Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Se desarrolla el mismo “libreto” que precedió la caída de PPK en Perú, de Rajoy en España, de Martinelli en Panamá y Granger en Guyana.
El régimen chavista/madurista ataca a Juan Guaidó, como es de
esperarse en este conflicto. Un sector de la oposición, enmascara sus ataques,
con la “crítica”, desde aparatos mediáticos digitales. El sector político
denominado “la mesita”, también ha entrado en la batalla.
El presidente de la Asamblea Nacional, hizo un anuncio sobre presuntos
actos de corrupción de un grupo de diputados de la Comisión de Contraloría. El
diputado José Guerra había expresado semanas atrás que había una operación
“maletinazo verde”, de supuestos pagos a los diputados incursos en el hecho.
Diputados de VP, PJ, UNT, Cambiemos y del Bloque 16J, son señalados de
firmar cartas de buena conducta a una empresa ligada con Alex Saab, además de
participar en un viaje a Europa, supuestamente pagado por el empresario
colombiano, incurso en corrupción con la importación de alimentos para el CLAP
en Venezuela.
Esas cartas servían para proteger de sanciones de EEUU, a la empresa
de Carlos Lizcano, un testaferro de Saab.
El diputado José Brito no se hizo esperar, el lunes al mediodía dio
una rueda de prensa y explicó que todo es producto de una rebelión de 70
diputados que cuestionan a la directiva de la AN en el manejo de recursos.
Brito se apoyó en las denuncias del sector del Bloque 16J, que responden a las
líneas del Grupo IDEA y de PanamPost, respecto al “cucutazo”, un caso del cual
las autoridades colombianas no han dado resultado.
Brito también tomó denuncias de voceros del régimen, con la empresa
Monomeros, una filial de Pdvsa en Colombia, ahora bajo control de la AN, tal
como Citgo. Luego dijo que no apoyará la reelección de Guaidó como presidente
de la AN, el próximo 5 de enero.
La trama rusa
No es extraño lo que sucede, al contrario había tardado todo esto. La
caída de PPK en Perú, de Martinelli en Panamá, de Rajoy en España, de Granger
en Guyana, todos presidentes de línea occidental, tuvo como base la filtración
de supuestas pruebas de corrupción, que llevaron a los tribunales.
La inteligencia rusa trabaja arduamente en América Latina, el uso de
la tecnología y la captura de datos es esencial en esto. Se puede decir
prácticamente que donde hay foco del interés ruso, hay actividad cibernética en
la recopilación de información.
Los diputados señalados por Guaidó, van de frente. Con una labor de
inteligencia, compendio de datos, fotografías y hasta videos, enfrentarán a
quien dirige lo que denomina el sector político mayoritario, es el “gobierno interino”.
El diputado José Brito fue claro al decir que se abstendrá en la próxima
elección de la directiva de la AN.
Esperando en boca de caño
En medio de este caos el sector plutócrata o reaccionario, que ha
mantenido “críticas” contra Juan Guaidó, desde el Grupo IDEA y Panampost, aprovecha
las circunstancias para desatar campañas y sumarse, calculando que la caída de
Juan Guaidó abriría las puertas a que su candidata, María Corina Machado, asuma
las riendas o el control de la lucha opositora.
Sin acuerdos por el CNE
El giro que todo esto ha dado tiene su origen en la falta de acuerdos
para designar al nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE). Hay que recordar que
en negociaciones directas entre el madurismo y Washington, se logró que los
diputados del PSUV volvieran a la AN.
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