Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Si Maduro hubiese mantenido la política restrictiva, la escasez y la hambruna de Venezuela fuesen de las peores, lo que mantuviera las calles encendidas en todo el país
El pasado mes de noviembre, el dólar repuntó en Venezuela, luego que
se produjera un alza de 61,4% de la liquidez monetaria, a pesar que la administración
Maduro mantiene una política extrema de encaje legal. La emisión de bonos de la
patria, el aumento de salario mínimo y la caída en términos reales de la
recaudación de impuestos, obligan a que se siga emitiendo bolívares.
Venezuela tuvo una versión de "Black Friday", a pesar de la crisis económica que la azota |
El dólar cerró en Bs 44.187, un
mes antes cotizaba Bs 26.388,02, reportando una subida de 67,54%.
En Venezuela hay una demanda generalizada del dólar. Los venezolanos
están cambiando su moneda. También se usan euros, criptomonedas y hasta oro en
el intercambio comercial. Todos huyen del bolívar.
Desaceleración de la inflación
Nicolás Maduro ha intentado frenar la subida del precio de las monedas
y aunque sólo ha logrado desacelerar la hiperinflación y el avance del precio
del dólar, todavía no logra evitar la escalada.
La hiperinflación de 2018 cerró
en 825.000%, mientras la acumulada en 2019 se ubica en 5.515%, según los
reportes de la Asamblea Nacional (AN). Aunque los precios siguen avanzando, ya
no es de la manera acelerada como el año pasado.
De hecho, en materia de transporte, hubo al menos unos cuatro meses
que el precio de los pasajes se mantuvo estable.
Bonos inflacionarios
En medio de sanciones económicas y petroleras, el régimen de Maduro
todavía está obligado a seguir usando el bolívar. Actualmente se emplea como
medio de pago de la gran mayoría de operaciones en el país, sobre todo de los
trabajadores del sector público.
Maduro también emite “bonos de
la patria”, una ayuda que llega a quienes está afiliados y sectorizados a
través del “carné de la patria”, un instrumento que ha servido para canalizar
subsidios directos. Aunque el monto de los bonos no es suficiente,
significa algún aliciente para muchos en situación de pobreza total.
Estos bonos, que se generan con emisión de dinero, tienen impacto en
los precios, porque se trata de liquidez que va directo para el consumo de
bienes y servicios, produciendo daño económico a quienes no los reciben, ya que
son los que cargan con el costo del alza de bienes, cuando se monetizan estas
ayudas.
Atrapados en la burbuja del bolívar
El régimen de Maduro tiene grandes problemas en materia de déficit
presupuestario. Al menos logra recoger por la vía de los impuestos 133 millones
de dólares al mes, lo que no permite pagar salarios importantes a las nóminas
públicas, también limita gestión gubernamental.
A Maduro sólo le queda un sector que podría generarle ingresos para
dar algunas coberturas, se trata del negocio de la gasolina. En Venezuela hay
una fuerte escasez de combustibles, en las regiones las personas permanecen en
colas hasta por cinco días. Personal militar
y civil del chavismo, aprovecha las circunstancias y cobran hasta 1 dólar el
litro de gasolina, a quienes no están dispuestos a pernoctar, pero este
dinero no entra a Pdvsa o al Estado.
Maduro y el sector público, se encuentran atrapados con el bolívar. Emitir
más dinero para aumentar los salarios al ritmo de la inflación, sólo desataría
mucho más la subida de precios, dejando totalmente inútil la moneda nacional. Las
sanciones económicas, no le permiten tener acceso al sistema financiero global,
así que para poder mantener en pie aun algunas operaciones estatales, debe
seguir usando el bolívar.
Dolarización en desarrollo
El dólar seguirá su curso al alza hasta lograr tasas de equilibrio, en
medio de una dinámica de dolarización que ha asumido la población que huye del
bolívar. Según estudios de la firma
Ecoanalítica, hay un proceso de dolarización de al menos 40% y la ciudad con
más operaciones con el dólar, es Maracaibo, con 86% de registros de intercambio
comercial usando divisas.
Los trabajadores del sector privado tienen mejores ingresos que los
trabajadores del sector público. El comercio se ha vuelto más dinámico desde
los días de la escasez de inventarios. La liberación de precios y dolarización
del comercio, ha permitido un aumento de la oferta de bienes y servicios. Atrás
quedaron los días en que se hacían largas colas en Venezuela, para comprar
rubros a tasas controladas. Una parte de la población, entre 15% y 20%, logran
cubrir sus necesidades.
Giro para sobrevivir
Estos cambios económicos responden a una reforma, que el propio
Nicolás Maduro reconociera hace unas dos semanas en un programa de televisión. La
orientación económica que recibe es de parte rusa y china. Entre las exigencias
para seguir recibiendo apoyo extranjero, rusos y chinos han recomendado a
Maduro producir una apertura económica que le ha permitido sobrevivir un tiempo
más en Miraflores.
La liberación de precios, del
uso de divisas, de importaciones y exportaciones, de tasas de interés para
créditos comerciales, tienen efectos en la economía y el más notable es la
recuperación del abastecimiento de alimentos y medicinas, que ha evitado
nuevamente protestas callejeras en Venezuela y ha reducido la represión.
Si el régimen de Maduro hubiese continuado con la política
restrictiva, la escasez de alimentos en Venezuela hubiese sido la peor, lo que
hubiese lanzado a las calles nuevamente a las masas hambrientas.
Se espera todavía más. Ya entre las compañías petroleras que
participan en Venezuela hay acuerdos, para que se privaticen las operaciones de
Pdvsa. También se espera una oleada de privatizaciones de empresas estatales,
por ejemplo en el sector eléctrico, tal como lo han estado dejando saber
miembros del Grupo Boston, un grupo madurista para el lobby en EEUU.
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