LA TERQUEDAD DE NICOLÁS MADURO ACABA CON LA
REVOLUCIÓN CHAVISTA
Por Alex
Vallenilla / CNP
16478 / @alexvallenilla
La crisis económica venezolana es como un
cáncer, que ya ha contaminado a todos los sectores del país, se ha vuelto
sistémica y tarde o temprano arrojará lamentables efectos sociales que por ende
repercutirán en lo político.
Una burbuja inflada con bolívares. El gobierno
y el BCV insisten en seguir imprimiendo, a raudales. En el último año la
cantidad de dinero circulante subió 73%, es decir, hay casi que una oferta
ilimitada de liquidez en el mercado nacional.
Nicolás Maduro y su equipo económico ignoran
o no quieren saber que una madre venezolana ahorita no es dinero circulante lo
que necesita, es un kilo de leche para el alimento de su hijo. La
administración Maduro lanza a la calle dinero sin valor, cuando lo que se
necesitan son empresas produciendo en el país, empresas que ya destruyeron.
Cuando las noticias son que el Programa
Alimentario Escolar se detiene en más de 10 estados por falta de pago a
empresas proveedoras, por parte del Ministerio de Educación, y por efectos de la escasez de alimentos, se
tiene en cuenta que la crisis se expande a todos los sectores quizá a la misma
velocidad en que se imprime tanto dinero, inútil hoy.
Cuando se tiene conocimiento que a los que
una vez fueron los trabajadores mejores pagados del país, los de Pdvsa, sólo
les pueden aumentar 90% de sus salarios en dos años, luego que sólo en 2013 los
precios avanzaron más de 250%, se tiene en cuenta que los demás sectores han de
estar en la total ruina.
El colapso está cantado y Maduro no da
señales de rectificación, preferirá hundirse políticamente pero con el resto
del país en lo económico y social, un verdadero crimen porque los que detentan
el poder tienen la solución a la mano. Esto es el fin de la llamada revolución
chavista.
El laberinto en el que el castrocomunismo
metió al país lo ha dejado sin gas doméstico, sin producción local de leche y carne,
miles de empresas manufactureras cerradas, mudadas y otras tomadas por trabajadores,
igualmente inoperativas, la producción cementera nacional sustituida por
importaciones de cemento haitiano a través de Cuba, la producción acerera y de
hierro detenida casi en su totalidad.
Un país que no se autoabastece, que depende
de la importación, porque los que están en el poder prefieren esos negocios,
entonces por su gran endeudamiento, corrupción, incapacidad y el financiamiento
energético al Caribe y a buena parte de América Latina, entra en crisis de
divisas, que ya no alcanzan. No hay ni producción nacional y las posibilidades
de importación son ahora limitadas, las consecuencias las paga el pueblo con
escasez y hambre. Los sectores salud y alimentos con la profunda crisis, el
sector tecnológico paralizado, la importación de maquinarias y bienes de
capital paralizados, repuestos automotrices, equipos e insumos para la
producción agrícola, papel para la industria de la impresión entran en crisis. El
mal ya se ha extendido.
Con sólo eliminar el convenio Petrocaribe se produce
buen ahorro de divisas. Con sólo trazar líneas para proteger al sector
productivo, se incentiva la producción nacional. Con sólo controlar responsablemente
los niveles de liquidez, se restan puntos a la inflación y al dólar paralelo.
Con sólo flexibilizar y sincerar la tasa de cambio el mercado recupera
confianza, pero Nicolás no quiere nada de esto, sino hundir al país. Esta
crisis está haciendo metástasis, ya no será en términos económicos ni
financieros los efectos, el cáncer terminal se ve en las calles, en las
protestas sociales.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por dejar sus comentarios