El precio del petróleo, las tasas de interés de EE. UU. y la licencia de Chevron para operar en Venezuela, como claves para 2026
A pesar de que el gobierno de Estados Unidos dio nuevamente una licencia para las operaciones petroleras de Chevron en Venezuela, aún es temprano para celebraciones. Todavía hay algo de incertidumbre en el camino de lo que podría ser una recuperación económica en Venezuela, en todo su sentido.
Todavía hay una amenaza y es el precio del petróleo. Además de la caída del valor del dólar en todo el mundo, en medio de la estrategia económica que aplica Washington para tratar de evadir una de las peores crisis que podría producirse, que tiene que ver con el gigantesco endeudamiento de Estados Unidos y su amplio déficit. Pero la actual caída del precio del petróleo esconde una clave, que podría despejar lo incierto frente a 2026.
Petróleo barato fluyendo por el mundo
El precio del petróleo se encuentra en una clara tendencia bajista desde junio de 2022. En el caso del WTI, perdió un soporte ubicado en 64 dólares y apunta a una caída hacia los 60 dólares. Entre las principales razones del retroceso, destacan el aumento del bombeo de la OPEP+ y Arabia Saudita, que luchan por recuperar cuotas de mercado frente a los productores norteamericanos. Otra de las razones es la geopolítica. Desde Estados Unidos se puso fin a la guerra corta entre Israel e Irán, ya que la administración Trump requiere un alto flujo petrolero en todo el mundo, para que por sus altos volúmenes los precios caigan, como se explicó en entregas anteriores.
La Casa Blanca requiere un petróleo barato, que quite presión inflacionaria. Una menor inflación le permite a la Reserva Federal reducir las tasas de interés. Es público y notorio que Trump tiene meses exigiendo a la FED, tasas más bajas. Una reducción de las tasas de interés, ayudaría a que los rendimientos de los bonos de deuda de Estados Unidos también caigan. Con tasas más bajas, se reduce la cantidad de intereses que el gobierno estadounidense debe pagar por deuda. Actualmente, solamente en intereses, debe pagar más de dos mil millones de dólares diariamente y esto hace que el déficit no se pueda reducir.
Así que más allá de asuntos políticos o ideológicos, Washington permite nuevamente las operaciones de Chevron en Venezuela, porque su política requiere de mucho petróleo, sin importar quién lo bombee. Además, sabiendo que se requiere mucho petróleo, esto hace caer el precio, así que los productores norteamericanos, sin más remedio, están cerrando plataformas todas las semanas, según los datos de Baker Hughes.
Los efectos en Venezuela
Aunque Venezuela pudiera sentir un alivio porque se reactivó la licencia petrolera a Chevron, todo no es color de rosa todavía. La caída del precio del petróleo merma ingresos, si no se producen nuevos aumentos de volumen de producción. Además, al caer el precio del petróleo, se debe comprometer más barriles para pagar la deuda con China, ya que así es el acuerdo.
En junio de 2022, el WTI costaba más de 120 dólares el barril, mientras el precio del dólar en Venezuela, según el reporte del BCV, era de 5,18 bolívares. Para marzo de 2023, el precio del petróleo alcanza mínimos de 67 dólares, y el dólar en Venezuela, subía a 24 bolívares. Luego, el petróleo se mantuvo en un rango de precios de un máximo de 94 dólares y un mínimo de 65 dólares. Esto coincidió con una estabilización del bolívar, que pudo mantener el precio del dólar entre 24 bolívares y 36 bolívares, desde mayo de 2023, hasta octubre de 2024.
La llegada de Trump al poder coindice con nuevas caídas del precio del petróleo. Llevando al hidrocarburo desde máximos de 80 dólares, a mínimos de 57 dólares. Esto coincidió con una fuerte caída del bolívar, que, desde octubre de 2024, hizo disparar al dólar desde 37 bolívares a 133 bolívares en agosto de 2025. Hay que tomar en cuenta que el cambio de gobierno en Estados Unidos, hizo que previamente el BCV tomara previsiones y abandonara la política de anclaje, que le permitió la estabilidad por 17 meses, para pasar a una política de minidevaluaciones diarias y así reducir en lo posible, presiones cambiarias, que desataran mayores distorsiones en la economía real, como lo hubiese sido el desabastecimiento de bienes y servicios.
¿Nueva fase de estabilización?
Caracas todavía tiene turbulencias por delante. Es altamente probable que el precio del petróleo siga experimentando caídas este y el próximo mes. Los más nuevos reportes económicos de Estados Unidos así lo indican. El más reciente, del pasado 1 de agosto, muestra que las nóminas no agrícolas (NFP), siguen cayendo. La creación de empleos se está desplomando desde julio de 2021, cuando se reportó 939 mil nuevos empleos creados, mientras el último reporte es de apenas 73 mil nuevos empleos. Hay que tomar en cuenta que el peor registro fue de julio de este año, con solamente 14 mil nuevos empleos, el más bajo desde la pandemia. Menos empleos sugiere menos consumo de gasolina y si la OPEP+ y Arabia Saudita siguen aumentando la oferta, Venezuela también tendría que hacerlo.
Otro dato que confirma lo anterior es el de inflación. El CPI de Estados Unidos cerró en 2,7% el mes pasado, por debajo de las expectativas de 2,8%. Este dato fue visto como moderado y alimenta la narrativa de un “aterrizaje suave” de la economía estadounidense.
La caída del precio del petróleo a zonas entre 60 dólares y 55 dólares, va a generar nueva presión, así que el BCV tendrá que mantener su política de minidevaluaciones diarias, en caso de que Venezuela no pueda aumentar su producción petrolera.
Si las variables no cambian, y la tendencia actual se mantiene tal cual, el precio del dólar (BCV) para finales de año, podría estar en 190 bolívares.
Sin embargo, al final del túnel parece haber luz. Para el próximo 17 de septiembre será el nuevo anuncio de las tasas de interés de la FED. Según los datos de CME Group, en el mercado de futuros de fondos federales, los inversores tienen apuestas de 99,9% de probabilidades de que la FED haga un nuevo recorte de la tasa de interés en 25 puntos básicos, para lelvarla a 4,25%. Un recorte de tasas debilita al dólar y fortalece los activos de riesgo, como el petróleo. Un repunte del precio del crudo y la nueva licencia de Chevron, podrían ayudar a aliviar algunas presiones cambiarias en Venezuela a finales de 2025.
Para Washington y Caracas, que el petróleo baje actualmente les hace coincidir en sus objetivos. Un petróleo más débil coadyuva a que la FED haga recortes de tipos, que así Washington lo necesita. Un recorte de tipos tendrá un efecto rebote en el precio del petróleo, dentro de un rango que seguramente no superará los 80 dólares, pero tampoco permitirá una caída por debajo de los 50 dólares, y esto le funciona a Caracas, ya que le traerá una mayor estabilidad y menos incertidumbre para 2026.
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