán las riquezas de este país. Los norteamericanos llegaron primero y se adueñaron de las aguas del Esequibo, donde hay reservas petroleras y de gas, gigantescas. Los rusos, que tienen una labor de desestabilización de los intereses norteamericanos y han estado en Siria y han visto el asedio en Ucrania, han entrado al país a dar soporte a Nicolás Maduro, le envían trigo y le dan recursos a cambio de pozos petroleros, para que pague deuda. El objetivo de los rusos es quedarse con la Faja del Orinoco, ya que no pueden quedarse con Citgo en EEUU. Los europeos, también tienen sus intereses y a través de Cuba, han buscado participar en el reparto. Mientras en Venezuela, el chavomadurismo, ha hecho una labor encomendada, destruir las instituciones para postrar al país en la miseria y la pobreza generalizada.

Los rusos son los primeros interesados en destruir a la Unidad de los partidos políticos venezolanos, porque ese sería el primer paso para luego ir por la Asamblea Nacional (AN), que tanto vienen cuidando los norteamericanos y europeos, puesto que a los segundos les interesa que a pesar de la debacle, existan instituciones para reconstruir el país con demócratas y lograr así el proceso de explotación del Esequibo sin sobresaltos. Los rusos necesitan acabar con la AN, porque ésta es un obstáculo en el objetivo que tienen de apoderarse de la Faja del Orinoco, casi de manera gratuita. Montan operaciones de ataque, amedrentamiento y de división, junto a personeros del régimen que con sus gigantes recursos, tienen aliados en el exilio, que son usados, como “tontos útiles”. Es por eso que el único país que ha reconocido a la ANC, es Rusia.

Pero la división opositora, más allá de ser forjada como una estrategia rusa, es natural, producto de los mismos intereses extranjeros. Donald Trump ha dejado claro que su delfín en Venezuela es Leopoldo López, mientras los europeos se inclinan por Henrique Capriles, los rusos y cubanos, por Nicolás Maduro, el resto, no tiene padrinos en el exterior.

Lo ocurrido con las elecciones regionales, desde que el dirigente adeco, Henry Ramos Allup, anunció de manera unilateral que participaría, una vez que el régimen anunció que se celebrarían en octubre, tiene que ver con que ciertamente, ante la orfandad del partido blanco, al no tener respaldo extranjero, como lo tienen los otros más importantes de la Unidad, responde a la necesidad de lograr confrontar y establecerse en espacios políticos para una base que permitiera dar soporte político, a quien quizá es el único que ha comprendido el asunto geopolítico en que Venezuela se ha convertido, para el mundo hoy día. Buscaba una posición de fuerza, es lo que puede interpretarse.

Si Henry Ramos Allup, hubiese coronado al menos 10 gobernaciones con los candidatos de AD, y algunas otras gobernaciones de otros partidos, el gobierno hubiese tenido poca fuerza para obligar el bochornoso acto de la ANC y la comunidad internacional hubiese ejercido presión. Pero hay que tener presente el tema petrolero en todo esto. Para eso se debe recordar en la historia que AD ha sido un partido incómodo a las petroleras extranjeras, con el 50 y 50, y el primer contrato colectivo petrolero, ambas acciones por Rómulo Betancourt, luego con la nacionalización del petróleo, con Carlos Andrés Pérez. La realidad es que el secretario general de AD, no es de agrado, no solo de la petrolera rusa que acecha la Faja, Rosfnet, sino de Exxon Mobil, para los petroleros, los gobiernos adecos significan, costos más altos de operaciones, ha sido así en la historia conocida, porque deben pagar regalías, impuestos, etcétera.

En las elecciones regionales, entendidas como una plataforma para que Ramos Allup saltara a la candidatura presidencial, en ocho estados, sencillamente los demás partidos políticos de la alianza, que tienen su influencia norteamericana y europea, no hicieron el trabajo electoral y no les interesó finalmente ganar una gobernación, como se demostró con el caso del estado Zulia, según lo ocurrido, luego del desaguisado con la juramentación de la ANC. Antes de la elección, la Unidad ya estaba dañada y fue demostrado por Capriles y otros voceros con sus condenas a los gobernadores que fueron a juramentarse ante la ANC, sea esto un error o no, según quien lo juzgue.

Mientras Nicolás garantice el avance de los rusos y no tome acciones contra Exxon Mobil en el Esequibo, este hecho lo convierte en el favorito circunstancial de Rusia y EEUU, en su conflicto por recursos en Venezuela. Ya se demostró en 2013, como un nada preparado Henrique Capriles, declaraba que “quitaría el petróleo a los países chulos del Caribe”, como parte de su oferta electoral para ser Presidente, lo que le valió la antipatía de los norteamericanos, y al día siguiente, el para entonces, jefe del Comando Sur, Jhon Kelly, declaraba que quien ganaría las elecciones en Venezuela, sería Nicolás Maduro. Si Capriles quitaba Petrocaribe, a EEUU le toca pagar mantener a los caribeños, es cuestión de recursos y dinero.

Llegará el día de la tensión, en que rusos, norteamericanos y europeos, decidan qué hacer con Venezuela, por lo menos hay una fecha que sirve de orientación, 2019, año para el cual Exxon Mobil tiene planificado invertir en Guyana unos 5 mil millones de dólares para iniciar la explotación, para entonces ya debería tener resulto el problema limítrofe y que en este país haya ya estabilización y democracia que garantice sus operaciones.


¡Ah! Olvidaba, los llamados “ultra radicales”, son y serán usados en ese propósito, luego desechados, puesto que muchos, son víctimas del financiamiento de capitales del chavosmadurismo, que apuestan a sobrevivir, destruyendo a la Unidad, a los partidos políticos.

21 oct 2017

Qué pasó con las elecciones regionales


De todo. Hubo de todo. Se debe comenzar por la ilegalidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), al no permitir la sustitución de candidatos de la Unidad, que hizo perder al menos 3% de votos, a los factores democráticos, porque desde un principio, no se permitió la sustitución de candidatos y cuando el ente electoral procedió a informarlo no había tiempo para cambios, por lo que las tarjetas de candidatos que declinaban a favor del ganador de las elecciones primarias, no pudieron cambiarse para que quedaran identificadas con el nombre y la foto del candidato de la Unidad.



Luego, el régimen, a última hora, realizó cambios de centros electorales, sin participación con tiempo, bajo la excusa de que había centros cerca de zonas donde hubo hace meses, protestas y enfrentamientos con cuerpos represivos. Esto produjo un golpe sicológico, que si bien ha habido gente predispuesta a no votar, motivaba a no hacerlo. De esa manera se perdió otro lote de votos.

Pero la clave está en las maquinarias y en el empleo de recursos de manera desigual. El régimen, que no ha tenido rubor en saquear al país, menos en usar los bienes públicos, contra partidos políticos que carecen de recursos propios. El CNE entregó credenciales a testigos probadamente oficialistas, para eso tienen sus bases de datos, sobre todo el registro del “carnet de la patria”, mientras a los testigos y miembros de mesa que no tienen filiación política conocida, les acreditaron muy tarde. La finalidad era la de controlar centros electoralmente con 100% de personal madurista.

Hay que hace un paréntesis acá. Las elecciones se tienen que ganar en las mesas, al régimen siempre la ha interesado tener control en algunos centros electorales, de esa forma, sin testigos, usan la máquina, en la cual votan por los electores que se abstienen y no han firmado el libro, en otros centros, la aberración es tal, que meten votos sin control algunos, sencillamente. Al emitir las actas, lo que sale de la máquina, es lo mismo que sale en el CNE en Caracas. Es así como se roban los votos.

¿Qué hacen? A los factores de la Unidad no les entregan credenciales a tiempo, mientras ellos van llenando la mayoría de las plazas en cargos principales, toman desde temprano los centros electorales y se aseguran tratar de tener 100% el control del centro, o al menos que sólo haya entre uno y tres demócratas, a los cuales amedrentan, roban y hasta compran en algunos casos, a los testigos demócratas los amenazan, con bandas motorizadas armadas que circulan durante todo el día, pagados también con recursos públicos, es en ese momento, cuando en centros electorales claves toman el control, que se comete el fraude. Por eso muchos centros electorales en sectores populares intrínsecos, bajo control oficialista, nunca pierde elecciones a favor de las bandas rojas.

Hasta ese punto, se trata de una guerra de testigos y miembros de mesa, en que valen son las maquinarias electorales, los cuadros electorales, la cantidad de recursos que usa cada sector. Una mesa en que el testigo de oposición, es dejado a su suerte, no recibe apoyo logístico, o protección a su integridad, será un centro electoral abandonado y propicio para el fraude.

Es un conjunto de acciones, todas violatorias de la Ley, si esto no se comprende en los equipos electorales de los partidos, como si se pudo entender cuando se hicieron las elecciones parlamentarias, los resultados serán muy adversos. En el caso de Táchira, Mérida, Zulia, Anzoátegui, Nueva Esparta, se hizo un gran trabajo de equipos electorales, no sólo votaron, sino que defendieron los votos.


Hay que sumar que hace falta los dos millones de personas que se han ido del país, que ha habido una campaña de promotores de la abstención, que el régimen juega suciamente en todos los terrenos. Que esto no detenga la lucha por Venezuela, la comunidad internacional sigue atenta y es la gran aliada.

Sin más remedio el oficialismo mete a Venezuela en la hiperinflación

Se trata de una situación que siendo un mal extremo para la sociedad, tal vez sea el factor que catalice la salida definitiva del poder del chavo-madurismo, no hay gobierno en el mundo que haya sobrevivido a una hiperinflación, salvo Zimbabue por condiciones especiales que no están dadas en Venezuela

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Venezuela está en las puertas de la hiperinflación, la reciente subida de precios, producto de que Pdvsa ha realizado pagos en bolívares a sus proveedores, estos se han volcado de inmediato a comprar dólares en los mercados no autorizados, así como la incertidumbre generada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), golpean los indicadores venezolanos en todos sus sectores, la población percibe como los precios se están duplicando cada semana, mientras la administración Maduro, sin recursos suficientes, con un país con su aparato productivo destrozado, sin ingresos, con sanciones económicas a personeros del gobierno, que afectan llevar adelante operaciones internacionales, con una guerra interna de facciones del PSUV, que no permite llegar a acuerdos para implementar medidas económicas correctivas y que la situación mejore, la economía da pasos agigantados para entrar en la hiperinflación, que según algunos expertos podría ser una de las peores registradas en la región.

Según el economista Asdrúbal Oliveros, en los últimos tres meses la subida intermensual de la inflación se ubica en 29,1%, según teorías económicas más usadas, al llegar a 50% mensual, durante 12 meses, se está técnicamente en hiperinflación.

Lo que vive el venezolano ya es algo similar a lo ocurrido en otras economías que han sufrido la hiperinflación, aunque este caso tiene la particularidad que los ingresos de los ciudadanos no aumentan según suben los precios, además la situación de desabastecimiento y caída de la producción interna, son un complemento que hacen la situación mucho más crítica y difícil.

En apenas un par de semanas, el precio de la carne saltó de 15 mil bolívares el kilogramo, hasta 40 mil bolívares. Se especula entre los consumidores que un cartón de huevos llegue a costar en pocos días al menos unos 100 mil bolívares y el precio de la harina de maíz, por kilo, en 30 mil bolívares. El precio de la ropa, los muebles, artículos electrónicos, teléfonos celulares, vehículos, son inaccesibles para una población cuyos ingresos no alcanzan a más de 80%, ni siquiera para comer. En Caracas se ven personas que viven a orillas del río Guaire, que mantienen como oficio, tamizar los residuos del río para conseguir joyas y piezas de valor que han caído por drenajes, personas que quedaron en pobreza crítica, que luego deben buscar en contenedores de basura, restos de alimentos de restaurantes, panaderías y abastos, para lograr alimentarse.

La crisis y el cambio político
La espiral alcista de precios, no se va a detener, llegará a extremos insospechados, mientras la población espera pacientemente la realización de elecciones regionales, que señalaría nuevos caminos y permitiría a la comunidad internacional, una vez conocidos los resultados, abrir una nueva fase de presión y negociaciones, para acelerar las elecciones presidenciales y terminar la crisis política de manera civilizada, produciendo un cambio en las estructuras de poder nacional y dar paso a un proceso de reconstrucción.

La subida de precios se estima en al menos 1.400% al finalizar 2017, según nuevas revisiones de distintos entes analistas y economistas del país. Aunque la realización de elecciones regionales, que según las estimaciones entregaría al menos entre 18 y 20 gobernaciones a los factores democráticos, podría permitir bajar la presión a la carrera alcista de precios, y del dólar paralelo, que es con el que a final de cuentas, la mayoría, incluyendo a factores del oficialismo, calculan sus costos operativos, sin embargo la incertidumbre nacional se mantendrá, mientras no haya medidas económicas que cambie esto.

Hasta ahora no hay una política económica para cambiar esta realidad. Mientras el madurismo y las facciones chavistas que le enfrentan internamente, sigan medrando de lo poco de la renta petrolera, al mantener el acceso a divisas preferenciales, un “negocio” de gigantescas ganancias para estos sectores, no habrá medida económica que se aplique, o que se acuerde entre los bastiones “rojos”, hay que recordar que quien ahora es candidato a la gobernación de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, siendo vicepresidente dijo públicamente que si se eliminaba el control de cambios, los tumbaban del gobierno. Ha sido imposible en lo interno de la administración Maduro que se decida qué hacer con la grave situación, que cada día se hace insostenible, les hace perder ingresos, por la misma inflación y no tienen manera de alcanzar negociaciones con los sectores productivos y políticos en Venezuela, para lograr algún consenso debido a las posturas radicales que existen en muchos sectores oficialistas.

El ámbito internacional mantiene cercado al oficialismo, la ola de sanciones a personeros del gobierno, cuestionados por corrupción, con fondos y bienes congelados en el extranjero, se ha extendido de lo personal a lo estatal, debido a que muchos funcionarios ya no pueden representar a la República, en negociaciones con factores extranjeros, si no existe la aprobación de la Asamblea Nacional (AN), a lo que se le denomina en el léxico común, “las sanciones” y los pesuvistas le llaman “el bloqueo” para efectos de propaganda política.

En medio de todo lo anterior, la administración Maduro sigue la misma dirección, emitiendo dinero y ahora viene a insertar nuevos elementos, que hacen del bolívar, una especie de moneda ya rara en el mundo. No sólo físicamente en la práctica casi no existe, sino que ahora pasará a ser un mensaje de texto. Ante la debacle de la liquidez, que paradójicamente mientras más aumenta, menos alcanza o menos disponible hay físicamente en los bancos, se asoma una propuesta de pagos con teléfonos, usando mensajes de texto, en esto quedaría reducida la moneda venezolana, en una especie de activo electrónico, soportado por las precarias telecomunicaciones que ahora tiene el país, una plataforma en crisis, que un mensaje de texto al ser enviado, llega al otro día, si hay señal buena.  

Crisis nunca vista
El desastre y el camino hacia una situación más compleja, que es decir demasiado, al tener conciencia de la actual, se acelera, al cerrar septiembre de este año, la liquidez monetaria (M2), indicador que permite saber hacia dónde se dirige la “política monetaria” de Maduro, ha cerrado con otra alza record, de 533,92%, es decir, se ha sextuplicado la cantidad de dinero circulante y a pesar que hay seis veces más, a los trabajadores venezolanos, les alcanza cada vez menos.


La M2 llegó a la cifra histórica de 42,3 billones de bolívares, mientras en septiembre del año pasado, era de 6,6 billones de bolívares. Al mismo tiempo las reservas internacionales, volvieron a sufrir otra caída anualizada de -17,49%, al cerrar en 9.929 millones de dólares. Es decir se mantiene la tendencia de aumento de oferta del dinero venezolano y grandes proporciones y una caída sostenida de las reservas internacionales con un promedio mensual de -20,17%. Toda esta situación ha hecho que los precios de los bienes y servicios se disparen como nunca se había visto en Venezuela, un país petrolero con hiperinflación, es tal vez una marca que no se verá nunca, sólo queda determinar qué tiempo durará la hiperinflación venezolana y si esta, producirá definitivamente el cambio político, tal como ha ocurrido en todos los países que han sufrido hiperinflación, aunque como señala el analista Asdrúbal Oliveros, no fue igual en el caso de Zimbabue. 21/10/2017

Así condujo Maduro a Venezuela a la hiperinflación

Los precios ya suben cada semana, en pocas, se verá como comienzan a subir todos los días, hasta que la hiperinflación sea totalmente insoportable

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

En el último año, el dólar se ha disparado 1240,70%, con una subida súbita, según la cotización en casas de cambio de Cúcuta, desde 1.219,73 bolívares en septiembre de 2016, hasta 16.352,94 en septiembre de este año. Aunque en el sitio web que algunos usan como referencia, Dolar Today, la cotización es más alta.

La subida responde a factores como el de la suspensión del referendo revocatorio, previsto para octubre del año pasado, que hizo saltar la cotización hasta 2.819,05 bolívares, con más de 100% de alza. Llegados los meses de marzo, abril, mayo y junio, en que se produjeron olas de protestas, saqueos, enfrentamientos en las calles, producto del malestar social y en contra de la decisión del oficialismo de eliminar poderes de la legítima Asamblea Nacional (AN), para mayo el precio avanzaba son clemencia hasta 5.729,17 bolívares.

El PSUV, en vista de que su poder comenzaba a ser cercado por la comunidad internacional, luego de producir más de 130 muertes violentas, por los enfrentamientos políticos, miles de heridos, decenas de miles de detenidos y más de 300 nuevos presos políticos, con tal convulsión, decidió convocar a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), pero saltándose la legalidad establecida en la Constitución, al no realizar un referendo consultivo previo que permitiera saber si el pueblo estaba de acuerdo o no, además realizó una elección, de la que dio cuenta de unos 8 millones de votos, mientras la empresa Smartmatic, propietaria del contrato para hacer elecciones, anunció en el extranjero que hubo fraude y a través de Reuters dejó saber que sólo había unos 3 millones de votos, movilizados.
Establecida la ANC, de tal manera, la desconfianza se profundizó y el dólar saltó a 7.153,85 al cierre de junio. Para Dolar Today el precio está sobre los 30 mil bolívares actualmente.

La incertidumbre, la nula confianza en el actual gobierno, la crisis política, la escasez de divisas, las acusaciones extranjeras por corrupción, que ha permitido congelar bienes mil millonarios en divisas en Estados Unidos, Canadá y próximamente en países de Europa, así como emitir sanciones contra los funcionarios corruptos del oficialismo, ahora, por el hecho de que mantienen cargos de poder, en áreas claves de las finanzas del país y Pdvsa, entorpecen cualquier posibilidad de que la República pueda tramitar nuevos créditos internacionales, renegociar la deuda que se vence y así dar un respiro a la economía, sigue incidiendo en que el precio del dólar sigue avanzando sin detenerse.

El marcador actual, que sirve para algunos economistas para determinar el precio de la paridad del bolívar, supera en promedio mensual una subida de 103,39%, que si esto se tomara como base para determinar a subida de precios, de muchos rubros que se venden a través de las fronteras venezolanas, al ingresar alimentos y otros bienes a precios dolarizados, se puede señalar que ya en ese caso se está en hiperinflación, luego que algunos académicos plantean que con 12 meses, con inflación intermensual en 50%, se puede decir que se está en hiperinflación.


Lo que se percibe en el mercado venezolano, es una abrupta subida de precios de todos los bienes, cada semana y se prevé que comience a ocurrir todos los días, Pdvsa ha estado pagando a proveedores en bolívares, los cuales de inmediato se vuelcan a demandar divisas, que junto a la profunda crisis y desconfianza del venezolano, hacen disparar el precio del dólar y este de todos los bienes, luego que Venezuela apenas produce 10% de lo que consume. 21/10/2017

14 oct 2017

Mercados en expectativas ante probable impago de deuda de Venezuela

Aunque fundamentados en la experiencia de que se ha pagado puntualmente, a pesar de la crisis que vive el país, los inversores temen ataques especulativos por Citgo

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Los mercados de deuda en la región se mantienen en expectativas, ante un posible desencadenamiento de una ola de ventas y alta volatilidad, debido a que se especula que Pdvsa podría tener retrasos para pagar los bonos de deuda que tienen que amortizarse el 27 de octubre, por un monto de más de 800 millones de dólares, de un total de 3,5 mil millones de dólares en lo que resta de año. También los del 2 de noviembre, por 1.100 millones de dólares.

El temor, según analistas de estos mercados, es que para esos títulos, 2017, no existe prórroga para los pagos, en caso de producirse un retraso, se encenderían las alarmas en los mercados, debido a que a pesar de la descomunal crisis que atraviesa Venezuela, el Ejecutivo, ha estado pagando deuda financiera y corporativa, venciendo las probabilidades y estimaciones de los comerciantes e inversores de que Venezuela caerá en impago de deuda, a cambio del sufrimiento de la población con la peor inflación del planeta, la escasez de bienes y una profunda recesión.

Aunque hace un par de semanas con un pago de unos 200 millones de dólares se produjo un retraso de casi una semana, en este caso había, según lo acordado en los contratos, prórroga para los pagos, lo que no produjo noticias negativas. El reporte se produjo, a lo que el ministro del Petróleo, Eulogio Del Pino, refutó al acusar al gobierno norteamericano por las sanciones contra la estatal Pdvsa, se escudó en decir que Citibank cerró las cuentas de Venezuela que permitía hacer las transferencias y pagos a los intermediarios para que estos paguen finalmente a los inversionistas, sin embargo Del Pino no aclaró que estas operaciones las hacen con bancos de menor calado en otros países, lo que les hace más costosas las operaciones y costos por transferencias de dinero.

Los inversores tienen claro que una vez que Pdvsa anuncie que ha procedido a pagar a los intermediarios, si se produce un retraso, sería de parte de estas empresas y no habría la debacle de noticias que serían las de indicar un impago de deuda, que podría desatar alarmas en muchas cotizaciones relacionadas con el sector energético en toda la región.


De producirse un impago de parte de la petrolera venezolana, los bonos que están por vencerse tienen garantía con acciones de la petrolera y refinería Citgo, una filial venezolana en Estados Unidos con más de 5 mil estaciones de servicio. El temor entre los inversores, es que existan especuladores que intenten mover los mercados de manera que se produzca el impago y actuar rápidamente sobre las acciones de Citgo, muchos inversionistas han señalado que han salido de los bonos actuales por el riesgo de pago, pero se han posesionado de los que vencen en 2020, apostando al impago para hacerse de la filial venezolana.

Viene otra dura prueba de pago de deuda / Por @alexvallenilla

El Ejecutivo tiene que pagar finalizando este año al menos unos 3 mil millones de dólares, no tiene liquidez para ello, si paga usando cualquier artilugio, la situación económica será mucho peor, si no paga, será igual.

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Entrado el mes de octubre, llega junto a noviembre otro ciclo de pagos de deuda soberana y corporativa de Venezuela y Pdvsa, respectivamente. Son casi 3 mil millones de dólares en ambos meses los que tiene que pagar la administración Maduro, la cual llega con grandes dificultades, siendo que la semana anterior, hubo retrasos para pagar intereses de la misma deuda, por apenas unos 200 millones de dólares.

El Ejecutivo viene arrastrando serias dificultades para lograr pagar la deuda soberana, que según estimaciones de analistas financieros y bancos privados, son al menos unos 9 mil millones de dólares al año en promedio, por lo menos hasta 2024. Tiene dificultades para lograr renegociar deuda que pudo haber negociado con respaldo de la Asamblea Nacional (AN), desde que fue electa en 2015, sin embargo factores radicalizados del PSUV, prefirieron al confrontación política, para tratar de eliminar al cuerpo colegiado, que ha tenido respaldo y reconocimiento internacional y que sigue en pie. Con la AN, mediante acuerdos y negociaciones, la administración Maduro pudo haber logrado que hubiese habido reestructuración del endeudamiento y esto hubiese tenido un efecto distinto en la economía, que hubiese evitado que llegue al extremo en que se encuentra, producto de la falta de divisas, caída del ingreso petrolero y de la producción interna.

Al contrario, la conflictividad y enfrentamiento político, que también ha tenido escenarios de violencia en las calles con la ola de protestas que se ha vivido desde 2014, han profundizado la incertidumbre económica, que ha disparado la inflación a cerca de 1.000%, ha disparado el dólar sobre los 25 mil bolívares, ha obligado al Ejecutivo a devaluar el bolívar en su marcador oficial, a recortar las “misiones sociales” y ha creado una depresión económica que tiene efectos en la población, la cual ha caído en una situación de hambre, con desnutrición de 70% de la población infantil, muerte por mengua en los hospitales públicos por falta de medicamentos, insumos, equipos y fuga del personal especializado, así como el colapso de los servicios públicos, sectores económicos productivos primarios, secundarios y terciarios. Los salarios no alcanzan para cubrir una canasta básica de unos 3 millones de bolívares, mientras los sueldos mínimos están en 325 mil bolívares al mes.

El caos económico ha sido creado porque la administración Maduro, mantiene una política de sostener con los ingresos petroleros, lo que llaman, “la revolución”, cuyos ingresos, en su totalidad, no logran cubrir, la demanda nacional de alimentos, sin tomar en cuenta el resto de gastos del gobierno y de la población.

Desde que asumió el poder, Nicolás Maduro, no ha dejado de sostener el envío de recursos a Cuba, que le genera un gasto a Venezuela de al menos 7 mil millones de dólares al año, por la vía de Petrocaribe y el convenio con los médicos cubanos. Maduro se ha visto obligado a recurrir a liquidar el patrimonio de los venezolanos, han vendido oro de las reservas internacionales y han esfumado lo que había encontrado, esta administración entró con 25 mil millones de dólares y actualmente tiene apenas 9,8 mil millones de dólares en reservas. Han recurrido a la venta de activos financieros, como la deuda de países que se benefician con Petrocaribe, dinero que deben a Venezuela, con liquidación con descuentos de más de 50%. Han pignorado oro monetario, volviendo a sacar gran parte del que Hugo Chávez había repatriado, han endeudado a Citgo, comprometida en 100% en préstamos casi imposibles de pagar en las actuales condiciones, han estado entregando pozos petroleros y campos a rusos, chinos e hindúes, a cambio de financiamiento, con alto costo, lograron hacer un canje de bonos que apenas alivió pagos en 2017, pero que siguen acumulados para 2018, 2019 y 2020, emitieron una deuda a final de 2016, todavía bajo la Ley de Endeudamiento de la anterior AN, todavía vigente hasta ese año. Actualmente es poco lo que tiene por hacer.

La AN actual, ha resistido los embates del oficialismo, que en el entendido de que éste debe establecer negociaciones y ceder en aspectos políticos, para lograr tener apoyo para renegociación de deuda, nuevas emisiones y reestructurar pagos, de modo que la población no viva los efectos de tal situación y que el gobierno tenga recursos, ha tenido que mantener la postura institucional, llevar adelante un proceso de restablecimiento de la legalidad, que el Ejecutivo no permite, amparado en un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que fue nombrado por la anterior AN, antes de entregar el poder. Este proceso ha tenido la participación de la comunidad internacional, la cual, vela por que el oficialismo respete la Constitución y se mantenga la vigencia de la AN.


El oficialismo entra en barrena. Actualmente algunos analistas señalan que se podrá pagar deuda estos meses, aunque con grandes dificultades, otros extranjeros, señalan que se caerá e impago de deuda. Hasta ahora el oficialismo, ha sometido al venezolano a sufrimientos extremos, para pagar deuda, es decir dirigir los pocos recursos que tiene, a cumplir compromisos financieros, sin tomar en cuenta que el sacrificado es 80% del pueblo, que atraviesa fuertes penurias en este momento. En todo caso, si logra pagar, las cuentas serán precarias mucho más para finales de año y principio de 2018, menos recursos para cubrir el gasto público, importaciones y demás, si no paga, entra en “default”, que sería otro aspecto que se suma a las sanciones impuestas ya a Pdvsa y a funcionarios estatales.

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