Entre las distintas
variables que existen sobre la crisis en Venezuela, el tema ambiental ha sido
dejado a un lado, siendo este un factor de suma importancia, que se relaciona
con el proceso de destrucción de la economía venezolana, de la manera en que
este país ha sido sometido a un cambio sustancial, de dejar de ser un estado
paternalista, para terminar en convertirse en un país liberal, pero por razones
ambientales. El mundo nos cuestiona y nos ha condenado de hecho.
Venezuela, es uno de los países en desarrollo que más contamina en el mundo, con niveles de países en Europa, pero sin la calidad de vida que hay en esas nacionaes |
Venezuela emite 6,95
toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) per cápita. Superamos a México,
con 3,76 tm, a Brasil con 2,15 tm, emitimos más de la mitad de Rusia que tiene
12,23 tm, superamos a China, con 3,19 tm, contaminamos más que Francia, Portugal,
Italia, que España, contaminamos 75% como los alemanes, que tienen una tasa de
9,11 tm, emitimos CO2 por persona, como lo hacen juntos Colombia, Ecuador, Perú
y Bolivia. Se puede decir que 30 millones habitantes, lanzan a la atmósfera, lo
que 715 millones en Europa, pero sin tener el desarrollo de las potencias
europeas. Son datos del Centro de Análisis de Información sobre Dióxido de
Carbono de Ciencias Ambientales del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, en
Tennessee, EEUU. Contaminación por quema de combustibles fósiles, fabricación
de cemento, quema de gas, consumo de combustibles sólidos, líquidos, gaseosos.
Quizá Venezuela es uno de
los pocos países en el mundo, en que un ciudadano mantiene encendidas todas la
luces de su casa, sin necesidad, el televisor sin que nadie lo vea, los
acondicionadores de aire durante casi 24 horas en habitaciones vacías, un país
en que el uso del vehículo es extremo, hay quienes incluso se mantienen en
estacionamientos, con el carro encendido, con el aire acondicionado, mientras
espera largamente a otra persona que realiza alguna diligencia, pagando en un
banco, cortándose el cabello en un centro comercial.
No es un secreto el
despilfarro energético en Venezuela, producto del bajo costo de la energía y
los combustibles, siendo esta una de las razones, por la que este país,
atraviesa ahora una especie de transición, en que el bajo consumo, la caída
productiva, la caída de producción de gasolina, el cierre masivo de empresas
manufactureras y los daños a la industria petrolera, tienen al país en una
profunda crisis económica, política y social. Se está produciendo del
despedazamiento del viejo estado paternalista.
El impacto global
En 2008, se publica el “Ranking
de ciudades portuarias con alta exposición y vulnerabilidad a los extremos
cambios climáticos”, es un documento producido por la OCDE, que tiene
estimaciones sobre el impacto mundial de la subida de los niveles de los mares,
por el derretimiento de los polos, por los efectos del calentamiento global.
Presenta las 136 ciudades portuarias en riesgo de sufrir eventos similares al
ocurrido en Nueva Orleans, con el huracán Katrina. En términos de población,
las principales ciudades expuestas son Mumbai, Guangzhou, Shangai, Miami,
Ciudad de Ho Chi Min, Kolkata, Nueva York, Osaka-Kobe, Alexandría y Nueva
Orleans. En cuanto a los activos expuestos, a perderse, destacan Miami, Nueva
York, Nueva Orleans, Osaka-Kobe, Tokio, Amsterdam, Rotterdam, Nagoya, Tampa, San
Petesburgo y Virginia Beach. Todas estas ciudades suman 5% del PIB mundial
actual, lo expuesto a perderse, 3.000 billones de dólares.
Las 136 ciudades portuarias y zonas costeras en riesgo en el mundo, según un informe de la OCDE, luego del desastre en Nueva Orleans por el huracán Katrina |
En China se ubican 14
ciudades portuarias en riesgo, se incluyen puertos marítimos y zonas costeras. En
EEUU son 17 y en Brasil 10. Sólo estos tres países, suman 30% del total. Se
incluyen 16 puertos de aguas profundas y dos terminales importantes de
petróleo.
Los chinos en Venezuela
En EEUU, los demócratas
favorecen el discurso ambientalista, mientras los republicanos señalan que la
industrialización y la actividad humana, nada tiene que ver con el
calentamiento global. Un debate que encierra intereses económicos y políticos.
El 14 de noviembre, de
2014, en la revista ZETA, este autor publicó datos sobre un informe en el que
expertos chinos, analistas en Pekín, directivos de bancos y empresas petroleras
concluían que la inversión de China en Venezuela, era seguir lanzando dinero a
un barril sin fondo. Los asiáticos, en su expansión, toparon con el chavismo,
controlado políticamente por el castrocomunismo, y en una meteórica carrera de
inversiones, se lanzaron a prestar al “socialismo del siglo XXI”, que incluso
levantó las banderas ecologistas, por Hugo Chávez, 50 mil millones de dólares,
con la promesa de cambios sustanciales en el país, que incluso debían incidir
en el asunto ambiental. Hugo Chávez vendió las patentes de Orimulsión a los
chinos, pero los asiáticos no contaron, que el desorden del chavismo, que
derivó en la peor corruptela jamás vista en este país, lo que hizo fue
complicar el asunto, llevar al fracaso el objetivo chino de tener acceso a la energía
venezolana de manera segura y menos contaminante.
Matt Ferchen, profesor asociado de la Universidad de Tsinghua
y académico residente de Carnegie-Tsinghua del Centro de Política Global, ha
realizado investigaciones al respecto. Los chinos de algún modo han intentado
tutelar al chavismo, en esa relación oscura con Cuba.
Se cita de ZETA (14/11/2014):
“Implicaciones ambientales por el
coque
Esa montaña negra acumulada por años en el Complejo Criogénico de Jose,
en Anzoátegui, es coque. Residuo del proceso de mejoramiento de crudo. El extra
pesado venezolano contiene mucho ácido, azufre, una gran proporción de carbono
al tener sólo 8,5 grados API. Este residuo se produce también en las refinarías
de Citgo en EEUU y se lleva a Asia, se usa para quemar en plantas
termoeléctricas. El coque se está convirtiendo en una gran debilidad de usar
crudo extra pesado, debido a su impacto ambiental.
Quemar el coque resulta más contaminante que el carbón mineral, produce
más cenizas y residuos metálicos, acelera el efecto invernadero, es un punto
clave de los ambientalistas dentro del debate de la energía segura, quienes se
animan a sugerir que el extra pesado no debe seguir usándose en las actuales
medidas.
En los acuerdos ambientales entre EEUU y China, reducir el consumo de crudo extrapesado, ha sido de los propósitos, acuerdos que quizá Donald Trump rompa. |
Se busca energía más segura
El crudo extra pesado de Venezuela está en el ojo del presidente de
China, Xi Jinping, quien ha dicho que hay “un nuevo tipo de gran relación de
poder”. Se trata de una nueva modalidad de diplomacia, la cooperación y la no
confrontación. Esto está incluido en la cooperación entre EEUU y China sobre la
seguridad energética. Ya se ha visto en el caso de la inestabilidad de Ucrania,
ahora se comenzará a ver en el caso de la crisis política y económica de
Venezuela, además del tipo de crudo que en este país se produce.
La diplomacia norteamericana ha insinuado que América podría ser el gran
productor de petróleo para el mundo, y propone en Asia seguir el modelo
norteamericano, promoviendo la producción petrolera no convencional, menos
contaminante y más estable.
Venezuela en la mira
El fracaso político y económico en el país, podría ser el factor que
determine a los chinos a profundizar sus conversaciones en materia de
cooperación con el gobierno de Estados Unidos. Los académicos y analistas
chinos que proponen, que Pekín debe asegurar su provisión energética, son
asiduos que así sea.
Entre las propuestas de los analistas que revisan el futuro energético,
se ha dejado saber que el uso del crudo extra pesado de Venezuela, pudiera ser
regulado. Se piensa entonces cómo hacerlo en el marco de la cooperación y la no
confrontación. También el objetivo está puesto en las arenas bituminosas de
Canadá, Ferchen señala que sería un nuevo precedente de llegarse a un acuerdo
más profundo, en que ambos países compartan el control de sus “patios
traseros”, en función de garantizar un flujo energético, seguro, limpio y
constante.
Ese mismo año, también en
noviembre, se produce el acuerdo histórico entre EEUU y China, en que el tema
fue el cambio climático y los compromisos de reducir la emisión de CO2. Se
entiende entonces que en ese tema inciden reformas económicas, que colidan con
los intereses de republicanos, lo que permite descifrar de antemano, el
discurso de Donald Trump, contra China.
Laudato Si
En esa línea, entra el Papa
Francisco, quien en junio de 2015, publica la encíclica del cambio climático, Laudato
Si, en concierto con los planteamientos de los demócratas y el acuerdo con
China. El Papa cargó contra el actual sistema económico y se refirió a la
degradación medioambiental, por lo que sobraron las acusaciones en su contra de
“comunista”, desde sectores conservadores.
La crisis de Venezuela
Venezuela venía de las
elecciones entre Henrique Capriles Radonski y Nicolás Maduro, que este último
ganó, luego que el candidato opositor no supiera dar lectura al entorno global,
y enfilar contra los intereses norteamericanos, de que el petróleo venezolano
fluya por todo el continente, en el marco de programas como Petrocaribe y bajo
la tutela de Cuba, que de alguna manera ha debilitado a Venezuela, económica,
social y políticamente, ante el mundo y que ha tenido respaldo de prácticamente
toda Latinoamérica, de EEUU y Europa. Cabe recordar que Capriles, de postura
nacionalista, ofrecía acabar con “el petróleo regalado a los países chulos”, lo
que le ganó adversidad de los demócratas estadounidenses, dubitativos en el
asunto geopolítico que montó el chavismo para ganar espacios en la región y
control de la OEA, y que al mismo tiempo evitaba gastos del presupuesto
norteamericano para mantener la región estable, a los países inviables de
Centroamérica y el Caribe, ahora dependientes del petróleo venezolano.
Actualmente Venezuela sufre una
profunda crisis económica, social y
política. En el marco de la visión ambientalista global, este país, no
es el único sufre los efectos de las decisiones de las grandes potencias, que
hacen lo posible por evitar que en escasos 20 ó 40 años, su ciudades comiencen
a ser impactadas por el alza de los niveles del mar. Libia, bajo el mando de
Gadafi, sufrió la “primavera árabe”, que derivó en el derrocamiento del
dictador, pero es que Libia en África, es un país con emisiones CO2 de 9,77 tm
per cápita.
Las potencias desarrolladas, en
todo caso son las que más contaminan, pero en esos países no sacrifican la
calidad de vida de sus habitantes, cuando pueden lograr, a través de gobiernos
títeres, con visiones tan erráticas y “empasteladas” como el chavismo, que
naciones en vías de desarrollo, detengan su avance, como ha ocurrido en
Venezuela, al entrar en su peor crisis y al estar amenazada en su soberanía,
siendo la entrega de esto último, condición para su rescate o recuperación. En las
grandes potencias, los ciudadanos pagan la energía eléctrica, según lo que
realmente cuesta, lo que les obliga a moderar el consumo, igual pasa con los
combustibles, en los grandes centros de poder, se hará la pregunta ¿Qué derecho
da a los venezolanos, derrochar la energía como lo hacen y no pagar por ella?.
Comenzando 2017, México dio el paso y puso fin a subsidios y precios bajos de
la gasolina, Argentina va en la misma línea, Venezuela no será la excepción, es
una decisión de quienes dirigen, desde afuera, y de quienes detentar el poder
dentro del país, es cuestión de tiempo.
Obama, sin penas ni glorias
No tenía que ser de la forma
trágica en que ha ocurrido. El cambio en Venezuela fue confiado a los peores
gestores: al chavismo. Para meter a Venezuela en el carril del cambio en el uso
de la energía, se ha adoptado la peor estrategia, el resultado de un gobierno
timorato de Batack Obama en EEUU. El chavismo llevó al traste los planes, por
la corrupción, que hoy el Departamento del Tesoro tiene en cuenta, en el mayor
robo que se la haya hecho a un país, sin medicinas, sin alimentos, con presos
políticos, violaciones de Derechos Humanos, con una crisis social sin
precedentes, sin instituciones y a punto de perder su soberanía, no tenía que
ser así, con el actual sufrimiento de toda una nación, pudo ser de otra manera,
los venezolanos lo hubiésemos entendido. Compréndase ahora por qué
Latinoamérica abandonó a Venezuela, por tantos años.
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