septiembre 2025 ~ En Efectivo

15 sept 2025

El gran secreto del Caribe: Desentrañando el despliegue naval de EE.UU.

Por Alex Vallenilla


Más allá de la narrativa oficial, el despliegue naval de EE.UU. en el Caribe se revela como una estrategia para controlar las rutas energéticas y el avance de China en la región, en medio del conflicto por el Esequibo.


¿Qué hay en el Caribe que a Washington le interesa tanto, como para movilizar barcos destructores? Se podría decir que la producción petrolera de Guyana, que conduce Exxon Mobil, y que se encuentra con un riesgo para ese país, por el reclamo de Venezuela del territorio Esequibo.



Pero también el negocio de petróleo venezolano con China, que implica el tráfico de buques petroleros con flotas que no son rastreables y que usan rutas no convencionales para cargar en los terminales venezolanos. 


Sin embargo, desde la Casa Blanca, se anuncia un despliegue naval, que oficialmente se comunicó que es para combatir al narcotráfico en el Mar Caribe, enmarcado en el caso de presuntos carteles en Venezuela. Bien sabido es que las principales rutas de tráfico de drogas desde Latinoamérica hacia Estados Unidos, se ubican en el Pacífico, desde Ecuador y Colombia, con 87% del volumen de contrabando, según datos verificados por la ONU y los mismos reportes que hace el Comando Sur periódicamente.


A esa narrativa, se suman factores políticos, que, usando campañas de marketing, lanzan la narrativa de un supuesto plan de cambio de gobierno en Venezuela, por la vía del derrocamiento, invasión militar, extracción u operación quirúrgica. Incluso, la campaña es tal que se han dado plazos que hasta ahora no se han cumplido.


El posible objetivo del despliegue


En el fondo, existe una previsión sobre el caso de Guyana. La producción petrolera de ese país, que ya casi alcanza los 700 mil barriles diarios, es la clave principal de lo que ocurre. El petróleo guyanés no entra en las decisiones de la OPEP y tampoco de la OPEP+. Guyana se puede considerar un "proxy" energético de Occidente, que ahora surte cómodamente a la cuenca del Atlántico. Su producción la lidera Exxon Mobil, la petrolera más grande del mundo y de interés de la actual administración.


Venezuela, en un reclamo legítimo por el territorio Esequibo, tiene tiempo haciendo ejercicios militares y estableciendo flotas navales cerca de la región. Al punto, que recientemente Exxon Mobil decidió anunciar que paralizaba algunas de sus actividades, cerca de la zona de conflicto.


Al mismo tiempo, a Venezuela llegan flotas de barcos que transportan petróleo a Asia. Estos cargueros aplican estrategias para navegación de modo que no sean detectados por los satélites, en vista de las sanciones de Estados Unidos. Estos cargueros usan rutas específicas, para entrar por el este del Atlántico y cargar en principalmente en el Terminal de Jose, en el oriente venezolano.


Recientemente, la Casa Blanca volvió a dar una licencia a Chevron, esta vez de carácter privado o secreto, ya que la OFAC, no la hizo pública (https://www.bbc.com/mundo/articles/ce8384pme32o) . Washington, en su estrategia de que los pozos petroleros estén a todo dar, también ve cómo China se beneficia del crudo venezolano y de los bajos precios. El despliegue de los barcos norteamericanos tiene una connotación bien clara. Hicieron dos incursiones que se han hecho públicas. La primera con un ataque a un peñero en el mar, del cual todavía no hay pruebas fehacientes, y la segunda el abordaje de un barco pesquero de atún.


¿Qué es lo significativo? La zona donde se desarrollan los hechos, hacia el este. Esto deja un mensaje de que hay la presencia de los buques norteamericanos en la zona, lo que ejerce presión respecto a Guyana y reduce el ancho de las rutas de los barcos que cargan petróleo para Asia. Esto se puede interpretar como una estrategia para crear “cuellos de botella” en el proceso de carga de crudo para China e India. 



"...desde el primer ataque y en menor medida desde el segundo no vemos ninguno. Es decir, casi no vemos barcos, lo cual está bien"


Donald Trump


No hay quiebre


Sin embargo, hubo momentos de tensión. En medio del desarrollo de la narrativa de una supuesta incursión en Venezuela, por el debate político, Washington también probó a los factores involucrados. Los sectores de oposición de Venezuela, que hacen lobby en Estados Unidos, venden la idea de que las fuerzas militares venezolanas están en una situación de “quiebre”.


Los congresistas cubano-americanos, que apoyan mediáticamente el despliegue naval norteamericano, han dicho, según sus fuentes en Venezuela, que, si las fuerzas militares venezolanas entran en pánico, podrían ellos mismos producir una ruptura. Pero Miraflores dio su respuesta y sobrevoló sobre uno de los destructores en el Mar Caribe, dos aviones F-16, dejando un mensaje a la Casa Blanca, que el supuesto “quiebre” no ha ocurrido. Este evento fue informado por el Departamento de Defensa de EE. UU. en un comunicado oficial. Este movimiento, tal vez no lo esperaban en Washington y desde entonces, la presión comenzó a moderarse.


El sentimiento de un cambio político en Venezuela


En las matrices de opinión en redes sociales hay toda una batalla sobre expectativas de un lado y de otro. Pero se puede consultar los mercados de predicción para ver qué se mueve alrededor de lo que se plantea como eventos para propiciar cambios políticos en Venezuela. Si bien en estos mercados no tienen una base rigurosa científica, esta herramienta puede mostrar un sentimiento de grupos de personas que participan en el mismo y que puede usarse para hacer contra peso a las narrativas desarrolladas en redes sociales, propensas a la manipulación.


En el mercado de predicción Polymarket, se pueden encontrar apuestas que permiten ver las diversas posturas de quienes arriesgan dinero en función de posibles resultados. Una de las apuestas más significativas tiene como pregunta: “¿Habrá un enfrentamiento militar entre Estados Unidos y Venezuela para el… (día, mes, año)?”. Para antes del 30 de septiembre, las posibilidades son apenas de 14%. Para antes el 31 de octubre, se ubican en 27% y para antes del 31 de diciembre en solamente 33%. Es decir, en el plazo más largo, el 67% apuesta que ese evento no se producirá, el monto en esta alcanza ya los $1,23 millones al momento de esta nota (https://polymarket.com/event/us-x-venezuela-military-engagement-by-october-31).


Otra apuesta que llama atención es la que dice: “¿Invadirá Estados Unidos a Venezuela en 2025?”. Al inicio, el pasado 6 de septiembre, cuando comenzó toda la narrativa, las apuestas eran favorables al evento en 41%, actualmente se ha desplomado a 9%. El monto de la apuesta suma $135.39 mil (https://polymarket.com/event/will-the-us-invade-venezuela-in-2025).


Sobre el conflicto con Guyana, hay también una predicción en Polymarket. Se pregunta: “¿Invadirá Venezuela a Guyana en 2025?. La misma cierra el 31 de diciembre y el monto es de apenas $7,8 mil. Desde que comenzó en enero de este año, la posibilidad nunca ha superado el 10% y ahora se ubica en solamente 6% de que el evento sea factible (https://polymarket.com/event/will-venezuela-invade-guyana-in-2025).


Otra apuesta que llama la atención es la que tiene como pregunta: “¿Maduro fuera en 2025?”, que tiene que ver con que el actual inquilino de Miraflores, Nicolás Maduro, dejaría su cargo este año. La vez que esa posibilidad en esta apuesta estuvo más alta, fue el pasado 10 de enero, cuando alcanzó 34%. En esa fecha, se produjo la narrativa de la supuesta llegada de Edmundo González a Caracas para juramentarse como Presidente, evento que no ocurrió. Luego se cayó a mínimos de 8% a finales de julio. Los participantes volvieron a apostar por una salida de Maduro, alcanzado un máximo de solamente 28% a mediados de agosto, desde que comenzó la narrativa del despliegue de fuerzas navales de Estados Unidos. Al momento de esta nota, esa posibilidad se volvió a derrumbar a 13%. Es decir, el 87% de las apuestas son contra la posibilidad de que, en 2025, haya algún cambio político en Venezuela.


Washington se modera de nuevo


En las últimas semanas, hay ya un desgaste en el discurso y en la narrativa de la supuesta invasión a Venezuela, y lo corrobora el propio presidente, Donald Trump, en una reciente entrevista. Trump dijo de manera pública a los medios, que “no hay muchos barcos”, luego de la pregunta sobre si prevé más ataques a Venezuela. Señaló que “desde el primer ataque y en menor medida desde el segundo no vemos ninguno”." Es decir, casi no vemos barcos (con drogas), lo cual está bien”. Por lo visto, la Casa Blanca ha moderado la actual incursión o le ha puesto punto final.



DESCARGO DE RESPONSABILIDAD
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura de ninguna institución o entidad. Este contenido es meramente informativo y no constituye asesoramiento financiero, económico o político.

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