En el PSUV están claros que
si la recolección de firmas para solicitar el referendo revocatorio se da en
condiciones normales, con máquinas, tiempos y suficientes centros electorales
disponibles, serían arrasados esos mismos días con al menos 11,7 millones de
firmas, según proyecciones.
Antes de que el CNE anunciara las condiciones para el 20%, una abrumadora mayoría en agosto, decía que firmaría |
El anuncio del CNE,
diseñado por el siquiatra Jorge Rodríguez, experto en atormentar mentes débiles
y en aprovechar la disposición de un sector de la oposición, que hace críticas
y señalamientos contra la Mesa de la Unidad (MUD), para fomentar la división,
logró su cometido parcialmente.
En agosto de 2014, las
encuestas daban como resultado, -en el caso de nuestras redes sociales- que 93%
de personas si firmarían en la recolecta de firmas a finales del mes de
octubre, 4% no lo haría y 3% estaba indeciso. Con una abstención histórica
promedio de 30%, se proyecta entonces que 11,7 millones de firmas sean
posibles. Eso era un plebiscito claro, una derrota contundente e inmediata para
el régimen de Maduro, el arrase del PSUV de ipso facto, la estampida de un
sector del chavismo que apoya el referendo revocatorio y por supuesto el fin de
las aspiraciones de quienes dentro del chavismo, el radical y el militar,
acarician la idea de ser los que conduzcan la transición.
Jorge Rodríguez y CNE, logran con su anuncio de condiciones del 20%, frustrar a buena parte de la población, que ahora dice que no firmará con tales condiciones |
Luego el CNE anuncia las
condiciones, conocidas. Las rectoras dijeron que el referendo se haría “entre diciembre
y el primer trimestre de 2017”, los interesados en acabar con la MUD, muchos
desde el exilio, se agarran sólo de la parte final de la frase. Y las críticas destructivas
consecuentes contra la coalición de partidos políticos que hacen vida en esa
plataforma, no se hacen esperar.
En una nueva consulta “flash”,
la disposición de quienes quieren firmar, cae a 65%, 8% se declara indeciso y
27% asegura que ahora no saldrá a firmar. Indudablemente, la mente perversa y brillante
de Jorge Rodríguez se impuso, logra de esa manera tumbar al menos 3,51 millones
de firmas, gracias a que muchos confundidos, auto denominados radicales –ingenuos
en política más bien-, gente que patalea, dicen que así no saldrán a firmar.
Sin embargo con ese dato,
aun quedan 8,19 millones de firmas disponibles, que si bien con el lapso
impuesto por el CNE, no se podrá tener completo. Con un gran esfuerzo, con la
capacidad de movilización que hay, gracias a la “arrecherea” de la gente, se
podrá tomar los centros electorales masivamente, la gente debe saber que se
tiene que participar en el proceso rápidamente, y en ello la MUD debe hacer una
campaña sin dejar escapar detalle alguno y vigilar a las rectoras y a Jorge
Rodríguez con cada paso que den.
Los 3,51 millones que
abandonan –y que están llamados a reflexionar- son bajas de esta “guerra de
nervios”, en esta confrontación política, pacífica y con perfil democrático al
que la MUD, hábilmente ha logrado llevar al régimen violento y criminal. El régimen
sabe que no tiene más salidas, dentro hay factores que quieren el RR, porque
aspiran heredar la presidencia, pero no quieren perder por la abrumadora
diferencia que dejará al PSUV y resto del cahvismo, no como “cúpula podrida”,
sino como “polvo cósmico”.
Los azuzadores desde el
exilio, que apuestan por el fracaso de la MUD, con el fin de estos tomar su
puesto, allí tienen sus números, siguen siendo una minoría, a la que se le pide
cordura en estos momentos difíciles y críticos que atraviesa Venezuela.
Con esa movilización, con
las firmas en la mano, y con el estallido que está en puertas, luego del pago
de deuda en noviembre, que dejará al país en total ruina y obligado a los
peores ajustes económicos, a Lucena la obligarán a que de la fecha del RR, lo
más pronto posible. Esto es un barril de pólvora otra vez.