Siendo Leopoldo López un preso político emblemático, la decisión
política, más que judicial, de ponerlo a pagar condena por casi 14 años, es
también emblemática.
Uno de los puntos del acuerdo de transición entre Cabello y Shannon es
la liberación de los presos políticos, que en la medida de lo posible y para
evitar que la base chavista dura que aún queda se rebele, del lado venezolano
se ha ido cumpliendo, tal cual se ha previsto en este informe, cada dos o tres
semanas, se tiene noticias de otro grupo de presos políticos que van a dar a
sus casas, no libres, con medidas cautelares pero al fin fuera de los barrotes.
Los casos de Scarano y Ceballos, causaron escozor en el chavismo que todavía
cree que se hace “justicia”. El llamado comité de “víctimas de la guarimba”,
instancia política también, en el que pudiera haber uno que otro que crea que
se imparte justicia, debe conformarse con la sentencia de López, porque en
medio del impacto mediático de la condena a López, la primera que se supo y que
de inmediato nubló las mentes, que de inmediato se atormentaron, nadie prestó
atención a la decisión contra los cuatro estudiantes, que eran parte del juicio
político y que fueron enviados a sus casas, bajo régimen de presentación.
A López se la ha ofrecido que se vaya del país, y no lo acepta, porque
ha asumido su cárcel que le rinde grandes frutos en su futuro político. No
puede Cabello soltarlo y quedar en evidencia ante los pocos votantes que tienen
Maduro y el PSUV, la atomizada popularidad del chavismo, reducida a 15%,
terminaría de esfumarse, por blandengues a final de cuentas.
Con la medida se percibe que de este lado, en el pulso
Cabello-Shannon, el segundo lleva ventaja. El primero presiona hasta donde más
puede, a ver si desde afuera, le aflojan un poco. Esto es una guerra de
nervios, de pavores y pánicos, los de este lado viven aterrados de la
incertidumbre de perder el poder, los de afuera, los “gringos” temen que
Venezuela salga de control y termine impactando los mercados mundiales con una
moratoria de deuda soberana. Los días avanzan inclementes a la fecha del 6D y
otro de los puntos sobre la mesa es el de realizar esas elecciones y minimizar
la trampa en lo posible. Por ello la decisión contra López, desató toda clase
de pasiones, muchos de una postura “radical”, que no quieren que se haga
elecciones enseguida lanzaron un concierto de “no vale la pena votar”, de “ahora
dirán que esto se resuelven votando”, música para las oídos de Cabello.
Pero los días pasan y van descontando. La crisis de escasez e
inflación y ahora de desempleo, es inclemente y dura, es real, no es virtual,
no se experimenta en la red, sino en cada hogar venezolano. No comprender esto
es perder el tiempo en llamados que no tienen eco. El cierre de la frontera,
para evitar que buena parte de la comida se vaya al negocio del contrabando,
que dirigen en grandes volúmenes, las mafias de “enchufados” que controlan los
inventarios del país, junto con militares corruptos, tiene fin político, crear
un clima de abastecimiento nuevamente, con lo poco que se importa, a eso se le
suma la importación de carne que el propio Cabello cuadró con JBS SA, en
Brasil, para inundar al país con carne brasileña en este trimestre.
El terror de Cabello y Maduro, con la consabida derrota que se les
viene, los tiene encerrados, López está más libre que ellos a pesar de estar
físicamente en una celda. Esta decisión, que busca generar apatía,
desmotivación, temor, abstención y hasta violencia, en el fondo ha sido un gran
error táctico del régimen y en la vorágine de errores y cálculos, podría
comenzar a decirse que los enanos del circo, que ya le crecieron a Maduro
todos, ahora empiezan a tener más tamaño en el circo de Cabello, a López lo han
convertido en un “líder”, y se lo ha ganado en su pulso desde la cárcel, en ese
que muchos que claman, no hay que olvidar que este país es “presidencialista”.
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