Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Guaidó exige a Maduro que abra la entrada de la ayuda humanitaria
que él solicitó, la cual tendría problemas para llegar porque los países
aliados están también con problemas con el virus
El coronavirus amenaza a Venezuela, con producir una crisis humanitaria
de gran escala si no hay respuestas concretas. Los liderazgos están
divorciados, por una parte la dirigencia política de la Asamblea Nacional (AN)
y por otra del Poder Ejecutivo, bajo control del chavismo/madurismo, apoyados
con la fuerza de poder de fuego de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
El régimen de Nicolás Maduro ha implementado una estricta cuarentena,
la cual aísla a los ciudadanos entre los municipios de cada entidad regional. Para
la mayoría de la población, cumplir con la cuarentena es un reto, más en un
país con grandes dificultades con los servicios públicos.
La población venezolana no tiene importantes ingresos, luego de la
liberación del uso del dólar, el abastecimiento se ha recuperado, pero los
precios para muchos siguen siendo inalcanzables, luego de sufrir una
hiperinflación de 825 mil por ciento en 2018.
Pulso político y sanitario
Los sectores que se oponen al régimen de Maduro, han hecho presión en
medio de la crisis del coronavirus. Los diputados de la AN exigen la
renuncia del mandatario o que permita el ingreso de ayuda humanitaria, para
estos atender la nueva crisis.
Nicolás Maduro ha tomado acciones tempranas, luego de conocerse de
manera oficial del primer infectado con el virus. Los bloqueos y suspensión de
actividades públicas, son un paso importante para evitar los contagios masivos.
Ante el planteamiento de la oposición, el Ejecutivo respondió
solicitando dinero al Fondo Monetario Internacional (FMI), para enfrentar los efectos
del virus. Maduro sabía que le iba a ser negado, porque no cuenta con el aval
de la AN y otros aspectos técnicos con el fondo. El propósito es construir
un discurso que permita responsabilizar a la oposición, a los 50 países que le
apoyan y al FMI, del desastre que podría haber.
Sin acuerdos
Los dos factores no están atacando el foco de infecciones de manera
conjunta, sino que han radicalizado sus posiciones. Cada bando vende la idea de
poder superar al virus, siempre y cuando sea el que tenga el poder total en las
manos, de lo contrario acusa al otro.
No se trata de que Juan Guaidó deba deponer su posición de desconocer
a Maduro. No se trata de que Maduro deba aliarse con la oposición. No existe un
acuerdo que permita emplear herramientas para ser puestas en beneficio de las
mayorías, de las personas que pueden sufrir los contagios y muertes masivas.
En lo anterior, se está perdiendo un tiempo precioso, aunque Maduro
haya tomado la delantera en cuanto a los aislamientos, única acción que permite
reducir la velocidad de los contagios.
El coronavirus
Juan Guaidó mantiene su apuesta, que Maduro permita la entrada de la
ayuda humanitaria, con cuya acción estiman que se cambiaría el poder. Esa acción
ya fue frustrada el 23 de febrero de 2019, en la ciudad de Cúcuta.
Además la dirigencia que apoya a Guaidó, no está tomando en cuenta
que los 50 países aliados, tienen graves problemas en estos momentos, con la
infección del coronavirus. La mayoría ha entrado en cuarentenas y tratan de
establecer cercos para evitar el brote masivo como en Italia, España, Reino
Unido y como está por ocurrir en Estados Unidos.
En estos momentos esos países no pueden brindar ayuda a Guaidó en ese
sentido, comenzando por Estados Unidos, que ni siquiera tiene suficientes kits
para pruebas de despistaje para ellos mismos, al punto de tener que aceptar la
ayuda de China a través de la fundación de Jack Ma, fundador de Ali Babá Group.
China al rescate
En ese pulso que ha lanzado la oposición y la respuesta del régimen de
Maduro, este último luce con ventaja. Maduro propone el ensayo con el FMI y
logra su objetivo, tiene como justificar ante el mundo que para atender la crisis
del coronavirus, le negaron los recursos.
Además, ese paso era imprescindible, porque ha dejado en evidencia,
para sostener sus argumentos, a todos los que en coro dijeron que el FMI no
debía entregar los fondos.
Maduro realmente cuenta con China, para recibir dotaciones, como las
que Jack Ma ha enviado a EEUU, a África, a Italia y España. China dispone de
los recursos necesarios para hacerlo.
Sálvese quien pueda
Guaidó y todo su equipo podrían haber calculado mal. Al no poder
recibir ayuda de los países aliados, Maduro creará el contraste mostrando lo
que reciba de China.
En el fondo, la población espera respuestas y en medio de la pandemia
y los horrores de la infección, nadie se va a detener a determinar si la ayuda
procede de uno o del otro, por las razones que sean. Los venezolanos en estos
momentos están prácticamente solos contra el virus. La combinación de la
situación económica y el coronavirus es muy letal, para la mayoría de los
venezolanos.
Esperando la mortandad
El sector que rivaliza contra Maduro y contra Guaidó, que se
identifica como “radical”, hace también su apuesta. Los líderes de estos pequeños
grupos, uno de ellos liderado por María Machado, espera un estallido social.
Han señalado que la población no va a soportar la cuarentena, por
la falta de recursos y servicios, lo que hará que la gente se vuelque a las
calles a una ola de saqueos y enfrentamientos, todo mezclado con la epidemia.
Sobre una montaña de muertos, estos calculan que Juan Guaidó Y Nicolás
Maduro, caerían del poder, para asumirlos ellos.