EL BCV ES UNA
IMPRESORA DE DINERO SIN VALOR
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
La terrible situación
económica que atraviesa Venezuela tiene varios componentes que desde el
gobierno no se atreven atacar decididamente por complejos ideológicos. Por
seguir prendados a una propuesta inviable, retrógrada y que no produce
bienestar definitivo al ciudadano.
Lo peor de todo esto es la
situación de escasez de divisas, combinada con la muy deficiente producción
interna y con una política monetaria errada y antiética desde el Banco Central
de Venezuela (BCV), convertido en una impresora de dinero que pierde su valor
de manera acelerada.
Los venezolanos deben
quedar claros. El ingreso de dólares al país por ahora sólo se hace gracias al
ingreso petrolero. Monopolio estatal manejado deficientemente al determinar que
ahora se produce un barril de petróleo por cada 42 trabajadores y en 1999 se
producía el mismo barril por cada 19. El flujo de caja de la estatal,
comprometido casi en su totalidad no permite que los dólares entren en su
totalidad al país y sirvan para proveer la demanda interna.
Por otra parte, las
empresas privadas que funcionaban y exportaban, que ingresaban divisas al país,
muchas fueron expropiadas, otra buena cantidad cerraron por la crisis política
desde 2002 hasta la fecha. No ingresa dólares al país por vía no tradicional y
no se atrae inversión extranjera.
El Estado que dirigen
actualmente, ha minado al emprendimiento y ha condenado la producción nacional
al quiebre, al no cambiar políticas diversas que no hacen atractivas las
condiciones para hacer negocios en Venezuela.
El BCV emitiendo dinero a
diestra y siniestra, llega a unos pocos que demandan dólares en el mercado
paralelo e inflan su precio por vía especulativa. Eso lo hacen pocos
privilegiados.
El mercado que provee los
dólares a Venezuela, es lamentablemente el paralelo, ese que surge al cambiar
bonos de deuda en divisas y en bolívares emitidos por el Estado. La deuda
soberana y de Pdvsa se encuentra en manos privadas, tanto en el país como fuera
de este.
Si la vía para obtener
divisas es la permuta de dólares, los que tienen en su poder los títulos son
los que ponen el precio en bolívares, así de sencillo.
El BCV no tiene capacidad
ni manera de contrarrestar al mercado de permutas de bonos, que deriva al dólar
paralelo, sencillamente porque el volumen de la deuda consolidada de Venezuela
ronda los US$ 150 mil millones, en poder de los inversores privados, mientras
el BCV apenas tiene US$ 25 mil millones en reservas internacionales de las
cuales entre US$ 2 y 3 mil millones son operativas, siendo superado cinco
veces.
El país está al borde de un
quiebre masivo, si el gobierno no actúa a favor de cambiar políticas internas y
genera la confianza necesaria para rescatar la producción del país. Ya estamos
en estanflación.
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