Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Maduro se vuelve pragmático y envía un mensaje a los dogmáticos que se han opuesto a la liberación de las divisas, los precios, importaciones, exportaciones y tasas de interés.
Nicolás Maduro se declara pragmático, mientras Diosdado Cabello y
Aristóbulo Istúriz, son los dogmáticos. El pasado domingo, en un programa de
televisión, quien mantiene el control de Miraflores decía que estaba de acuerdo
con eso que llaman “la dolarización”, como una forma de buscar que la economía
venezolana cambiara.
Llamó poderosamente la atención
que Maduro haya dicho, que lo perdonaran, pero que debía decirlo y el mensaje
fue claro “a los dueños de los dogmas”. Con esas palabras decía que él no
era el dogmático y finalmente, luego de un año de haberse decretado en Gaceta
Oficial, es prácticamente oficial el uso del dólar y otras divisas como medios
de compra en Venezuela.
Los enfrentamientos internos en el PSUV, tienen su origen por el
control de las diversas áreas de poder. El control de Cadivi y gran parte del
flujo de divisas, siempre fue una razón de discordias y luchas intestinas. Todavía retumba en la mente de los
venezolanos aquella frase de Istúriz: “si quitamos el control cambiario, nos
tumban”.
La lucha por los dólares
Cadivi era una sección gubernamental dominada por el sector radical
del chavismo. Allí estaba Manuel Barroso, quien respondía a Diosdado Cabello.
En 2014, cuando Miguel Pérez Abad, junto a Rafael Ramírez propusieron que el
dólar Simadi se comenzara a deslizar para equilibrarse con el dólar paralelo,
el resultado fue la defenestración del ex zar petrolero de Venezuela y la
degradación de Pérez Abad, quien era ministro.
El saqueo de riquezas a Venezuela tiene sus orígenes en el control
cambiario, una plataforma que no sólo aprovecharon los chavistas, quienes junto
con el grupo de ex banqueros que “quebraron” en 2009, diseñaron todo el proceso
para la fuga de capitales y a precios preferenciales.
El régimen madurista, no tuvo
más remedio que compensar la salida de divisas con impresión de dinero, para
sostener de manera artificial las cuentas públicas, junto a esto, con el
declive de los precios petroleros y la merma productiva, el resultado es el
conocido actualmente: Venezuela con la peor hiperinflación jamás ocurrida en la
región, la peor caída de producción, la tasa de desempleo más grande y un
crecimiento acelerado de la pobreza.
Con todo lo anterior, también se produjo el colapso general de las
instituciones públicas.
El resultado: la peor recesión
En las teorías económicas se señala que las monedas buenas, sacan de
circulación a las monedas malas. Las acciones del régimen de Nicolás, con ese
sorprendente giro en materia de libertades económicas, vienen de la
recomendación de ruso y chinos, sin cuyas acciones la crisis económica
actualmente sería de consecuencias muy terribles, con una convulsión social
fuera de control.
Con la “dolarización” parcial que hay, la liberación de precios de
bienes y servicios, el manejo de las divisas oficiales por parte de la banca
privada, el encaje legal, el no aumento de salarios del sector público según la
tasas inflacionaria, Maduro logra que la hiperinflación se desacelere, de
825.000% el año pasado a 16.500% este año. Todavía hay hiperinflación, pero ya
no a voraz como 2018.
Maduro, podría pasar a la historia, como uno de los pocos mandatarios
que una hiperinflación no lo saca de inmediato del poder, como es tradicional.
Sólo Mugabe de Zimbabue tenía esa marca, aunque seis años después, salió con un
golpe de estado. El precio que pagan los venezolanos, es la profunda recesión
que hay.
Medidas para salvarse
La crisis venezolana sigue. Si bien el régimen madurista podría alegar
que ha hecho cambios clásicos en lo económico, los efectos todavía son efímeros, aunque sólo se haya corregido un
importante porcentaje de escasez de alimentos y medicinas, ahora a precios internacionales,
que la gran mayoría todavía no puede cubrir.
Sobre el chavismo/madurismo pesan las sanciones. La dolarización
parcial, sin producción interna no va a arrojar resultados en el corto o
mediano plazo. La producción interna requiere de grandes inversiones y el
capital está en el extranjero. Ese capital no se acerca a Venezuela porque no
confían en Nicolás Maduro, y tampoco se quieren exponer a las sanciones de
EEUU. Al menos eso lo demuestran hasta los rusos y chinos.
En ese capítulo, el de las divisas, Maduro propina una aplastante
derrota a Istúriz y a Cabello, en medio de una guerra silenciosa por el control
del poder y la vía a la salvación propia.
Destrucción del bolívar
El bolívar, la moneda venezolana, ha caído en su valor 99.99% las dos
veces que ha sido reconvertida. Los venezolanos han apelado a las criptmonedas,
al peso colombiano, al dólar, al real brasileño y el oro, como medios de pago.
Rusia inyecta al país, euros en efectivo, por las negociaciones con el
petróleo.
De cara a las elecciones
El régimen trabaja a todo tren para intentar estabilidad. En medio de
la diatriba política, el reabastecimiento, la liberación de salarios en el
sector privado y el uso de monedas extranjeras, brindan un poco más de
estabilidad. Una demostración es que el exilio, de al menos unos 5 millones de
venezolanos, quita presión en la demanda de bienes y servicios en Venezuela y a
su vez, financia una parte de la economía a través de las remeses, siendo dos
factores muy favorables al madurismo.
El reabastecimiento ha logrado que los anaqueles de los comercios se
recuperen, lo que beneficia los números del régimen, que todavía no son los
mejores, en términos de preferencias políticas.
Hagan lo que hagan TIENEN Q PAGAR LOS MUERTOS DE MUCHO ESTUDIANTES , IR PRESO MADURO , ARISTÓBULO, DIOSDADO , TODOS DE LA CÚPULA CORRUPTA CRIMINAL
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