El mensaje madurista

MENTIRAS, AMENAZAS, Y POLÍTICA CHIMBA

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

En la campaña oficialista, borraron la imagen de Nicolás Maduro de toda propaganda, es obvio el intento de “chavización” de la cruzada electoral del moribundo oficialismo, según Luis Vicente León, Chávez muerto tiene 65% de aceptación. Sin embargo, sin estupor alguno, Hugo Chávez es el principal culpable de todo el desastre que Maduro terminó de completar.

Con la caída de la popularidad de Maduro, la cual comenzó desde la represión y violación a los Derechos Humanos en 2014, luego con la crisis económica, producida por la corrupción y la caída de los precios del petróleo, terminó hundido en apenas 17% y tiene mucho. Intentaron introducir el tema del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el audio de Haussman y Mendoza, con el fin de tratar de distorsionar el mensaje de “cambio” que clama la población y que es una bandera de la Unidad Democrática.

De allí que Cabello centra sus mensajes contra Henry Ramos Allup, pues trata de tumbar la propuesta de “cambio”, intentando ligar la propuesta democrática, con un político de los partidos tradicionales. El mensaje de una oposición dividida también es parte de la manipulación mediática en la que el moribundo oficialismo insiste.

Sueñan en polarizar con Lorenzo Mendoza, un exitoso empresario a quien etiquetan de “derecha”, “neoliberalismo”, “imperio”, “burguesía”, es obvio, quieren crear una polarización artificial contra Maduro, quien se presenta como un “obrero”, del cual todo el país tiene por sabido de sus reposos continuos, su fuero sindical que no le obligaba trabajar realmente, un vago de incoherentes ideas comunistas, el sueño del oficialismo madurista es que Mendoza entrara en el terreno político para decirle al país, “el obrero”, versus “el patrón”. Además con esto aprovechan de culpar a alguien de la supuesta “guerra económica”.

A pesar que ya nadie lo cree, insisten en el discurso de la “guerra económica”. Saben del desastre económico al que metieron al país, tras el saqueo de Pdvsa, el oro monetario, los dólares y demás, pero mienten descaradamente con esto.

En su modalidad se deja claro que no hay diferencias entre el partido del gobierno y el Estado, por lo que se permite usar los recursos del Estado para la campaña electoral.