El abstencionismo como expresión de la histeria colectiva ~ En Efectivo

12 dic 2018

El abstencionismo como expresión de la histeria colectiva

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

La crisis venezolana ha hundido a la población en lo que se denomina la “locura colectiva”. Se trata de un trastorno psicótico compartido que sufre la masa, esto es propio de pueblos en crisis, no es la primera vez que sucede. Cuando se habla de psicosis, se refiere a creencias paranoicas o delirantes, ideas que se transmiten de una persona a otra.  



Una mayoría que alega haber “ganado” por haberse abstenido en unas elecciones, a pesar de ser 80% no necesariamente tiene la razón, porque bajo ese razonamiento, entonces la mayoría que eligió a Chávez en 1998, ¿Tenía la razón? Demostrado ha sido que estaban equivocados.


El desastre político en la oposición es enorme. Una muestra es el estado Mérida, el desatino del gobernador Ramón Guevara, que un día dice que no se debe votar y al otro día dice que sí, en medio de sus enfrentamientos con el alcalde del municipio Libertador, Alcides Monsalve, han hecho que no sólo perdieran el concejo legislativo, sino la mayoría de las cámaras municipales, en un estado de voto duro de oposición.

¿Qué son las criptomonedas? 

A lo anterior se suma la histeria colectiva que desata un sector que como inductor principal, crea la idea paranoica que no votando, el madurismo terminará fuera del poder y como una epidemia se transmite de una persona a otra, dentro de ese mismo grupo cultural, en que todos terminan creyendo una idea falsa, víctimas de la crisis general que hay.

En ese mismo estado, en los municipios Pinto Salinas y Guaraque, no se dejaron afectar, se unieron, salieron a votar, montaron su padrón electoral, defendieron sus votos y mantuvieron sus cámaras municipales. Lo mismo ocurrió en Monte Carmelo en Trujillo, en San Antonio de Los Altos en Miranda, en Maneiro en Nueva Esparta.

Sobre el aspecto técnico, legal, constitucional y demás, de las elecciones en esta tiranía anárquica del chavismo/madurismo, es una discusión mucho más amplia y profunda.

Lucha integral
Hasta ahora, se ha perdido una de las armas de la lucha, el voto. Un sector dice que no es con elecciones que habrá una salida y pasados los 20 años, en el terreno electoral se tiene cuantiosas derrotas, pero nadie explica por qué se ha perdido tanta elección, algunos se quedan con aquel mito del “hacker ruso”, una idea difundida por el chavismo/madurismo desde sus laboratorios.

Y no es sólo con elecciones que se saldrá de esta tiranía anárquica, menos en una situación de división interna de los factores políticos democráticos. Es un error dividir la forma de lucha, asegurar que no es con votos, sino con “la fuerza”.

Es con elecciones, con “la fuerza”, con resistencia, con reclamo social, con la protesta y la agitación política, con la lucha pacífica, con la denuncia, con la actividad en las redes sociales, con la expresión cultural y popular, la defensa de los DDHH, con el apoyo de la comunidad internacional.

Se trata de una sola lucha, en distintos terrenos, con distintas herramientas. Una lucha integral para hacer frente a una crisis integral. No una lucha sólo electoral para que unos zagaletones terminen en cargos públicos como gobernadores o alcaldes y ni siquiera pueden luego coordinar para limpiar una ciudad tan pequeña como Mérida, siendo del mismo partido político incluso.

No hay estadistas en la oposición, así como mucho menos en el chavismo/madurismo y ello ha permitido que la mediocridad se haya colado hasta altos niveles, desde los cuales venden la idea paranoica, de que no haber votado, ha sido la mejor forma de enfrentar a la tiranía, o de que la crisis, es una “guerra económica”.

El estúpido macartismo
Entre los efectos de la locura colectiva venezolana, es que ahora se acusa de “traidores” y “colaboracionistas” a quien se atreva a hablar del voto, por supuesto los insultos, como único argumento de la masa delirante no escasean.

Una referencia es la histeria política desatada en Estados Unidos entre 1950 y 1959 por el senador Joseph McCarthy, a quien se le debe ese período de “cacería de brujas” llamado el “macartismo”, una campaña sensacionalista contra personas acusadas de comunistas en funciones de gobierno.

McCarthy desató una histeria, una persecución, con la que no pudo probar nada en los casos que señaló, pero que se transmitió como enfermedad a la sociedad generando censura, obligando a personajes como Charles Chaplin y Jospeh Losey a irse de EEUU, en una supuesta defensa de los valores americanos, en medio de la crisis de la Guerra Fría, se impuso esa forma de demagogia en la psiquis colectiva. Por cierto, terminó derrotado y murió por sus problemas de alcohol.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Muchísimas gracias por dejar sus comentarios

SUSCRÍBETE AL NEWSLETTER

Registra tu e-mail acá:

Debes verificar el enlace que te llega a tu e-mail para poder activar la cuenta

Delivered by FeedBurner