Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
El asesinato económico de Venezuela está completado. Este
país ya está postrado y hundido en la miseria, en una destrucción institucional
que se convierte en la oportunidad de grandes potencias para apoderarse de los
casi infinitos recursos naturales en el subsuelo del “charco” petrolero.
Si hay que señalar responsables de esta tragedia, son al
extinto Hugo Chávez, a los grupos económicos y mediáticos que en 1998
colaboraron e hicieron todo lo posible porque el finado fuera presidente.
Nicolás Maduro sólo completa la tarea, puesto allí por los cubanos.
Chávez, quien se ufanaba de pagar los préstamos al Fondo
Monetario Internacional (FMI), al mismo tiempo endeudaba al país en mayor
cantidad pero con la banca privada en Wall Street, además con China, país que
ha desarrollado un programa colonizador contra países con materias primas.
China otorgó grandes préstamos al chavismo, para la
construcción de ferrocarriles, inversión en diversas áreas, inversión petrolera
y al final todo terminó en un gigantesco robo. El chavismo es perseguido en el
mundo por haber propiciado el saqueo más grande ocurrido a un país, tal como lo
han informado los bancos suizos y las autoridades financieras norteamericanas.
Pero eso no ha preocupado a los chinos, puesto que las
enormes riquezas en Venezuela representan muchísimo más. China además tiene
todavía grandes cantidades de recursos y una estrategia global como la Ruta de
la Seda 2.0, como para olvidarse de lo que significa la “joya de la corona” en
América Latina, para sus planes de muy largo plazo.
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El plan
Los “halcones” de EEUU han encendido la voz de alarma,
“tengan cuidado con los chinos”. Y es que Pompeo y Pence parecen unos
activistas de la izquierda de hace cuarenta años, cuando advertían del
imperialismo norteamericano, ahora estos funcionarios advierten del nuevo
imperialismo chino.
Se puede citar un solo ejemplo, lo ocurrido con Mahinda
Rajapaksa, ex presidente de Sri Lanka.
China le dio todo lo que pidió Rajapaksa,
al final, en sus 10 años de mandato terminó siendo un fraude y quedó fuera del
poder, perdiendo todo el favor de sus amos asiáticos, lo que al mismo tiempo
sirvió para que los chinos reclamaran por 99 años el control de un puerto de
aguas profundas que construyó y miles de kilómetros de tierras cultivables.
Nicolás trata de cumplir, pero aun está lejos. Acaba de
apresar a Rubén González, dirigente sindical de Ferrominera, quien denunció la
operación con China para entregar la planta. González y un grupo importante de
sindicalistas son los primeros presos propiamente dichos del madurismo y los
chinos, desde que tiene control directo sobre el SEBIN.
La rebatiña
Los sueldos únicos, que ahora refutan desde las empresas
estatales y la administración pública, son perfectos para los chinos y es que
el proyecto del gigante asiático es apoderarse en Venezuela de las empresas
básicas, del sector eléctrico y también del sector de telecomunicaciones.
Asociados con los rusos, del sector petrolero, estos últimos ya tienen con los
europeos el control del gas.
Los norteamericanos ven la rebatiña, aunque tienen el
Esequibo prácticamente bajo su control total, eso de que los chinos se apoderen
por unos 100 años de los recursos venezolanos, es una idea que a los “halcones”
no les agrada mucho en el hemisferio, por eso los “Mikes” se han pronunciado.
La división inútil
Mientras tanto en lo interno, la oposición continúa un
absurdo debate, de que si se debe votar o no, que si unos son
“colaboracionistas” y otros no, que si hay un “quiebre” o no.
Los chinos han visto como la oposición venezolana se ha
diluido. En principio China dio la importancia gracias a los votos, cuando se
obtuvo la victoria de la Asamblea Nacional (AN) en 2015, tan así que Julio
Borges y otros fueron recibidos en Beijing y éste país se comprometió a no otorgar
nuevos créditos al madurismo sin autorización de la AN.
Lo anterior está en veremos. Los chinos han retomado su
agenda, luego de las victorias del madurismo en las gobernaciones y alcaldías,
en que erróneamente los opositores se abstuvieron, también han visto como logró
en 2016 evadir una convocatoria a referéndum y buscan llevar la gestión hasta
2020 para producir una nueve elección de la AN. Sobre lo ocurrido el 20 de
mayo, no se han pronunciado, habrá que esperar el 10 de enero de 2019.
La AN para el 2020
China requiere una nueva AN bajo el control del madurismo,
para lograr que todas las negociaciones sean autorizadas por el Parlamento y
que todo sea reconocido por la República a través de esa instancia.
Nicolás no ha logrado cumplir con las exigencias de los
“dueños del circo”, China, Rusia y EEUU, y es que internamente tiene enemigos
feroces que mueven sus piezas hábilmente, el chavismo4F, que controla parte del
Estado, aun tiene tentáculos en el poder, es el sector que ha sido
criminalizado y señalado, que lleva el peso más grande con las sanciones de
EEUU y el que teme que al final sea entregado, de allí la “guerra interna”.
Si Nicolás no logra avanzar, al final le pasará lo mismo que
Rajapaksa, al menos los chinos si son pragmáticos y estos son negocios de muy
grande calado, de mucha envergadura como para esperar consideraciones
ideológicas.
Los chinos y rusos no descasarán hasta ver el escudo guayanés
destruido y saqueado totalmente, hasta no sacar de allí la última pepita de
oro, porque eso es parte de la estrategia global de esos aliados, contra la
moneda de hegemonía mundial: el dólar. 05/12/2018
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