Hiperinflación, escasez, crisis del transporte público y de carga,
escasez de gasolina, falta de dinero efectivo, el impago de deuda, llevan a la
administración Maduro al colapso
La situación económica se hace a
diario más salvaje y difícil de controlar, no hay presupuesto público que
aguante los efectos inflacionarios, mientras tanto, el primer mandatario,
Nicolás Maduro, trata de “apagar un incendio con más combustible”, aprobando
recursos mil millonarios a distintos entes, gobernaciones y acelerando el gasto
público, usando la emisión de dinero sin respaldo, lo que es una de las causas
de la disparada indetenible y prevista, de los precios y el dólar.
Los precios avanzan en la medida
que el Ejecutivo, sin recursos, sigue creando dinero de la nada para tratar de
evitar el déficit en instancias estatales. La subida de la liquidez monetaria
en los últimos 12 meses es impresionante, hay 618,68% más dinero circulando en
el sistema, producto de la emisión de nuevos billetes como el de 100 mil
bolívares y dinero que sólo puede usarse electrónicamente, a través de pagos
con tarjetas de débito y con teléfonos celulares inteligentes. La liquidez es
ahora de 58,9 billones de bolívares, cifra record. La emisión de dinero
electrónico, que genera inflación, ha causado escasez de efectivo y no hay
mecanismos alternos eficientes.
Al mismo tiempo, la escasez de
dólares, que ya tiene casi dos meses paralizada las subastas en el sistema
Dicom, ha hecho que la moneda extranjera se haya disparado sin freno alguno,
superando los 60 mil bolívares, lo que afecta el precio de los alimentos que se
traen desde las fronteras y que ya son prácticamente incomprables.
El gobierno también está
acorralado por los efectos de las calificaciones de “default” que ha recibido
de las principales calificadoras globales, incluso del sector financiero de
China, hay acuerdo en cuanto a ello, sobre todo en los productos derivados y
seguros de deuda, que comienzan a producir nerviosismo en los mercados de
deuda. El default traerá serias complicaciones en cuanto a la producción
petrolera, de producirse embargos, la exportación de crudo podría verse
afectada, así como la importación de componentes para fabricar gasolina, la
cual en estos momentos, apenas cubre 34,5% de la demanda nacional. Hay que
agregar que la falta de mantenimiento en Pdvsa y los daños a la infraestructura
de la estatal petrolera, ha hecho perder 300 mil barriles de petróleo de la
producción, en los últimos meses, según reportes de la OPEP, que ubican a
Venezuela apenas produciendo 1,8 millones de barriles diarios (Mbd), cuando
hace unos cinco años eran 3 Mbd.
La escasez de bienes y servicios,
además del colapso general del transporte público, se configuran en un cóctel
peligroso a la estabilidad de la gobernabilidad en las próximas semanas, ya que
no hay manera de dar cobertura a la demanda de alimentos, los pocos que hay,
están a precios dolarizados, igual que los medicamentos. El venezolano apenas
logra ganar unos 10 dólares al mes, hundido en la peor pobreza jamás vivida en
la historia contemporánea, el malestar se ha comenzado a sentir nuevamente,
luego de un paro de transporte en Monagas y saqueos de locales con comida
acaparada por la GNB y la Sundee, en el estado Bolívar, en la semana que
culmina. 20/11/2017
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