De manera fraudulenta, la “constituyente” pretende asumir funciones de
la Asamblea Nacional, con el objetivo de buscar negociaciones con bancos
extranjeros, fondos buitres, rusos y dar “legalidad” a operaciones de remate de
activos de la República
Por Alex
Vallenilla / @alexvallenilla
El pasado viernes, la “asamblea constituyente” (AC), decretó que
asumía las funciones de la Asamblea Nacional (AN), porque la directiva no se
presentó ante la primera a subordinarse. Enseguida las alarmas se encendieron.
En un artículo anterior, se explicaba el objetivo principal de
la AC, sustituir de alguna manera a la AN, para poder asumir la legitimidad que
tiene la AN, electa por 14 millones de venezolanos en 2015, para autorizar al
Poder Ejecutivo, para la emisión de deuda y la renegociación de la existente y
darle respiro financiero al caótico régimen de Nicolás Maduro. Hasta ahora
todos los esfuerzos han fracasado.
Los principales funcionarios encargados de los asuntos financieros,
están incluidos ya en la lista OFAC, sancionados por el gobierno
norteamericano, esto trae sendos inconvenientes para llevar adelante negocios,
compra y venta de activos de la República Bolivariana de Venezuela, para emitir
deuda, ya que ningún banquero en el mundo, quisiera tener en sus oficinas a
personas con la sanción mencionada.
La AC, intenta de esa forma enviar un mensaje de “tener todo bajo
control”. Si bien en lo interno, la AC se constituye en un ente represor,
perseguidor, ya que aun tiene domino de mandos en cuerpos policiales, de
inteligencia y militares, en lo externo, sus acciones son nulas e ilegítimas. El
sector radical con tal medida, sólo busca generar presión, zozobra, en la
población, en los partidos políticos y en los electores que si están dispuestos
participar en las elecciones regionales.
Si la AC lograra que los bancos internacionales les hicieran nuevos
préstamos, o nuevas emisiones de crédito, en ese caso no habría mucho qué
hacer, sin embargo, ya son varias las instituciones financieras globales, que
se han apartado de los negocios con el régimen oficialista, así como de
operaciones de compra y venta de activos financieros. Por ahora sólo tienen a
los rusos, quienes aprovechando el derrumbe del Estado de Derecho en Venezuela,
hacen apuestas muy riesgosas para ellos, cautelosamente entregan créditos de
muy bajos montos, para que se les pague con envío de petróleo, en operaciones parecidas
con China, el más reciente es el de 1.000 millones de dólares. Los rusos tienen
sendas preocupaciones, los cuales al no poder materializar las acciones de
Citgo en EEUU, debido a las sanciones que tiene Rosneft, han pedido que les
cambien por bloques en la Faja del Orinoco, hasta ahora, según reportes
confirmados de Reuters, han recibido al menos unos 55 mil kilómetros cuadrados,
en negociaciones con el tema de los hidrocarburos, sin la aprobación de la AN. 19/08/2017
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