junio 2017 ~ En Efectivo

18 jun 2017

Así será el Día del Juicio Final del régimen madurista en Venezuela

Si se llega al día de las elecciones de la constituyente, habrá un todos contra todos, la población en las calles resistiendo, los militares del plan República fundidos con el pueblo, otros reprimiendo, los maduristas enfrentados entre sí por imponer sus candidatos, más de 70% de centros electorales sin poder funcionar, es el fin de la tiranía

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

En el madurismo, una tendencia circunstancial, surgida por varias facciones del chavismo que se han unido para evitar perder el poder y la aplicación de la justicia, ha surgido una nueva fractura. Se trata del ala de militares que dirige Cabello, enfrentada ahora con los castrocomunistas, Jaua y Maduro, por querer controla la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que por ahora dan como descontado podrán implementar para finales de julio.

El madurismo, conformado por ambas facciones, ya tienen como objetivo aniquilar al chavismo, ese que lo llevó al poder, así como el chavismo aniquiló a los medios de comunicación, a los izquierdistas y empresarios que le apoyaron en 1998, es el mismo proceso. Pero el cabellismo sabe que si los castrocomunistas coronan el control de la ANC, estos serán arrasados, lo mismo ocurrirá si es el cabellismo el que logra el control, pero al contrario.

Si antes de los difíciles días de julio que se avecinan, no se logra la que presión que ha puesto Washington sobre Cuba, Nicolás ceda en Venezuela y se vaya, ya que ese es el propósito de Trump al revertir los beneficios a la isla, el paso siguiente es llegar al día de las elecciones de la constituyente, lo que puede considerarse el Día del Juicio Final en Venezuela, el día D, o de la batalla final, ese día habrá un enfrentamiento en este país, de un “todos contra todos”.

Por una parte las dos facciones pro-constituyentistas, intentando movilizar a votantes para imponer a sus candidatos en la ANC, los castrocomunistas, contra los cabellistas, en eso estarán muy ocupados.

Por otro lado, el sector chavista, conformado por los civiles y por los militares que han sido desechados del gobierno y que ahora agrupados en la figura de poder que tiene la Fiscal General de la República, estará haciendo lo contrario, promoviendo la abstención y tratando de evitar que el régimen lleve votantes, dando contra órdenes en las comunidades para que no vayan electores a participar.

Habría más situaciones muy difíciles. El pueblo venezolano, que actualmente hace mayoría, y que se ha mantenido en protestas en más de 2 mil eventos de calle desde abril, con miles de detenidos, heridos y más de 80 muertos por la represión, no se quedará de brazos cruzados, ese día veríamos a la población tomando las calles con plantones, trancas, protestas masivas, marchas, barricadas, sectores pacifistas como los factores radicales que consideran que la confrontación de calle es una vía para salir del actual régimen. Esa reacción popular, sería espontánea, no habrá necesidad si quiera que nadie la convoque, ocurrirá porque el pueblo comprende que en vez de salir a votar o quedarse en casa, será más efectivo estar en las calles bloqueando vías, lo que afectaría la movilización de votantes, sería masivo y contundente.

Lo anterior va a provocar una fuerte represión, guardias, policías y algunos mercenarios, si todavía hay gente dispuesta a hacerlo para entonces, saldrían a reprimir para poner orden público, estos enfrentamientos podrían afectar muchos centros electorales en los que inevitablemente se verían involucrados los militares del Ejército del Plan República. Veríamos muchos centros electorales asediados, en algunos podría haber reacción de militares, que tendrían que decidir, si disparan a las turbas enardecidas o se unen a la revuelta, en otros centros electorales, controlados por milicianos, la situación sería de confrontación, esto podría originar que militares y ciudadanos en rebelión terminen unidos, enfrentado a las fuerzas represivas del régimen, lo que estaría metiendo al país en la guerra civil, directamente.

Antes, muchos centros electorales no podrían ni siquiera entrar en funcionamiento, por una parte las protestas que serían incluso desde el día anterior a la instalación de mesas, evitarían que los miembros de mesa, principales, suplentes y testigos, logren llegar a las mesas, por otro lado, la enorme mayoría de de miembros de mesas no se presentaría, porque se estarían apegando al llamado del artículo 350 de la Constitución, para entonces aplicado legalmente desde la Fiscalía y por líneas de sus partidos políticos, además las rectoras del CNE habrían sido imputadas, pero estas amparadas en el TSJ ilegal, seguirían adelante con el proceso.


Realizar la elección de la constituyente será imposible para el régimen, pues los centros electorales, no sólo no tendrán asistencia de votantes, primero porque 90% de la población no va ir a votar, segundo porque la ola de protestas, que va a contagiar a los militares, no permitirá que los centros electorales, al menos 70% de estos puedan operar en el país, el caos, enfrentamientos y un conato de guerra civil, podría servir la mesa para intervención extranjera. Si insisten en la ANC, ese día, habrá sido, históricamente, el fin de toda la tragedia de Venezuela, fin del castromadusrismo en Latinoamérica y el inicio de un nuevo proceso en este país, sin poder hacer la elección, el oficialismo queda sin más que hacer, que tener que huir del país. 18/06/2017

17 jun 2017

Así es que reina la anarquía en toda Venezuela

El país hundido en su etapa más oscura, transita caminos peligrosos, más según las pretensiones totalitarias y absolutistas de quienes quieren controlar, lo que consideran será el golpe maestro del régimen, la Asamblea Nacional Constituyente ilegal que pretenden imponer

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Esta oscura etapa de Venezuela, es producto de que el país ha caído en la anarquía. El régimen de Nicolás Maduro, no termina de imponer una dictadura como es debido, y a la población se la ha hecho difícil desalojar del poder al mismo. La razón es que el régimen aun tiene el control de las armas y la lucha en la calle es desventajosa en ese sentido, aunque numéricamente, el pueblo tiene sendas fortalezas pero poco coordinadas o aprovechadas políticamente.

La tragedia social es imperdonable, no hay gobierno. Cualquier ciudadano venezolano está desamparado en todos los aspectos, el país sigue “funcionando”, lo poco que está, por inercia, porque todavía existe un empeño de un sector de la sociedad de mantener sus horas de trabajo, estudios y una vida civil común y corriente como la de cualquiera en el mundo. Aunque siempre toparán con los efectos de la crisis, desde la escasez de alimentos, medicinas, inseguridad, caos generalizado en las calles, enfrentamientos entre manifestantes y policías, saqueos, “plantones”, marchas, censura, Internet lento, telecomunicaciones en crisis, bancos colapsados, sistemas de transporte paralizándose, sin agua en muchas ciudades, con cortes de energía eléctrica, el alto costo de la vida, además de un régimen al que indolentemente, nada de esto le importa, salvo lo de mantenerse en el poder como escudo para evitar la cárcel y la justicia.

La anarquía está en el régimen. Se ve claramente por ejemplo, con la represión que aplica un sector oficialista. En recientes declaraciones, el general Padrino López advertía a los guardias nacionales, que no debía cometer atrocidades contra los ciudadanos en las protestas, luego que se demostrara, que aparte de que las fuerzas públicas son tolerantes con la presencia de civiles armados –mercenarios- en medio de las manifestaciones, quienes han sido vistos y grabados disparando, saqueando, incendiando y enfrentando a los manifestantes que luchan por la democracia, y no son detenidos puesto que son presuntamente pro oficialistas, los militares han estado atacando a la prensa, a quienes graban videos y hacen fotos con sus cámaras, robando a los manifestantes y transeúntes pertenencias personales, rompiendo portones de residencias, violando la propiedad privada al dañar vehículos en estacionamientos en conjuntos residenciales, como castigo a los manifestantes, además de la saña contra los heridos, muertos y la ola de detenidos con allanamientos ilegales, sin orden judicial. A lo que el ministro de la Defensa se refirió de “atrocidades”, dejó claro que él no es quien ordena reprimir, puesto que la GNB, cuando sale a la calle en materia de orden público y lo explicó la Fiscal Luisa Ortega, tiene funciones policiales, y queda bajo el mando del Ministerio del Interior y Justicia, bajo control del general radical, Néstor Reverol, entiéndase lo que dijo Padrino López, como una acusación.

En el PSUV, las divisiones siguen profundizándose, no sólo se ha consumado la división entre maduristas y chavistas, debido a que el madurismo pretende cambiar la Constitución, que dejó Hugo Chávez como “legado”, sino que en el madurismo, surgen fuertes rivalidades, entre las facciones que lideran Cabello, Jaua, El Aissami y Maduro, para ver quién controla la Asamblea Nacional Constituyente, si es que logran hacerla, el desorden en el oficialismo, entre sus dos facciones principales y ahora con la nueva guerra silenciosa entre el grupo pro cubano, liderado por Jaua y los militares sancionados, que tienen en Cabello a su “líder”, tienen efectos demoledores en el resto de la sociedad, porque el gobierno ha desaparecido en la práctica, no hay atención pública, no hay servicios públicos, los presupuestos no están adaptados a la realidad, en materia económica, el país tiene una economía de guerra, los precios en las calles son una incertidumbre total, el transporte público no funciona como es debido, las policías están atadas de manos en materia de seguridad, pero dispuesta a disparar a mansalva a los estudiantes, los manifestantes toman cualquier calle, a cualquier hora y se produce un caos que es cotidiano.

La represión ordenada por un sector del régimen, el radicalizado, es criticada por otro sector más moderado, uno interfiere con el otro en las acciones, una situación que más temprano que tarde saldrá a relucir en lo público.

En el lado opositor surge una situación similar, por una parte los gobiernos locales, hundidos en la crisis económica no tienen manera de sostener las gestiones, los partidos políticos mantienen las diferencias por candidaturas, surgen grupos radicales auto denominados “Resistencia”, que plantean la lucha frontal sin direccionamiento de partidos políticos, incluso les adversan en algunas regiones, pero también sin coordinación, sin un liderazgo perceptible, de hecho la confrontación de calle es anárquica. Esto es un verdadero desastre, Venezuela transita situaciones parecidas a la Crisis del Siglo III, a la de Somalia, la anarquía en Albania, mientras del lado del oficialismo, surge en esta situación el siniestro plan de Cabello, al querer ser quien dirija o tenga bajo su control la Asamblea Constituyente que ilegalmente el régimen ha convocado.

Cabello aspira ser el líder de esta instancia y ha dicho bien claro, que cuando termine el conteo de días que lleva, al tener la ANC-ilegal, aplicará “justicia”. Realmente Cabello pretende extender, sin saberlo, la situación anárquica, porque quiere instaurar una etapa que será similar al Reino del Terror de Maximilien Robespierre, que también fue anárquico por el enfrentamiento entre facciones. El ex diputado ya ha ofrecido cárcel a toda la oposición democrática, al chavismo que se enfrenta actualmente al madurismo, antes tendrá que asegurarse que el régimen podrá implementar la ANC-ilegal, que desde ya no es reconocida por el mundo. Labor nada fácil para este. 17/06/2017

3 jun 2017

El madurismo es indolente y es lo que los conduce a su caída

A la banda atorrante no les importa cuántos muertos haya, no les importa el país, el hambre, la miseria, la mengua en los hospitales y esa es la base de su próxima y cercana caída, han caído en un estado de stress que los conduce a su desalojo del poder

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

El grupúsculo que cada vez se queda solo, que es señalado por el mundo entero de criminales, tienen claro que si en las actuales circunstancias, se entregan o se rinden, las probabilidades de que vayan presos son muy altas, por lo tanto, han adoptado una forma de hacer política, propia de los delincuentes que saben que tienen un pie en la cárcel y uno fuera. La indolencia y el cinismo. Al final concluyen, si van ir presos por unos 80 muertos, igual podrían ir por 100, 1.000 o 10.000, eso a ellos ya no les importa.

Asumir la indolencia, para no ver el abismo por el que rueda toda Venezuela, la falta de medicinas, la crisis alimentaria, la peor inflación del mundo y de la historia de este país. Desde que se inició esta fase del régimen, desde 2013, la devaluación oficial es de más de 31.000%, parte de lo que explica la tragedia venezolana. A la banda delictiva, nada le importa las muertes, que el país no funcione, que a la gente no le alcance el dinero, que los niños mueran de hambre y mengua, que los guardias destrocen a personas con plomos, metras, perdigones, a palos, que ya no haya espacio para meter más presos, que en todas las protestas mueran, jóvenes y funcionarios del Estado, tampoco les importa, para tratar de disimular, meter presos a los que por tener una mentalidad distorsionada con la política y ser parte de un cuerpo represivo, asesinan con saña a los “guarimberos”, esos que en los cánticos de entrenamientos dicen, “quiero sangre de guarimbero”, para decir que hay “estado de Derecho”.

Sin embargo, lo que atraviesa la cúpula roja, la de los atorrantes, se les ve en sus rostros, con sonrisas cínicas superpuestas, que no pueden durar mucho tiempo dibujadas, porque la amarga realidad los acecha, es un asunto psicológico. Veamos.

Hay un cambio emocional, cognoscitivo y conductual en estos señores. En que se les ha visto afectado, la vitalidad, el vínculo con la situación y la percepción del logro. Se mantienen bajo un stress continuado y se les nota en sus caras, agobiadas por el nerviosismo. Pero esto es lo peligroso, la indolencia surgida en lo particular de quienes detentan el poder, afecta en lo social, a los venezolanos, nada conmueve a estos, no tienen interés en cambiar las cosas y se han acostumbrado, a infringir dolor y a estar en la situación paupérrima que han creado en el país. Así actúan los delincuentes, de manera indolente.

Según investigaciones en el área psicológica, la conducta de estos individuos se ha adaptado a la situación traumática y todo lo justifican desde su visión, con odio social, racial –en este caso político-, se terminan aislando cada vez más y tienen una pobre visión de la vida y de la raza humana, lo que los conlleva a ser sociópatas, por tener el poder que tienen.

La indolencia que reina en las principales figuras del régimen, es tan dañina, que resulta contagiosa, se ha visto a uno de sus principales verdugos, a través de su programa de televisión, llevar o invitar, personas, militares, dirigentes, de todo tipo, con la finalidad de nombrarlos en una lista, pretender un apoyo irrestricto de los asistentes y convencerlos de que si cae la cúpula, caerán todos, intentando una cohesión que busca involucrar al resto en sus acciones particulares. Se ha visto como el general en jefe, cayó en su influencia, aunque el otro sector, del chavismo genuino, se ha apartado y como no le apoya, ahora recibe críticas, ataques y fuego, incluso persecución, tal como ocurrió con una emisora de radio de chavistas en Barinas, cerrada por permitir críticas contra la constituyente.

La banda indolente sufre en lo personal. Este tipo de personas no suelen levantarse temprano, y no muestran un rostro lleno de vitalidad, véanle las caras en las cadenas de televisión. El indolente nunca atenderá las necesidades de otras personas, es lo que se ve en el país, las instituciones de salud pública han sido abandonadas a su suerte, las policías no funcionan para la inseguridad, apenas para reprimir. El indolente nunca tiene una postura positiva hacia circunstancias que tienen en contra, al contrario, señalan lo que estos, “hay una guerra económica”, “el Imperio nos ataca”, entre otras fábulas. No tienen proyectos y es que el madurismo, que ahora destroza al chavismo, no tiene un plan para el país, salvo de evitar que los tumben del poder. Estos señores, recurren a farmacológicos, drogas y alcohol, para lidiar con la adversidad que tienen. Le dedican mucho tiempo a situaciones que no resuelven el problema principal, un último ejemplo es emplear el Dicom en el sistema cambiario. Los indolentes suelen descuidar su salud y figura, ejemplos son muchos en esa cúpula. Sus emociones nunca son positivas. El indolente por lo general siente odio y envidia por otras personas u otros grupos, allí tienen como siempre acusan a Empresas Polar de todo el desastre del país.

Es esa la trágica, absurda y triste vida que lleva la cúpula del régimen. Ya están presos en el país, se vuelven indolentes para intentar dar muestras de fuerza, es una actitud inseparable de corruptos, ladrones y criminales.

Esta situación de indolencia social que atraviesa la cúpula, es interesante determinarla, porque tal conducta envía señales importantes para saber que el fin de esta pesadilla, está cerca. Son prodigios de un fatalismo provocado por la desesperanza y porque ya a estas alturas no tienen manera de cambiar el entorno, que ahora les enfrenta. Es el preámbulo de la resignación y aceptación de la dura realidad, por lo que por ahora no son solidarios y no reaccionan ante las calamidades generales que ahora hay en Venezuela. En ese estado, sin saber qué hacer realmente, para no tener que seguir hundiéndose en la espiral de violencia, y para tratar de seguir, sin acierto alguno, tratando de parar la ola de rechazo nacional y mundial, porque si tienen un plan, sencillamente no les va a funcionar, marchan al aislamiento perfecto, que servirá como condición para que la sociedad, los distintos actores políticos, económicos y de poder, junten esfuerzos en dar el empuje último que falta, al “castillo de naipes”, que han construido estos torpes, encerrados y atrapados en la terquedad que ellos mismos han forjado, como su propio encierro. Así como los delincuentes, unos terminarán negociando, otros, un poco más inestables mentalmente, podrían halar ellos mismos el gatillo, un grupo más reducido, pueda que resista hasta la hora última, con las botas puestas. 03/06/2017

1 jun 2017

César Pereira

Candelariazos

Por Antonio Barreto Sira / @Barreto Sira

¿Quién fue César Pereira? César pudo haber sido el hijo de cualquier de nosotros.

César Pudo haber sido el nieto suyo o de su vecino. El compañero de clase de su hijo o sobrino. César pudo haber sido el hijo de su hermano o aquel amigo que tiene unos cuantos años que no ve.

César Pereira es todos y cada uno de los hijos de esta tierra, representa a cada muchacho venezolano que quiere un cambio para su país, que sueña con un porvenir, que aspira un mañana mejor para cada uno de nosotros.

César es una víctima más de esta dictadura que asesina cruelmente a nuestra juventud. Que se suma a la estadística y a la lista de delitos de violación de Derechos Humanos que se abulta con el pasar del tiempo.

Él encarna una generación de venezolanos que no quieren seguir padeciendo los sinsabores de la escasez, de la carencia de oportunidades, que no quieren aceptar que la única salida a la crisis es por Maiquetía.

Este joven es un mártir, es un muerto que pesará por siempre en las consciencia de los jerarcas de un régimen que sin temor a Dios, levantan sus armas contra el pueblo. Y hasta se burlan del Padre de la Patria, Simón Bolívar, al llamarse “bolivarianos” y empuñar sus armamentos en contra del pecho desnudo de las nuevas generaciones que luchan cívicamente en las calles de nuestra Venezuela.

Y esto ocurre mientras Nicolás Maduro baila salsa, mientras Elías Jaua pretende engañarnos con su constituyente. Pero nuestros valientes héroes prosiguen en las calles batallando por una Venezuela nueva, de progreso y democracia.

Mientras el régimen reprime con salvajismo toda expresión de disidencia, todos los “cesares” de esta tierra corajudamente dan un paso al frente y dicen: ¡No! ¡No queremos comunismo!

César Pereira no puede quedar sólo en el dolor de sus familiares y amigos, no puede ser un recuerdo que se esfume con el paso del tiempo; César no puede perderse en la bruma de los hechos y acontecimientos por venir, sino que debe vivir en cada acción democrática y civilista que se efectúe hasta alcanzar la liberación nacional.

Y es que, van prácticamente 60 venezolanos, la mayoría de ellos menores de 30 años, que han perdido la vida por el sueño de una Venezuela libre, que han sido asesinados por las manos de funcionarios policiales y militares que en vez de proteger al pueblo se han convertido en guardias pretorianos que le cubren las espaldas a un dictador como lo es Nicolás Maduro.

César Pereira, es y será un héroe de esta nueva generación de libertadores. César es un ejemplo que debemos imitar por siempre en nuestros corazones y ánimos.

César es un hijo más de Anzoátegui que no tendrá hijos, que no los verá crecer, que no podrá seguir soñando, que no se reirá ni llorará, porque un policía siguiendo instrucciones de un régimen ilegitimo detonó su armamento sin importarle todo aquello que está matando, sin importarle los sueños que estaba asesinando.

¡Qué triste! ¡Qué dolor sentimos los anzoatiguenses ante esta pérdida!

Frank Gavidia (AD): Venezuela es hoy un país crucificado en problemas

De acuerdo con declaraciones ofrecidas por el dirigente juvenil de la Mesa de Unidad Democrática, Frank Gavidia, el gobierno se empeña en seguir agravando la crisis económica y social de la nación, a cuenta de la calidad de vida del venezolano.

Gavidia recordó que de acuerdo a la más reciente encuesta de Hercom 78,1% de los venezolanos cree que Maduro debe salir este año de la presidencia, por lo que exhortó al primer mandatario a renunciar: “facilítele las cosas al país y renuncie por incapaz y negligente, por incumplir el juramento de velar por la Constitución y por condenar a Venezuela a ser un país crucificado en problemas”.



El también dirigente de la tolda blanca, Acción Democrática, denunció el hecho de que desde la activación del Plan Zamora se ha sumado más de 48 víctimas, desde el inicio de las protestas ciudadanas, “los militares deben estar en los cuarteles, guardando fidelidad a la Constitución y al país, no rindiendo cultos personales ni reprimiendo al pueblo del cual forman parte. Es necesario desmilitarizar la política para buscar una salida urgente al grave problema de confrontación que atraviesa Venezuela”.

Hizo un llamado a seguir en las calles, protestando de manera pacífica, Constitución en mano: “hoy somos un país con una profunda crisis humanitaria, el gobierno no tiene intención alguna de buscar soluciones, por el contrario, procura agravar la precaria situación de nuestros ciudadanos cuando devalúa la maltrecha moneda en un 67% con la puesta en marcha del dicom, junto el alza en los precios de los alimentos en más de 1.000% respecto al año anterior, para crear de esa forma una nación de sobrevivientes”.

Condenó que hoy las madres lloren a sus hijos muertos víctimas de la represión, la delincuencia o la falta de medicamentos: “día a día, se apaga una vida, un sueño, una esperanza, gracias a la indolencia del alto gobierno que no permite se abra un canal humanitario para que entren a Venezuela medicamentos. Basta ya, hay que ponerle un coto a esa manera irresponsable e inhumana de conducir el país”. / Prensa AD-Mérida

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