SI PAGAN O NO LOS BONOS DE OCTUBRE IGUAL QUEDAMOS
MAL
Por Alex
Vallenilla / CNP
16478 / @alexvallenilla
Todos los analistas apuntan que Maduro podrá
pagar los vencimientos de deuda que ocurrirán entre octubre y noviembre de
2014, unos de la República y otros de Pdvsa. Están en lo correcto, pero ¿Por
qué omiten lo que sigue?
Si Maduro logra pagar el endeudamiento que se
vence, no tendrá suficientes recursos para mantener el ritmo de importaciones
de alimentos, repuestos de carros, ropa, equipos, materiales, así de sencillo.
Otros aúpan la venta de Citgo. Si vendieran
Citgo, que no sería otra cosa que privatizar, tendrían algo de liquidez
nuevamente, pero eso sería pan para hoy y hambre para mañana, esos recursos
allí no durarían nada, a sabiendas que la caída ya es casi definitiva.
Maduro y su combo, tratarán de llegar a las
parlamentarias con algo de recursos. Suponiendo el pago del endeudamiento,
entonces llegaría a esas elecciones en condiciones paupérrimas en lo político,
porque la crisis económica en los ciudadanos sería catastrófica, siendo el año
2014 una verdadera “bonanza” al lado de 2015.
Por allí los precios del petróleo asoman su
caída, pendientes con eso. Ocurre entonces que los analistas económicos sólo
dicen si Maduro puede pagar o si no. Pero no desarrollan tesis de qué ocurriría
si paga o si no paga.
En caso de no pagar, y declarar el default,
el desastre es mayúsculo, el país entraría en la hiperinflación, la escasez de
bienes sería mucho peor que la actual, debido a que habría muchas restricciones
económicas, confiscaciones en el extranjero, podrían incluso detener
cargamentos de crudo que salgan de aguas nacionales. Eso sería desastroso para
el régimen y todo el país.
En caso de pagar, el régimen se evita la
acción extranjera, pero los efectos internos serían iguales, debido a que el
régimen quedaría sin recursos para seguir importando, profundizando la escasez
y recesión y desatando una furia inflacionaria indetenible, que dejaría a la
actual como un juego de niños.
Pudieran vender Citgo para cubrir el pago. En
caso de no poder venderla, pudieran emitir nuevo endeudamiento y pagar
intereses más altos, aumentando la gigantesca bola de nieve de pago de
intereses que ya acumula la República. Pero primero deberían tener los recursos
para pagar, lo otro sería negociar refinanciamiento, pero esa acción la llevaba
Rafael Ramírez quien quedó fuera de las decisiones económicas.
El caso es que pagando o no, el escenario no
es nada halagador, a partir de allí Maduro sólo podrá contar con el último aliado
político que le quedaría: Si el pueblo de Venezuela se resigna a vivir con
hambre, miseria y una profunda escasez.
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