Tillerson viene... y viene arrecho con un sector del chavismo y de la oposición ~ En Efectivo

28 ene 2018

Tillerson viene... y viene arrecho con un sector del chavismo y de la oposición



En el artículo anterior cerraba así: “Hay que esperar por los movimientos de Trump”, luego de que el régimen de Nicolás hiciera un llamado a elecciones presidenciales, fuera de la negociación que se venía haciendo en República Dominicana. No pasaron 24 horas cuando se anunciaba que Rex Tillerson, ex presidente mundial de la Exxon Mobil y ahora Secretario de Estado de EEUU, hará un viaje a los países del Grupo de Lima, en que se reúne la comunidad internacional que tutela las negociaciones políticas en Venezuela.



Es bien significativo. El régimen logró llamar la atención de uno de los hombres con más poder en el planeta y es que no es para menos, Tillerson fue sorprendido por una jugada audaz. La Asamblea Nacional Constituyente (ANC), anuncia adelantar las elecciones presidenciales, de manera unilateral, el oficialismo dijo que se harían unas nuevas elecciones, cuya convocatoria fue de una vez condenada por los factores extranjeros.

Antes hay que aclarar, que Exxon Mobil, tiene sendos intereses en Venezuela y Guyana, con el hallazgo de gigantescas reservas petroleras en el mar que es parte del territorio en reclamación. La petrolera ha apoyado a Guyana, país que se abroga la territorialidad de la zona, Tillerson espera que para este año los tribunales internacionales fallen a favor de Guyana, para invertir los primeros 5 mil millones de dólares en la explotación del recurso, pero para eso requiere que Venezuela tenga estabilidad política. Llegar hasta aquí le ha servido mucho a los intereses extranjeros, puesto que la situación de ilegitimidad e ilegalidad en que han caído la mayoría de los jerarcas del chavismo, pillados con sendas fortunas en otros países, les ha valido sanciones que les mantiene congelados los activos saqueados a Venezuela por años, las potencias que ven a Venezuela debilitada, adelantan su plan de quedarse con los hidrocarburos, a cambio de ayudar en producir un cambio político para sacar a la población de la depresión a la que ha sido hundida, los jerarcas del régimen, en República Dominicana exigieron impunidad, pidieron que les quitaran las sanciones, para acceder a procesos electorales supervisados por los extranjeros y bajo otras condiciones, entre ellas la sustitución de los rectores del CNE.

Llegaron las sanciones de parte de Europa, una nueva tanda. Los europeos de esa manera se alinean a la estrategia de Trump, mantener a los dirigentes rojos arrinconados para que estos en pleno desespero entreguen todo, sin embargo, no todos podrían irse, porque alguien tiene que pagar lo que ha ocurrido, Rafael Ramírez, que ha sido entregado, terminó negociando su situación con el Imperio, de allí el ataque visceral de parte del sector radical que viene percibiendo que incluso los rusos están alineados con EEUU, lo que les permite concluir que en cualquier momento Putín los termine negociando y es que Rusia, que pretendía quedarse con la mitad de Citgo en EEUU, tuvo que cambiar sus aspiraciones y espera que al menos la Faja del Orinoco sea controlada por estos, mientras Exxon Mobil controlaría las gigantescas reservas del Esequibo.

La convocatoria a elecciones presidenciales, sería parte de un acuerdo paralelo, en que un sector de la oposición y un sector del régimen, han mantenido conversaciones paralelas a las de  República Dominicana. El grupo de jerarcas rojos que sabe que no tienen manera de huir, podría estar buscando un giro en todo esto, y entregar el gobierno a un sector de la oposición que se comprometa a no perseguirlos y no entregarlos al extranjero, a cumplir un acuerdo que les proteja, para ello el sector militar sería el garante de que tales condiciones se cumplan. Uno de los operadores políticos más hábiles que tiene el régimen, José Vicente Rangel, estaría fungiendo de intermediario entre estos sectores, que tienen algo en común: no tienen el respaldo de la comunidad internacional.

En esa situación, no tendría sentido para el oficialismo que Nicolás repita como presidente, porque al ser condenado por la comunidad internacional, su situación queda peor, no sólo la ANC no tiene el reconocimiento que clama, sino el Poder Ejecutivo y sería una justificación para una intervención, al declararse como Estado forajido por todo el mundo. No sorprendería que la banda roja busque en factores de oposición quien asuma un compromiso de no persecución o agresión.

Se presenta entonces una situación mucho más compleja. Las potencias que han tutelado la crisis venezolana, tienen prácticamente sus objetivos alcanzados. Que llegue un nuevo gobierno, digamos de parte de un candidato de la oposición, significa un cambio de toda la situación, se pondría en riesgo todo lo que hasta ahora los norteamericanos y rusos se han trazado, ahora en compañía de los europeos, repartirse los despojos de Venezuela, en medio de la falta de institucionalidad y Estado de Derecho, que hasta ahora ha forjado el chavismo con su forma de fascismo, con sus crímenes al violentar toda la Constitución. Un nuevo presidente tendría que enfrentar con reclamos todo lo que la avanzada de compañías petroleras viene cometiendo en el marco del régimen madurista, cabe recordar que todas las concesiones entregadas por Nicolás no han sido aprobadas por la Asamblea Nacional (AN).


Tillerson se ha montado en un avión y no está dispuesto a dejar perder la presa. Si el candidato presidencial es Henry Ramos, Tillerson sabe que las condiciones cambian totalmente, la historia nos muestra que en 1945, Rómulo Betancourt, al asumir poder, impone condiciones nuevas a las compañías petroleras, casualmente a la Standard Oil, hoy se llama Exxon Mobil, implementó el primer contrato colectivo petrolero y luego en 1948 deja en manos de Rómulo Gallegos el trabajo de nacionalizar la industria petrolera, motivo por el que militares y civiles ligados al negocio, derrocan a Gallegos. 

Un nuevo gobierno de tipo opositor no sería aceptado en tales circunstancias por los norteamericanos, por los rusos que verían frustradas sus intenciones de materializar sus objetivos y por los europeos al ver como se desinfló Henrique Capriles, no les quedó otro camino que negociar con EEUU. Sorprende que Henry Ramos, el más experimentado político que tiene este país, pregunte a la comunidad internacional que si la oposición gana esas elecciones no sería reconocida, pretendiendo que si gana el oficialismo, se desconozca un gobierno de este último. 

Debe tenerse presente que la acción de la comunidad internacional es evitar a toda costa que se den estas elecciones. Se juega demasiado en esto. Si el oficialismo las ganara y no le cumplen al sector opositor comprometido en la conjura contra la comunidad internacional, sería el fin político de la actual dirigencia opositora, por lo menos en este ciclo, Nicolás tendría que jugar más cerrado con Putín, para evitar el zarpazo y arrebató gringo. 

Si la oposición ganara, las potencias y petroleras tendrían que entrar por el carril del Estado de Derecho que este grupo político estaría obligado a restituir o seguir el guión del madurismo en materia energética petrolera. Es fácil interpretar el mensaje de Henry Ramos, al confrontar a la comunidad internacional, al criticar a Almagro, Tillerson viene y viene muy arrecho. 28/01/2017

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