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27 ene 2020

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21 ene 2020

Qué hay del petro con los impuestos y el comercio

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Qué se puede hacer y qué no se puede hacer con la criptomoneda estatal que ha lanzado el régimen chavista/madurista


Por inclinación política, referirse al petro (PTR), para un sector de la sociedad se trata de una especie de tabú, porque no están de acuerdo con las políticas del régimen de Nicolás Maduro. Para otro sector, que se siente beneficiario, se trata de una oportunidad, aunque les haya tocado descifrar, cómo hacerlo efectivo.

Para los que proponen una criptomoneda estatal se dice que es una solución, aunque en el fondo es un experimento, a ver si funciona contra las medidas de sanciones económicas y petroleras de EEUU.


Deficiencias del PTR

El PTR tiene un soporte de muy baja calidad en cuanto a su desarrollo. Si bien su código es X11, el mismo que usa la criptomoneda DashCoin (DSH), la interfaz de esta criptomoneda tiene sendas dificultades.

Lo primero es que los usuarios sólo pueden acceder a los tokens, a través de una cartera web, lo que implica que nadie puede usar sus dispositivos como nodos, para interactuar en una red descentralizada. Esto hace al PTR una criptomoneda centralizada, totalmente controlada por el régimen y no por la comunidad que use esas fichas.

Una cartera web puede sufrir caídas de línea, ataques cibernéticos, caída de servidores y ello imposibilitaría a todos los usuarios mover sus fichas o monedas, precisamente porque todo el funcionamiento está centralizado.

El hecho que nadie pueda instalar una cartera propia en sus dispositivos, no le permite a nadie tener una clave privada de la propia cadena de bloques del PTR, por lo tanto, el dinero que alguien tenga en esa criptomoneda, no lo tiene en su poder. Es dinero que está en poder de quienes tienen las claves privadas y no son otros que los funcionarios superintendentes de la creación. Con el PTR, nadie tiene realmente dominio de sus monedas.

Qué no se puede hacer con el PTR

En medio de las actuales circunstancias, con el PTR no se puede hacer mucho. A diferencia de las criptomonedas convencionales, muchas personas en el mundo pueden hacer pagos en comercios. Aunque en Venezuela hay tiendas que aceptan pagos con el PTR, no es necesariamente así.

Se vio en la prueba reciente, cuando se usaron los dispositivos “bio pago”, en realidad nadie pagaba usando el PTR desde una cartera digital a otra, sino que mediante un mecanismo de intercambio, el banco propietario de estos puntos de venta, hacía una conversión automática.

Hay muy pocas tiendas en Venezuela que ya usan las carteras digitales y reciben pagos mediante la propia cadena de bloques del PTR. Aunque no es un proceso difícil, llevaría mucho tiempo para que millones de personas se adapten, siempre y cuando la interface no presente problemas con millones de usuarios conectados.

Con el PTR casi nadie acepta pagos en el extranjero de manera directa. Por ahora no hay interés de inversores foráneos en tener esta criptomoneda en sus portafolios. El hecho de que el régimen de Maduro mantenga la mayoría de los nodos, le permite manipular la cadena de bloques a su voluntad y esto resta confianza, luego que se ha visto lo que ha ocurrido con el bolívar en el Banco Central de Venezuela (BCV).

Por eso la Sunacrip decide el valor del PTR, que supuestamente está anclado al precio del petróleo. Realmente al tener bajo control todas las fichas, les permite controlar su precio sin que tenga que ver una demanda u oferta real del “token”.

Qué se puede hacer con el PTR

Aunque la criptomoneda que plantea Maduro no es atractiva y tiene sus problemas, al final, por ser una propuesta dentro de la esfera global de los desarrollos de la tecnología de la cadena de bloques, podría tener algunas utilidades.

Lo anterior demuestra el poder la tecnología “blockchain” y como incidirá en el mundo.

Hay personas que están recibiendo el PTR a cambio de bitcoines y otras criptomonedas. En los intercambios en que hay operaciones de compra y venta de distintos tokens, el PTR se recibe con descuentos de hasta 50%. Por ejemplo, una persona ofrece petros y recibe la mitad de su valor en bitcoiones, litecoines u otras.

El lector se preguntará por qué hay quienes están haciendo esto.

No faltarán nunca especuladores en ningún mercado, por muy exótico que sea.

Un comerciante que tenga que pagar impuestos y su monto es de unos 150 dólares, por citar una cifra, al comprar petros a mitad de su precio, obtendría las fichas que tienen según la Sunacrip, un precio de 150 dólares, gastando sólo 75 dólares.

Si el régimen de Maduro acepta pagos en petros, usando pagos de cartera digital, a cartera digital, es decir con las fichas y no como unidad de cuenta, entonces el comerciante se habrá ahorrado la mitad de los impuestos que debe pagar. Y así con el resto de servicios públicos que según comenzarán a cobrar de esta manera.

Algunas personas han aprendido a llevarse los petros desde el Sistema Patria a la PetroApp, es decir a la cartera digital. Otros saben hacer pagos usando ese mecanismo. Otros han vendido las monedas a precios mínimos. Hay un proceso de aprendizaje y adaptación.

Un aspecto que deben tener presente los comerciantes, es que no pueden hacer funciones de intercambio de petros, porque no son entes autorizados por Sunacrip para fungir como casas de cambio o “Exchange”, si lo hacen podrían recibir multas.

Especulación por un tiempo

Aunque se trata de una situación que será temporal, porque una vez que alguien lo haga, otros querrán aprovechar el incentivo, esa brecha de descuento se irá cerrando y es aquí en que el régimen podría haber logado poner en circulación e instaurar una oferta y demanda de la criptomoneda que ha creado polémica y opiniones de todo tipo desde su anuncio.

Sin embargo lo anterior no es suficiente. La grave crisis económica que sufre Venezuela, con la caída del PIB, ha impactado la recaudación de impuestos. El año pasado se recaudaba apenas unos 133 millones de dólares mensuales, que al ser distribuidos entre empleados públicos y jubilados, sólo tocaría a unos 15 dólares a cada uno. El régimen hace una apuesta, que no le generará grandes beneficios.


20 ene 2020

Cunde la decepción social en medio de la diatriba Guaidó-Maduro

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

En el común se está instalando un sentimiento de decepción, en muchos porque no hubo una “intervención militar”, otros porque no se pudo lograr el “cese de la usurpación”


Cuando Hugo Chávez llegó a La Habana por primera vez, fue recibido con alfombra roja, con una parada militar sorprendente y un abrazo efusivo de Fidel Castro. El ex dictador cubano le decía que era la salvación. Chávez así caía bajo el influjo castrista. Fue de esa manera como el anciano le arrebató a la clase rica venezolana, que prestaba sus aviones y promocionaba al teniente coronel como el próximo presidente de Venezuela.



Castro, un maestro en la manipulación para mantenerse en el poder, usó sabiamente una herramienta que suelen usar los megalómanos: la teatralidad.

Luego de los eventos en la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó aparece en Bogotá, recibido por el presidente Iván Duque. Una acción que busca reafirmar o remozar la alicaída imagen del joven dirigente, luego que terminara 2019 sin lograr el “cese de la usurpación”.

En los eventos desarrollados en la AN, se vio a Guaidó trepando una reja, gritando a militares y forcejeando con estos, aunque para algunos fue un mensaje positivo, de valentía implícita, el otro lado mostraba la impotencia, de que el sector militar sigue al lado del régimen de Nicolás Maduro. Una dura realidad.

Callejón sin salida

En la lucha por el poder la teatralidad es una herramienta que se emplea. Al contrario hay que engañarlo, y a las masas les gusta esa espectacularidad propia de los circos. Pero la teatralidad sólo funciona si va bien acompañada de una acción política o militar. En el caso de Guaidó, todos saben que no es militar, ni dispone de tropas armadas, por lo tanto le toca es la acción política.

Guaidó no tiene tropas armadas. Al aplicar la peculiar política que hace, entonces permanece estancado y perdiendo apegos. Se ha metido en un hoyo, en el que sigue cavando.

En el común se está instalando un sentimiento de decepción, en muchos porque no hubo una “intervención militar”, otros porque no se pudo lograr el “cese de la usurpación” a partir de otro acto como el de “la ayuda humanitaria entra, porque sí”, se retoma el tema de sobrevivir.


Las duras condiciones de vida, tras el caos institucional, la hiperinflación, la crisis de gasolina, el colapso sanitario y educativo, la crisis del transporte público, los racionamientos de electricidad y apagones imprevistos, mantienen al ciudadano ocupados en cómo enfrentarse a estos males.

El régimen mantiene una retórica en sus filas, con las sanciones petroleras de EEUU. Mientras la oposición venezolana ha dejado abandonada la lucha en la línea social. Es decir, es mínimo el acompañamiento a los sectores que reclaman calidad de vida, a pesar que hay muchísimos dirigentes políticos que sufren los efectos del desastre nacional.

No ha habido respuesta contundente, salvo vagos pronunciamientos, respecto al petro. Un tema que toca directamente a más de seis millones de personas y decenas de miles de comercios. La AN desvió la discusión sobre la crisis eléctrica del Zulia y el aporte de la ONU, para aplacar el sufrimiento en esa región. La crisis humanitaria avanza y médicos y enfermeras se baten solos en los centros de salud.

Soberanía energética

Mientras tanto, los factores exógenos siguen su rumbo. El Departamento del Tesoro de EEUU, extendió a Chevron y a las cuatro principales empresas prestadoras de servicios petroleros en Venezuela, licencias para que sigan operando junto con Pdvsa. Chevron y Pdvsa han cambiado su estrategia y ahora producen un tipo de crudo de alta demanda en el mundo, el cual es exportado por empresas privadas, con un mecanismo que evade las sanciones norteamericanas.

Maduro aclara que Rosneft no tiene 70% de las operaciones de Pdvsa, sino 20%, al mismo tiempo ofrece a las empresas norteamericanas, hacerse de campos petroleros venezolanos.

La guerra interna

Maduro se recompone en el PSUV. El año pasado las apuestas por su salida eran grandes. Actualmente ha resistido toda la presión internacional y ha logrado mantener a raya el reclamo  social en Venezuela debido a la crisis, con reformas en lo económico. Mantiene una alianza importante con el sector militar que lidera el general Vladimir Padrino, considerado una ficha de Rusia.

El enfrentamiento interno había cesado el año pasado. El chavismo/madurismo pactó una tregua, luego que el sector radical no aceptara ninguna negociación que significara dejar el poder sin garantías de permanencia en la política, entre otros.

Maduro evaluaba negociar elecciones presidenciales y se asomó la figura de Héctor Rodríguez como sucesor, pero dadas las actuales circunstancias, esto se ha enfriado. La lucha se centra ahora en el control de la AN. Diosdado Cabello insistirá en imponerse en las elecciones que deberían hacerse en diciembre de este año, y apuesta por ser nuevamente el presidente del Parlamento. Esto encenderá nuevamente el enfrentamiento interno.

Y el CNE

La AN sigue en deuda con el país, al no lograr acuerdos para la designación de los nuevos rectores del CNE. Esto podría derivar en que el TSJ que controla el chavismo/madurismo, proceda con la directiva de la AN que dirige Luis Parra, y que lentamente se hace de los espacios y los cargos para el funcionamiento del Palacio Federal Legislativo. Está latente que la AN salga del desacato, pero la directiva de Parra.

13 ene 2020

Maduro va diezmando a la oposición lentamente en la AN

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

La población comienza a percibir que ni el chavismo/madurismo, ni la oposición ofrecen soluciones a los grandes padecimientos.


El año 2020 llegó con más turbulencia política. El régimen de Nicolás Maduro promovió la instalación de una nueva directiva de la Asamblea Nacional (AN), que se materializó con la participación de diputados opositores disidentes. Juan Guaidó, quien es el presidente del Parlamento y en enero de 2019 se juramentó como presidente interino, hizo lo propio con el apoyo de la mayoría de parlamentarios opositores.



Para el mundo la AN legítima es la que lidera Guaidó. Para el chavismo/madurismo, Rusia, otros poderes en Venezuela, es Luis Parra. Para las distintas visiones, hay una directiva, para otros hay dos.

El atascamiento de las negociaciones en Oslo y luego en Barbados, han derivado a la inédita situación. Venezuela tiene un presidente interino, según se alega del sector opositor y un presidente ilegítimo, Nicolás Maduro, el cual tiene bajo su control el poder de fuego, o el Poder Real dentro del territorio. Hacia fuera, el control es de Juan Guaidó.

Efectos económicos y sociales

Independientemente de las ópticas, la crisis política continúa y sus efectos también. Con el régimen chavista/madurista no hay confianza para nuevas inversiones, las sanciones de EEUU alejan a inversionistas, impiden renegociar deuda externa y llevar adelante un proceso de privatizaciones. Sin contar con el aval de la AN, es altamente arriesgado para quienes se aventuren.

Lo anterior golpea duramente en lo económico y esto en lo social. El caos institucional, la hiperinflación y el colapso general, hacen a Venezuela un país con enormes dificultades para vivir. Hay crisis de gasolina, de electricidad, de dinero, de salarios paupérrimos, sanitaria, entre otros.

La población comienza a percibir que ni el chavismo/madurismo, ni la oposición ofrecen soluciones a los grandes padecimientos. Ambos bandos luchan por el poder y detrás de este por el control de los recursos. Mientras tanto la pobreza se consolida.

Negociación y tiranía

Aunque se alegue que la directiva de la AN que lleva Luis Parra es ilegal y no tiene los votos suficientes, para el régimen y el resto de poderes bajo el control de los chavistas/maduristas y militares, esto no es un problema. En Venezuela no hay Estado de Derecho en este momento, por lo tanto cualquier acción legal o jurídica es prácticamente nula.

Sólo queda la vía política para llegar a acuerdos. Del lado de la AN que dirige Juan Guaidó, hay propuestas para buscar los mecanismos adecuados para sentarse a negociar. Hay sectores que no apoyan, porque la oposición es variopinta.

Los factores extranjeros presionan para que se logre el consenso. El Departamento de Estado ha hecho saber que la transición se tiene que lograr de manera negociada, para ir a elecciones libres y transparentes. El acuerdo bipartidista cerrando 2019, en el Congreso de EEUU, establece lo mismo. Elliot Abrams a los sectores reaccionarios, que Juan Guaidó no tiene potestad de solicitar una intervención militar extranjera.

Desde Rusia, Putin dice lo mismo, que tiene que haber elecciones libres y transparentes. Afuera hay más entendimiento.

Petróleo y negocios

Aunque la acción del madurismo ha sido condenada, este régimen no iba a actuar de esa forma sin antes tener claro de los propósitos de los gobiernos extranjeros. Chevron ha logrado aumentar su capacidad productiva junto con Pdvsa, sobre los 100 mil barriles, ahora con un tipo de crudo de alta demanda en el mundo. También exige a la administración Trump, que se extienda la licencia para operar en Venezuela.

Pasos del régimen

Maduro podría dar pasos nuevos en el sentido de sacar de desacato a la AN, pero bajo la directiva de Luis Parra, para ello emplearía al TSJ que controla y ya por ejemplo el Fiscal impuesto por la ANC, Tarek William Saab, ha dicho reconocer a Parra. Ya hay partidos políticos preparando equipos electorales, candidatos y demás para las elecciones parlamentarias de este año.

Discurso inconveniente

Tras lo que se considera es una traición de 18 diputados, se produjo un “linchamiento” moral a través de las redes sociales, de parte de dirigentes opositores. Hay diputados de los que se alinearon con Parra, que aseguraron recibir amenazas, incluso de que sus casas serían incendiadas.

Una acción que poco ayuda a la oposición política, porque ese tipo de comportamiento “alimenta” a los sectores radicales del chavismo, que no quieren negociar y no permiten a Maduro que realice elecciones presidenciales nuevamente. Los chavistas muestran a sus cuadros más cercanos, que entregar el poder no tiene sentido.

El razonamiento es que si eso se hace con un dirigente que estuvo en la MUD recientemente, los chavistas temen represalias peores y se ven obligados a arraigarse más al poder.

Guaidó se entretiene

En los últimos días, el sector opositor que lidera Juan Guaidó, hace un enorme esfuerzo por evitar que se consolide la directiva de Luis Parra. Guaidó lideró un retorno a las instalaciones del Parlamento, superando barreras militares, con otros 100 diputados. Se propone ahora a buscar la manera de echar a Parra del control del despacho y algunas áreas físicas que mantienen bajo control los disidentes opositores.

Esto resulta en una forma de distracción que aplica el régimen, mientras Guaidó se ocupa de mantener su posición y evitar perderla, el régimen podría estar avanzando en salidas acordadas con el sector que ahora enfrenta dentro de la oposición a Guaidó.

¿Y el nuevo CNE?

Ante los ojos del mundo se debe designar una nueva directiva o reemplazo de rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), un proceso que la actual AN no realizó nunca. Los diputados disidentes señalan que Juan Guaidó presidía la comisión para lograr esto hace un par de años y no se hizo.

También destacan que no hay voluntad para hacerlo y llegar a un acuerdo que permita que haya consenso dentro de los sectores de oposición y del régimen chavista/madurista. Toca designar una nueva directiva del CNE, Maduro necesita quitar la mala imagen de los actuales rectores, hay que esperar el curso que tomará esa decisión, si definitivamente lo hace la directiva de Luis Parra, una vez estuviera fuera del desacato del TSJ o si la directiva que lidera Guaidó, entra en las negociaciones nuevamente.

4 ene 2020

Chavistas se vuelven especuladores con el petro

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

En círculos del chavismo recomiendan mantener posiciones en el petro, en la especulación de que al subir el dólar, subirá la criptomoneda


El régimen de Nicolás Maduro lanzó un “airdrop” de la criptomoneda petro en un “ensayo” que busca hacer que los ciudadanos se familiaricen con el uso de este recurso. En principio el propio Maduro, en una alocución pública, luego de ver el video explicativo, decía no entender nada. “Se trata de un mensaje de expertos, para expertos”, refutó a sus colaboradores.



La población que recibió las fichas en el Sistema Patria, al no comprender el uso de la tecnología de la cadena de bloques, acudió a gastar los petros de la manera más sencilla, usando el sistema Bio Pago.

El procesador de pagos entrega a los comerciantes bolívares y se queda con los petros. Los comerciantes al recibir los bolívares, acuden al mercado a comprar divisas y no la criptomoneda, una de las causas de la subida del dólar, comenzando el enero de 2020.

El procesador de pagos se queda con las monedas, en la especulación de que si sube el precio del dólar, el petro también subirá. Quien se queda con las fichas, especula obtener el beneficio.

Se estima que el monto en bolívares con el lanzamiento del petro ronda los 11 billones de bolívares. Al principio el régimen apostaba a que los tenedores de petros absorbieran liquidez, pero las complicaciones de las personas para entender cómo colocar una oferta en el Sistema Patria, las condujo a usar el otro sistema.

Convertir petros a bolívares

Las operaciones que han permitido convertir petros en bolívares desde el Sistema Patria, son las que los usuarios subastan al precio mínimo. La mayoría hizo colocaciones al precio normal y no hubo compradores. Otro lote de usuarios, de menor número si han podido transferir las monedas a la aplicación Petro App, para ofertar en los intercambios que admiten el petro.

El bitcoin en Venezuela

La población venezolana ha estado usando las criptomonedas desde 2013. La que más emplean es el bitcoin. Los que usan estos recursos lo hacen por diversas razones, para respaldar patrimonio, obtener divisas por la vía digital y realizar compras de medicinas y alimentos en el extranjero. Otro grupo comienza a usar la cadena de bloques para transferir dinero desde el extranjero.

También hay quienes lo hacen para especular con los precios y obtener ganancias o pérdidas.

Cuando se comenzó a usar el bitcoin, fuerzas policiales del madurismo perseguían a mineros y cambistas. Luego de la debacle económica de Venezuela, Maduro se vio obligado a legalizar el uso de esta tecnología.

El gobierno chavista/madurista está sancionado y bloqueado por el gobierno de EEUU, que no le permite usar el sistema de transferencias SWIFT. La implementación de una criptmoneda busca romper estas barreras.

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