Después de la reunión Cabello-Shannon, este es otro país políticamente
hablando. ¿Era pensable unos dos o tres años atrás que los chavistas en las
bases, terminaran saqueando los mercales y pedevales, siendo que tuvieron una
campaña, “cuida tus logros”?
¿Quién podía creer hace un año, que las fuerzas militares y policiales
arremetieran en los sectores populares con toda la maquinaria represiva
disponible en la llamada OLP?.
Si se comparan los eventos de 2014, en que hubo 42 muertos, con la OLP,
van más de 80.
¿Shannon ha exigido que se desarme a los grupos radicales del chavismo?
Sí, eso es así.
Lo que ha ocurrido previo en la oposición, de apartar a los factores
políticos radicales, a través de las inhabilitaciones, fue un linchamiento
político, que desató debates intensos en el seno de la unidad democrática y a
pesar que no a todos les gustó, disciplinadamente otros lo han aceptado, porque
el momento que se vive no es de protagonistas, sino por el rescate del país.
Al apartar a los factores radicales, de quedar en la AN, los sectores
moderados de oposición quedan para dar la cara y sacar adelante las elecciones
parlamentarias, aun con el respaldo de algunos en la postura radical.
Pero hay que mirar a la otra acera. Allá adentro en el PSUV, las
diferencias son mucho más fuertes que dentro de la MUD. Por ejemplo, decidir
que se tiene que desarmar a los que una vez fueron considerados la vanguardia
para la defensa del “proceso”, en que ahora la otrora “unión cívico-militar”
quedó en el pasado, tiene sus costos políticos en lo interno y tienen que
hacerlo, porque Shannon está observando que se haga, o si no... Los padrinos de
estos grupos o tragan grueso, o les toca la suerte de Giordani, Navarro, Evans,
Elisa Osorio y el más reciente, Jesse Chacón.
El otro problema, es que las mafias importadoras que tienen acceso a
los pocos dólares en Bs 6,30, pujan porque no se acabe el gigantesco negocio
con el que se enriquecieron. Todos están claros, esta mal llamada “revolución
chavista”, ha sido posible gracias al control cambiario, el control de Pdvsa,
en una Venezuela con una economía libre, no es posible, se acaba. Aristóbulo lo
ha chillado en reiteradas ocasiones, sin importarle que el pueblo pase hambre,
escasez e inflación.
Sin más remedio, el régimen tarde o temprano cederá los controles.
Viene la liberación de precios, del dólar y la caída del precio petrolero debe
ser sustituida por un motor productivo nacional, eso es lapidario en el
chavismo. Ya no hay ni dólares, ni producción, lo que queda es el ajuste
clásico.
El drama en el chavismo es que les ha tocado a ellos mismo asumir la
realidad, recoger a sus demonios. Comenzar el cambio económico o por lo menos
dejar que se haga y Shannon estará allí, respirándoles en la nuca el día de las
parlamentarias. Después de éstas, cuando se tenga que hacer el ajuste económico,
incluyendo el aumento de la gasolina, ya no debe haber grupo armado en este
país, que pueda reaccionar y provocar una oleada de violencia en las calles, por
un reducto chavista, ya sin asistencia y recursos, volteado al régimen. ¿De los
radicales opositores? Digamos que el ala chavista que pretende sobrevivir, y
termine perdiendo las elecciones, que sea con el factor opositor moderado, hay
quienes temblaban en el PSUV, pensando con una Corina Machado, un Scarano, un
Ledezma, como presidente de la AN. Digamos que Shannon, afloja y está de
acuerdo con que los radicales, de lado y lado sean apartados, en todo caso
aspira a que surja un clima de negociaciones y de menos confrontación, por eso
los presos políticos, seguirán saliendo, semana tras semana.
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