La discusión planteada por
“pejoteros” y adecos, luego del evento de juramentación de gobernadores
electos, ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ilegal,
inconstitucional e írrita, así como la ola de catarsis en redes sociales
virtuales, la otra vez anunciada muerte de la Unidad, el señalamiento contra
Acción Democrática (AD), el planteamiento de crear una nueva alianza, en fin,
todo lo que arrojó en materia de comentarios, el acto que presentó Delcy
Rodríguez con los cuatro gobernadores, se reducen a nada, a un conflicto
estéril, cuando se profundiza en la raíz de la crisis venezolana.
Esta crisis se ha mantenido
por cuatro años, porque los factores extranjeros que apuestan por una Venezuela
postrada, en ruina total, aun no logran un acuerdo de cómo se repartirán las
riquezas de este país. Los norteamericanos llegaron primero y se adueñaron de
las aguas del Esequibo, donde hay reservas petroleras y de gas, gigantescas.
Los rusos, que tienen una labor de desestabilización de los intereses
norteamericanos y han estado en Siria y han visto el asedio en Ucrania, han
entrado al país a dar soporte a Nicolás Maduro, le envían trigo y le dan
recursos a cambio de pozos petroleros, para que pague deuda. El objetivo de los
rusos es quedarse con la Faja del Orinoco, ya que no pueden quedarse con Citgo
en EEUU. Los europeos, también tienen sus intereses y a través de Cuba, han
buscado participar en el reparto. Mientras en Venezuela, el chavomadurismo, ha
hecho una labor encomendada, destruir las instituciones para postrar al país en
la miseria y la pobreza generalizada.
Los rusos son los primeros
interesados en destruir a la Unidad de los partidos políticos venezolanos,
porque ese sería el primer paso para luego ir por la Asamblea Nacional (AN),
que tanto vienen cuidando los norteamericanos y europeos, puesto que a los
segundos les interesa que a pesar de la debacle, existan instituciones para
reconstruir el país con demócratas y lograr así el proceso de explotación del
Esequibo sin sobresaltos. Los rusos necesitan acabar con la AN, porque ésta es
un obstáculo en el objetivo que tienen de apoderarse de la Faja del Orinoco,
casi de manera gratuita. Montan operaciones de ataque, amedrentamiento y de
división, junto a personeros del régimen que con sus gigantes recursos, tienen
aliados en el exilio, que son usados, como “tontos útiles”. Es por eso que el
único país que ha reconocido a la ANC, es Rusia.
Pero la división opositora,
más allá de ser forjada como una estrategia rusa, es natural, producto de los
mismos intereses extranjeros. Donald Trump ha dejado claro que su delfín en
Venezuela es Leopoldo López, mientras los europeos se inclinan por Henrique
Capriles, los rusos y cubanos, por Nicolás Maduro, el resto, no tiene padrinos
en el exterior.
Lo ocurrido con las
elecciones regionales, desde que el dirigente adeco, Henry Ramos Allup, anunció
de manera unilateral que participaría, una vez que el régimen anunció que se
celebrarían en octubre, tiene que ver con que ciertamente, ante la orfandad del
partido blanco, al no tener respaldo extranjero, como lo tienen los otros más
importantes de la Unidad, responde a la necesidad de lograr confrontar y
establecerse en espacios políticos para una base que permitiera dar soporte
político, a quien quizá es el único que ha comprendido el asunto geopolítico en
que Venezuela se ha convertido, para el mundo hoy día. Buscaba una posición de
fuerza, es lo que puede interpretarse.
Si Henry Ramos Allup,
hubiese coronado al menos 10 gobernaciones con los candidatos de AD, y algunas
otras gobernaciones de otros partidos, el gobierno hubiese tenido poca fuerza
para obligar el bochornoso acto de la ANC y la comunidad internacional hubiese
ejercido presión. Pero hay que tener presente el tema petrolero en todo esto.
Para eso se debe recordar en la historia que AD ha sido un partido incómodo a
las petroleras extranjeras, con el 50 y 50, y el primer contrato colectivo
petrolero, ambas acciones por Rómulo Betancourt, luego con la nacionalización
del petróleo, con Carlos Andrés Pérez. La realidad es que el secretario general
de AD, no es de agrado, no solo de la petrolera rusa que acecha la Faja,
Rosfnet, sino de Exxon Mobil, para los petroleros, los gobiernos adecos
significan, costos más altos de operaciones, ha sido así en la historia
conocida, porque deben pagar regalías, impuestos, etcétera.
En las elecciones
regionales, entendidas como una plataforma para que Ramos Allup saltara a la
candidatura presidencial, en ocho estados, sencillamente los demás partidos
políticos de la alianza, que tienen su influencia norteamericana y europea, no
hicieron el trabajo electoral y no les interesó finalmente ganar una
gobernación, como se demostró con el caso del estado Zulia, según lo ocurrido,
luego del desaguisado con la juramentación de la ANC. Antes de la elección, la
Unidad ya estaba dañada y fue demostrado por Capriles y otros voceros con sus
condenas a los gobernadores que fueron a juramentarse ante la ANC, sea esto un
error o no, según quien lo juzgue.
Mientras Nicolás garantice
el avance de los rusos y no tome acciones contra Exxon Mobil en el Esequibo,
este hecho lo convierte en el favorito circunstancial de Rusia y EEUU, en su
conflicto por recursos en Venezuela. Ya se demostró en 2013, como un nada
preparado Henrique Capriles, declaraba que “quitaría el petróleo a los países chulos
del Caribe”, como parte de su oferta electoral para ser Presidente, lo que le
valió la antipatía de los norteamericanos, y al día siguiente, el para
entonces, jefe del Comando Sur, Jhon Kelly, declaraba que quien ganaría las
elecciones en Venezuela, sería Nicolás Maduro. Si Capriles quitaba Petrocaribe,
a EEUU le toca pagar mantener a los caribeños, es cuestión de recursos y
dinero.
Llegará el día de la
tensión, en que rusos, norteamericanos y europeos, decidan qué hacer con
Venezuela, por lo menos hay una fecha que sirve de orientación, 2019, año para
el cual Exxon Mobil tiene planificado invertir en Guyana unos 5 mil millones de
dólares para iniciar la explotación, para entonces ya debería tener resulto el
problema limítrofe y que en este país haya ya estabilización y democracia que
garantice sus operaciones.
¡Ah! Olvidaba, los llamados
“ultra radicales”, son y serán usados en ese propósito, luego desechados,
puesto que muchos, son víctimas del financiamiento de capitales del
chavosmadurismo, que apuestan a sobrevivir, destruyendo a la Unidad, a los
partidos políticos.
No estoy muy segura de que este análisis esté acertado. El petróleo ya no tiene la importancia que le confiere Alex Vallenilla. Los intereses son otros
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