Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
En Efectivo. Ha sido un proceso muy largo,
pero sigue su rumbo. El colapso general del país ahoga al régimen de Nicolás
Maduro, quien se va quedando sin opciones para mantener el funcionamiento del
Estado.
La caída de la producción petrolera, que comenzó con la
debacle de Pdvsa, bajo el control del chavismo es la principal causa. El
altísimo endeudamiento que dejó Hugo Chávez, la peor corrupción jamás vista,
dejaron a Maduro sin ingresos petroleros.
A lo anterior hay que sumar la imposibilidad de reiniciar,
debido a las sanciones de EEUU contra Pdvsa, contra actores del régimen,
instituciones públicas, militares, bonos de deuda y demás medidas restrictivas.
Sin producción
El proceso de estatizaciones de Chávez, hunde también al
madurismo. Un país con apenas 20% de su capacidad instalada funcionando, no
genera ingresos suficientes.
Las pocas exportaciones que existen, no cubren los gastos
que requiere toda Venezuela.
Sin impuestos
La hiperinflación ha destruido la moneda nacional, el
ingreso por la vía de impuestos que cobra el SENIAT se diluye a cada alza del
dólar.
Sin remesas
De manera vergonzosa, el principal ingreso de Venezuela han
sido las remesas. Unos cinco millones de venezolanos tuvieron que huir del país
debido a la peor crisis económica nunca vivida. Estos ciudadanos han enviado a
sus familiares al menos unos 4,5 mil millones de dólares al año. Dinero que no
controla el régimen de manera directa.
Con la crisis del coronavirus en el mundo, muchos
venezolanos están ahora desempleados en esos países, lo que repercute en una
caída del envío de dólares a Venezuela, lo que disminuye la oferta de dólares
en el país, ayudando al alza del precio de la divisa.
Sin gasolina
En la gasolina,
Maduro pudo haber encontrado un ingreso importante, para ello debía llevar los
precios a tasas reales, cuando lo intentó, el entorno militar que controla el
contrabando de combustible, hizo estallar un drone en la avenida Bolívar en Caracas,
como una advertencia de no tocar el combustible.
Acabada la gasolina y su producción, con sanciones, sin
inversionistas y sin poder emitir deuda, no puede reactivar este sector para
evitar que la crisis avance.
Qué le queda
Dos recursos tiene todavía para resistir. El primero es la
emisión de dinero, que le permite mantener algunas operaciones estatales en
precario funcionamiento, aunque este recurso distorsiona y destruye la
economía. La emisión de dinero en este contexto, no puede usarla mucho, por los
efectos inflacionarios. Ya es un recurso limitado.
El segundo es el de privatizar empresas estatales, pero en
el contexto político que existe, es posible que no consiga mucho apoyo
financiero o actores importantes para las inversiones. Necesita de la Asamblea Nacional para que los inversores
sientan seguridad y confianza, lo que implica negociaciones.
Las empresas más estratégicas y más costosas están bajo
control de Miraflores, pero no funcionan en toda su capacidad. Maduro podría
entregarlas a capitales privados, con ello obtener algunos recursos y permitir
que estas empresas motoricen buena parte de una recuperación económica.
En este punto tendría obstáculos que el propio régimen
tendría muy difícil de superar. Las sanciones de EEUU evitarían que empresarios
extranjeros entren en inversiones de ese tipo. En el chavismo radical las
diferencias y enfrentamientos contra el madurismo recrudecerían, luego de la
liberación del dólar y de los precios en bolívares ocurridos en el año
anterior.
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