Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
En Efectivo. Las sanciones petroleras aplicadas por EEUU contra Venezuela, han resultado contraproducentes. El primer objetivo de ello era poner presión para que Nicolás Maduro renunciara y al contrario ahora ha tomado control de la Asamblea Nacional (AN). Otro objetivo era evitar que la administración Maduro siguiera teniendo ingresos en divisas y ahora la situación es peor.
Venezuela sigue enviando petróleo y ahora no se sabe a quién. No se tiene conocimiento quien cobra y quien paga, ni el destino del crudo, de manera exacta. Las operaciones de recibir y enviar tanqueros con los aparatos de rastreo satelital apagados, con barcos a los que se les borran los nombres van en aumento. Desde Irán y a este país, se ha incrementado el intercambio de petróleo, oro, metales y minerales.
Cambio de política
Las autoridades norteamericanas están señalando que en ese oscuro comercio podría haber otras transacciones menos legales aún. Existen temores de que esta actividad sume facciones como las de la guerrilla colombiana y de grupos como Hezbollah.
Para la administración Biden es preferible restablecer el intercambio de petróleo por diesel con Venezuela. De esta manera se autorizarían empresas norteamericanas encargadas del intercambio, pero con registros fieles y transparentes. Los demócratas buscan que el orden vuelva y el primer paso concreto en unas negociaciones se estaría dando en ese sentido.
Además, que el diesel ayudaría a aliviar la situación que hay en Venezuela, con fallas en el transporte público y de carga, además de la generación de energía eléctrica en plantas térmicas. Esto aumentaría la circulación de alimentos y medicinas, además de facilitar también las operaciones de ayuda humanitaria de la ONU.