diciembre 2017 ~ En Efectivo

29 dic 2017

La “sorpresa” de Nicolás para el 31 de diciembre


Si bien el país está a las puertas de un estallido social, de una reacción popular por falta de comida, medicinas, por hiperinflación, por colapso de los servicios, por falta de gasolina, gas doméstico y los efectos de las sanciones y “default” financiero, el régimen trabaja a toda marcha para evitarlo, pues lo único que podría hacer Padrino López, es sacar los tanques y aplastar a la población, con las consecuencias de una masacre, en medio de un proceso de negociaciones, lo que sería inconveniente al régimen a estas alturas.

Sin embargo, la dirigencia política opositora, aun perdida en un debate estéril de quien es el líder que será Presidente sucesor, discusión y enfrentamiento interno entre Leopoldo López, Henrique Capriles, Henry Ramos, María Corina, Manuel Rosales, Henry Falcón, Julio Borges, Antonio Ledezma y otros, que ha causado una debacle política en los sectores de la Unidad, luego del estruendoso triunfo del 2015 en la Asamblea Nacional, no termina de comprender, que el chavomadurismo, se repuso de aquella fenomenal paliza y ha resistido para revertir aquella derrota, en la suspensión del referendo revocatorio, la derrota en las elecciones regionales y municipales y la imposición de la ilegal Asamblea Nacional Constituyente. Dividida y desperdigada, la oposición, incluyendo a los que “critican” a la Unidad, en medio de la “borrachera política”, no ven la próxima jugada de Nicolás, la cual dejará perplejos a todos, incluyendo a los chavistas que se fueron del régimen, apostando que ya todo se ha perdido.

Ahogado por las finanzas, el régimen busca rápidamente salidas para intentar captar recursos por alguna vía. Lo último en lo que anda Nicolás, es con el tema de las criptomonedas. En una reciente alocución, dijo que la emisión de “petros”, una criptomoneda impulsada por el Estado, tendría respaldo de un bloque de petróleo de la Faja del Orinoco, según certificados internacionales, el mismo posee al menos 5 mil millones de barriles. En el planteamiento de la emisión, el régimen ha señalado que cada “petro” que se emita, usando la tecnología de la cadena de bloques y procesos de minería, ya legalizados vía Gaceta Oficial. En principio hay que decir, que se habla de un mercado que tendría un tamaño, al precio actual del barril de petróleo, de unos 260 mil millones de dólares. Una cifra para tener cuidado.

El régimen ha decretado que se legaliza la minería, el uso y desarrollo de criptomonedas, además de su comercio libremente, en intercambios nacionales e internacionales, usando cualquier divisa. Lo anterior es prácticamente una dolarización, bien disfrazada. El custodio de la criptomoneda será el propio usuario, en sus carteras digitales, la tecnología será la “cadena de bloques” y los procesos, según el decreto, serán descentralizados. Si se cumplen esos requisitos y técnicamente el mercado lo comprueba, Nicolás estaría dando un duro golpe al tema económico.

Luego anuncia que para el próximo 31 de diciembre, le dará una “sorpresa” a todo el país. En medio del desastre que hay y observando el artilugio en ciernes, no sería extraño o en el caso de quienes comprenden lo que está ocurriendo, no habría sorpresa, que Nicolás anunciara que una parte de los salarios del sector público, se comenzará a pagar en “petros”, luego del proceso de emisión. Sería prácticamente pagar en divisas, en las que el ciudadano quisiera cambiarlas en los mercados nacionales o internacionales.

Con este mecanismo, el régimen estaría produciendo un giro drástico a la situación actual. Por ejemplo, nadie tendría que ir a comprar comida en las fronteras, en occidente, querrán llegar los colombianos con rubros “lleve 3 y pague 2”, hasta la puerta de su casa, de quienes tengan criptomonedas. El “petro”, si funciona bajo las mismas características del Bitcoin, sería una moneda digital alternativa, con la diferencia que un Estado, por primera vez en el mundo, se compromete a respaldar, en este caso con petróleo. En la sociedad habría un proceso de transición, los precios se verían con los devaluados bolívares y con los “petro”, hasta que el primero desaparezca totalmente. Si el régimen lleva adelante el proceso, de manera que la moneda por la manera en emitirse y comercializarse, tenga aceptación, con ello, podría frenar la acelerada de la inflación, el resto de la sociedad querrá cobrar sus bienes y servicios en criptomonedas, sumándose al mercado. Es por eso que los factores opositores, ni nadie, deben subestimar al régimen con esta audaz jugada, porque luego de tamaño desastre, increíblemente la situación inflacionaria podría verse bastante controlada en un lapso de unos seis meses. En el proceso, muchos dejarán de ver la cotización de Dolar Today, para estar pendientes del precio del petróleo, marcador referencial del “petro”, a partir de allí los mercados especularán, porque la emisión es muy similar a los derivados de los mercados de futuros.

Con una jugada de estas, el asunto político podría cambiar, Nicolás estaría echando las bases de recomponer su imagen y de poder incluso, ganar unas elecciones presidenciales en medio año aproximadamente. 29/12/2017

21 dic 2017

La amenaza rusa en Venezuela, luego irá contra toda Latinoamérica


Vladimir Putin, ha sido paciente. Con labor de inteligencia y promoviendo la subversión, comienza entonces a desestabilizar Occidente. Allí están las protestas en Argentina y las de Honduras, allí tienen a las FARC avanzando en Colombia y al chavomadurismo “negociando” acuerdos, que ayudan a que el tiempo avance para favorecer a Nicolás Maduro, en unas eventuales elecciones del próximo año. Putin hará todo lo necesario para que Nicolás, gane las próximas elecciones, en Wall Street, 70% de los inversores de bonos de deuda, creen que las ganará debido al desmadre opositor, a las peleas internas, al desacuerdo y “zancadillas” entre estos. Hay encuestas que señalan que Nicolás ha recuperado terreno, al punto de subir hasta 28% de aceptación. Parece mentira.

La “unidad democrática” se perdió, no existe. No han entendido los dirigentes de los principales partidos políticos, que ya Cuba ha sido trascendida, el tema ha subido otro nivel, ahora son los rusos, Padrino López es un “delfín” ruso y no le temblará el pulso de volver a reprimir sin piedad alguna al pueblo venezolano. Luego del 2015, con la contundente victoria que el pueblo le brindó a los partidos políticos democráticos, sus dirigentes, que pensaron que el mandado estaba hecho, se pusieron a forcejear entre ellos por ver quién era el líder que asumía la presidencia y entretenidos en la infantil pelea, Nicolás, ahora de mano de los rusos, se apoderó de las gobernaciones y de las alcaldías, ahora, en una mesa de negociaciones, en las que chantajean a Occidente que retire las sanciones a los chavistas, se va el tiempo y se perfila que se realice las elecciones presidenciales, que Nicolás cree poder ganar, con 30% del electorado, ya que el otro sector opositor, el que se llama radical y está en el exilio, tiene una campaña para que la gente no salga a votar. Que desastre. Son responsables los dirigentes de la “unidad”, son responsables los criminales que detentan el poder, son responsables los que desde el exilio, con grandes fortunas saqueadas al país y mutados en “opositores arrechísimos”, tampoco aportan nada positivo, mientras tanto en Venezuela, muere en promedio un bebé, por hambre.

Los rusos avanzan, Nicolás entrega riquezas sin control alguno, sin respaldo de la Asamblea Nacional (AN), fuera de la Ley de Hidrocarburos, Rosneft acaba de recibir dos campos de gas en el Caribe. Guyana avanza sobre el Esequibo, con Exxon Mobil se quedarán con una de las reseras petroleras más grandes jamás encontradas, escamoteada al pueblo de Venezuela y no hay militares que hablen de “soberanía”, sólo felones represores, asesinos. Actualmente se puede decir que Venezuela se está desintegrando, con unos tres millones de habitantes que se han ido, con una cantidad de personas que mueren de mengua a diario, con un aparato productivo paralizado, con una hambruna en desarrollo, con un país colapsado en su totalidad, 2018 no ofrece nada bueno, si Nicolás vuelve a ser presidente, la esperanza se habrá perdido, pues sería el inicio de un proyecto de dominación de unos 30 años, dirigido a todo el continente, están advertidos los latinos. 19/12/2017

2018: Dolarización o fuerte aumento de gasolina

Si el Ejecutivo continúa emitiendo dinero para seguir financiado el subsidio de la gasolina y el déficit estatal, la hiperinflación no se detendrá hasta estallar la burbuja con graves consecuencias sociales, económicas y políticas

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Las expectativas económicas para el año 2018, no son nada alentadoras, sobre todo cuando se toca el punto esencial de la hiperinflación en la que acaba de entrar toda Venezuela, en un proceso de alza de precios que tiene vida propia y ante el cual el gobierno luce paralizado, sin plan alguno y sin una política clara o definida para hacer frente, salvo propuestas aisladas como el de la criptomoneda, los bancos comunales, los bonos que ofrece el Ejecutivo, cuyas medidas no tienen el más mínimo efecto sobre la situación.



La inflación actualmente estaría cerca de 1.400% según los principales analistas. La proporción coincide con el alza del dólar paralelo, la cual se ubica en el último año en 1.444,44%. En sus proyecciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado que Venezuela tendría una inflación para 2018, de 2.349,30%. El economista Asdrúbal Oliveros es mucho menos optimista, al señalar que la misma sería de al menos 7.000%. El economista Francisco Rodríguez, jefe de Torino Capital, dejó saber que su previsión para el año venidero en materia de alza de precios es de 5.325%, quien fue muy conservador para 2017, al proyectar una inflación de 358% y luego actualizar con alza de 825% en los últimos doce meses, debido a la dinámica que se ha desarrollado hasta ahora.

En estos momentos el Ejecutivo se encuentra en graves problemas financieros, la recaudación de impuestos a través del Seniat, a pesar de los constantes anuncios de que se rompen records en la recolección de impuestos para financiar el presupuesto, su valor es devorado por la inflación, sufriendo fuerte caída en términos reales. En lo que va de año, hasta septiembre de 2017, la recaudación ha sido de 9,66 billones de bolívares, si bien es una marca record en bolívares, mensualmente debido al alza del valor de la divisa en los mercados no autorizados, los ingresos del Seniat sufren una estrepitosa caída, en diciembre de 2016, cerraba con 249,21 millones de dólares, en enero de este año, caía a 166,16 millones de dólares, para luego registrar en septiembre 121,33 millones de dólares, los ingresos del Seniat en divisas, apenas han sido 1,4 mil millones de dólares en todo 2017, para financiar un presupuesto que era 3,33 mil millones para 2017. El ingreso petrolero no alcanza para cubrir el pago de deuda externa, mantener Petrocaribe, el envío de divisas y crudo a Cuba, mantener las operaciones de Pdvsa y sostener casi 60% del presupuesto de la nación, mantener el subsidio de la gasolina, que genera un gasto de al menos 7 mil millones de dólares al año. El presupuesto actual de 36 billones de bolívares, se reduce a unos 360 millones de dólares al año, si para funcionar como fue este año, con una precariedad enorme, el presupuesto ejecutado fue de 3,33 mil millones de dólares, el gobierno no podría costear nada con 360 millones de dólares, salvo que eche mano a la última cuenta de la que puede obtener dinero: eliminar el subsidio de la gasolina, lo que causaría un choque muy fuerte en la economía, para que el Ejecutivo logre tener dinero fresco o unos 7 mil millones de dólares adicionales.

La caída de ingresos internos y la de los ingresos petroleros ha obligado al gobierno a emitir dinero sin control alguno, lo que ha llevado a la inflación a tasas jamás vistas en la historia venezolana. Ese gasto está en las nóminas públicas, en el tamaño del Estado, en todos los gastos de funcionamiento, que tendrán que ser recortados de manera fuerte, con reducción de personal y la disminución de obras de gobierno, recortes de gastos de todo tipo. Lo cual no sería suficiente, además del efecto recesivo que generaría una medida así. Ya se tiene conocimiento de una circular de Pdvsa, en que piden a todas las gerencias y dependencias de esa empresa, reducir gastos operativos en 50%. El otro aspecto es que el gobierno para obtener algunos ingresos adicionales, decida aumentar la gasolina nuevamente, de manera más fuerte, ya que no existe otra fuente de dinero a la que pueda apelar, un incremento del precio de la gasolina tendría efectos en la economía según la proporción en que se haga, pero esto conduce a dos situaciones, la primera es que si no se hace un aumento que permita generar ingresos adicionales a la empresa petrolera, se tendría que seguir subsidiando, lo que implica que el Banco Central de Venezuela (BCV), tendría que seguir emitiendo dinero inorgánico, lo cual no frenaría la subida de precios en todo el país. El otro problema es que si se aumenta para que la actividad no genere pérdidas a la petrolera y no se tenga que recurrir al endeudamiento, que produce al mismo tiempo expansión monetaria, los precios de la gasolina tendrían que ser muy cerca a las tasas internacionales y esto implica que un litro de gasolina tendría que costar por lo menos unos 75 mil bolívares según el precio de la tasa paralela de divisas, una tasa que sería imposible de costear para nadie en Venezuela en las actuales circunstancias, en este tema, la administración Maduro se encuentra en un callejón sin salida y si llegara haber elecciones presidenciales, que pudieran generar un cambio de gobierno, sería uno de los peores males que heredaría la nueva administración gubernamental. Lo anterior sólo podría enderezarse, si se dolariza totalmente la economía y este punto se debe tener presente en cuanto a perspectivas, porque sería una medida, que junto a otras políticas, podría parar de inmediato el proceso de hiperinflación que está en desarrollo y sigue creciendo sin parar.

El año venidero, abre con fuertes problemas ya. Hay una crisis de transporte público, que mantiene también al transporte de carga paralizado en 80%, cada vez hay menos unidades disponibles, por la falta de repuestos, los precios de estos y a ello se agrega que la producción local de gasolina, no cubre más de 40% del mercado nacional y en los estados andinos se raciona, para evitar al “bachaquero”.
Hay una crisis de pagos. Hasta octubre, del total de la liquidez monetaria, sólo 4,28% son billetes físicos, esa relación el año pasado era de 8% y había problemas con el dinero efectivo, en las próximas semanas se agudizará mucho más, en ese aspecto, la administración Maduro no tiene una solución pronta a la mano, seguir imprimiendo billetes ya no es rentable para el gobierno, cada vez que suben el valor nominal de los billetes, estos en pocas semanas se desvalorizan, el costo de cada billete venezolano es de 0,3 dólares, lo que deja claro que no tiene sentido seguir haciendo billetes cuyo valor para fabricarlos, es más alto, que el valor nominal que los billetes representan. El propuesta de la criptomoneda, los pagos con el código QR del carnet de la patria, las aplicaciones para pagos con teléfonos celulares que ha implementado los bancos, apuntan a que el bolívar podría quedar en desuso, no se descarta incluso un nuevo cono monetario, o la sustitución del bolívar. En la teoría económica, las monedas buenas, siempre sacan de circulación las monedas nuevas, todo esto podría conducir también a la dolarización.

Si el gobierno quiere detener la inflación, tendrá que dolarizar o aumentar la gasolina, de lo contrario deberá seguir financiando el déficit con más emisión de dinero, todas las medidas son traumáticas, pero lo primero llevaría a soluciones con un plan más elaborado, lo segundo sería continuar con el camino al colapso total. 15/12/2017

15 dic 2017

El colapso arrasa a la dirigencia política, Putin y Trump decidirán en Venezuela


Todo lo vivido hasta ahora es producto del colapso general de la sociedad. El colapso arrastra todo a su paso. A la población, la economía, las instituciones, a los partidos políticos, a todos, nada queda en pie en medio de un derrumbe continuado. Venezuela está en total peligro, desamparada, perderá riquezas y perderá territorio, podría también desmembrarse, al final un acuerdo entre Putin y Trump, que todo será por petróleo, será lo que de el giro para entrar en el próximo ciclo.

En la oposición la tragedia causa estragos. Una dirigencia política que no ha entendido el momento. Hay de todo. Quienes esperan un estallido social, quienes aúpan un golpe militar, quienes tienes aspiraciones presidenciales y mantienen enfrentamientos internos con resultados catastróficos como los de las elecciones regionales y las municipales, los que se autodenominan “resistencia”, en este punto es bueno señalar, que esa dirigencia, que comprenden Capriles, Ramos Allup, Borges, Rosales, Machado, Ledezma, López, todos con sus aspiraciones presidenciales, infladas luego de la contundente victoria del pueblo en las urnas, el pasado 6 de diciembre de 2015, se “engolosinaron”, creyeron que el mandado estaba hecho y en medio de una disputa para sacar a Nicolás del poder, en que competían si era con un referendo, con una enmienda o con una constituyente, dejaron ir la presa. Se impuso entonces el referendo, Capriles se hizo acreedor del mismo y por tozudez olvidaron en 2016 las elecciones regionales. El régimen venía de perder unas elecciones con una paliza y era obvio que se prepararía con todo para no volver a pasar por la misma situación que enfrentó con los resultados de la derrota para la Asamblea Nacional (AN), sin contar con que el oficialismo ha sostenido un juego geopolítico, Nicolás sorprende con la jugada de suspender el referendo y terminar tras las sotanas del Papa Francisco. Nadie se lo esperaba.

Se pasa a 2017, Capriles capitalizaba la derrota del referendo, además de no lograr las elecciones regionales, se pasó a la validación de partidos y luego a una ola de protestas en defensa de la AN que dejó 130 muertos, miles de heridos y detenidos, a lo que Nicolás respondió con una Constituyente ilegal, bajo la asesoría de los rusos. Acción Democrática (AD), anunciaba que se lanzaba a las elecciones regionales. La división de los partidos políticos no permitió que la maquinaria electoral opositora se engranara y defendiera los votos en las mesas, además de que un sector opositor radical llamó a no votar, puesto que la mayoría de candidatos eran de AD, PJ y VP no se montaron en la elección. Este grupo radical, conformado por exiliados con mucho dinero producto del saqueo a Venezuela en 1994, con la crisis bancaria de entonces, que al no tener control directo sobre la MUD, financian una campaña de desprestigio contra los partidos políticos. Desorientada la oposición, tanto la interna, como los que están en el extranjero, se pierden las elecciones regionales y ni siquiera se sale a votar en las municipales. Que desastre.

En el caso del oficialismo, el asunto es también similar. La pugna entre grupos políticos que quieren salvarse, contra los sectores radicales enquistados en los entes responsables del control de cambios, que son los que saquean dólares preferenciales, no permite que el régimen pueda aplicar medidas económicas para enderezar la profunda depresión económica que hay y que atiza el incendio del colapso general. Sancionados y perseguidos por autoridades extranjeras, se enconchan en Venezuela y se mantienen enquistados en el poder para evitar que la justicia les alcance. Ahora surgen más diferencias, Nicolas quiere repetir en la presidencia, Diosdado también, hay sectores que abandonan al régimen, como José Vicente Rangel. Pero lo más interesante es el cuadro de militares que tiene información y estudios del escenario que se espera abriendo 2018, saben en los altos mandos que tocará masacrar a la población hambrienta o colaborar con el fin del régimen para que se apliquen reformas económicas urgentes, el mundo los vigila y deben decidir una vez más qué hacer. El asunto es distinto ahora, EEUU tiene una Ley sobre la Crisis Humanitaria en el país.

Mientras tanto, Venezuela se desliza por la espiral del colapso general, del que no habrá político o líder capaz de sacarlo en poco tiempo. Cuando las sociedades colapsan, no sólo cae el pueblo, la dirigencia, en este caso, toda, tirios y troyanos, caen junto al resto del país. En medio de tal desastre, sin una dirigencia seria, en ninguno de los frentes, porque la opción de Diego Arria, es “peor el remedio que la enfermedad”, veremos a gente de la política real actuando, esos son Putin y Trump, quienes tienen la última palabra, el primero quiere la Faja del Orinoco, el segundo, tiene las reseras petroleras del Esequibo y buscará asegurarlas.


11/12/2017

11 dic 2017

Presupuesto de 2018 se desplomó 76% en divisas

El año 2018, de continuar este gobierno y la tendencia económica, una tarea básica como la de comer, será imposible para al menos 77% de los venezolanos, si se convierte el presupuesto de 36 billones de bolívares, que anunció el vicepresidente El Aissami, sólo en comida, todos los venezolanos podrían comer tres veces al día sólo por mes y medio, por lo que para este gobierno u otro nuevo, se tendrá que recurrir inevitablemente a una dolarización de los salarios, ya que los alimentos ya lo están.

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

Según el vicepresidente Tarek El Aissami, con el nuevo presupuesto que presentó ante la ilegal Asamblea Nacional Constituyente (ANC), designada a mediados de año por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin contar con el debido referendo consultivo previo, establecido en la Constitución, “se busca mantener y garantizar el equilibrio económico y social de la nación, para asegurar la protección de las familias venezolanas”. El monto que presentó el vicepresidente fue de 36,1 billones de bolívares, además de que en el artículo 187° de la Carta Magna, se establece que el presupuesto sólo lo aprueba la Asamblea Nacional (AN).

La promesa de El Aissami se quedará muy corta en materia de “proteger a la familia”. La crisis económica se la ha escapado de las manos a la administración Maduro, han perdido control total de la situación y el gobierno en estos momentos está a la deriva en ese tema, no tiene capacidad de respuesta, no cuenta con recursos y ahora en una reunión de negociaciones en República Domincana, claman por el perdón de las sanciones que han aplicado Estados Unidos, Europa y Canadá. La cúpula madurochavista está atrapada y ha sido la economía la que los ha rodeado.

La tragedia del oficialismo y del pueblo
El año pasado Nicolás Maduro estableció el presupuesto en 8,4 billones de bolívares, lo aumentaba desde 1,4 billones de bolívares, que era el de 2016. Subía Maduro en 500% el presupuesto de 2017, para lo que necesitaba aumentar la liquidez monetaria en mayor proporción. Así fue advertido en este espacio en ZETA el 21/10/2016: “El presupuesto que Maduro propone para 2017, se ubica en 8,4 millones de bolívares, esa cantidad dinero no existe ni siquiera en el sistema monetario (...) El gobierno tendría que absorber toda la liquidez que existe actualmente y crear 2 billones de bolívares nuevos, ya sea por la vía de impresión o de producto interno bruto (PIB). Crear más dinero para la economía venezolana, para financiar el gasto público, presionará la inflación, por lo que no se nota cambios en la política fiscal, sino más bien una agresiva y más acelerada inflación.”

Aunque la situación actual es distinta, el BCV ha creado de la nada cualquier cantidad de dinero, con una liquidez monetaria expandida en 828,17% en el último año, una proporción record, jamás registrada, con la bicoca de 81,7 billones de bolívares en circulación, lo que explica la economía deprimida, la subida de precios en más de 1.000% según algunos analistas y 709%, según el Índice “Café con Leche” que lleva Bloomberg, si se revisa en cuanto al alza del dólar, se ubicaría en 1.444,44%, datos dispares gracias a que el banco central viola la Ley al no publicar las cifras oficiales de inflación. El dinero es electrónico, el gobierno no tiene capacidad de seguir imprimiendo dinero efectivo, de hacerlo y continuar esta situación, no se descarta que aparezcan los billetes de 500 mil bolívares, los de 1 millón y 10 millones de bolívares.

Lo anterior permite comenzar a detectar de qué serviría el monto que El Aissami anunció y que Delcy Rodríguez aprobó con la ANC, para saber si el PSUV puede mantener la gobernabilidad en Venezuela, la cual en la medida en que los indicadores económicos se disparan, se va perdiendo.

¿Qué podría hacer Maduro con 36,1 billones de bolívares? El presupuesto de la nación es para cubrir, según lo detalló El Aissami, gasto social, educación y salud, además del funcionamiento del Estado, pago de nóminas públicas, aportes a gobernaciones y alcaldías. Si todo ese dinero se usara sólo para alimentar a los venezolanos, es decir que las seis millones de familias que conforman este país puedan comer tres veces al día, según lo estipulado en la Canasta Alimentaria del Cendas (CAC), el monto que el vicepresidente anunció, sólo alcanzaría para que los venezolanos comieran un mes y medio a los precios actuales. Ese monto arroja 9.187.561 de CAC, que según el estándar del Cendas, una CAC lo consume una familia de cinco personas en un mes. A los precios actuales, eso es sólo comida tres veces al día para apenas 12,76% de la población.

Si con todo ese dinero se intentara pagar el déficit del sistema de salud venezolano, que para dotar hospitales, ambulatorios y farmacias, con insumos médicos, medicinas y equipos, se requiere al menos 6,5 mil millones de dólares, apenas podría cubrirse todo el año 5,53% de todo el sistema sanitario nacional, eso sí, sin poder pagar las CAC del ejemplo citado en el párrafo anterior, o se gasta en uno, o en otro.

El presupuesto del año pasado, al ser convertido en dólares era para el cierre de octubre de 2016, de 5,25 mil millones de dólares, al convertir para entonces 8,4 billones de bolívares en dólares a una tasa de 1.600 bolívares, según la tasa paralela. Para ese entonces las reservas internacionales eran de 10.922 millones de dólares, sin más remedio el Ejecutivo tuvo que recurrir a la emisión de dinero para dar cobertura, lo que ha producido la peor inflación de la historia venezolana. Con el presupuesto actual la situación es la siguiente, al cierre de octubre la tasa de cambio que se registra en Cúcuta es la de 28.200 bolívares por dólar, el presupuesto de 36,1 billones de bolívares se reduce a 1,28 mil millones de dólares para el año venidero, es decir en divisas hay un desplome de 75,61%. Esto indica que la recesión para el año próximo será mucho más profunda, el Ejecutivo, atrapado en una situación de hiperinflación seguirá emitiendo dinero y se tendrá la peor de las situaciones en materia de estanflación jamás vista en país alguno.

Al seguir con el ejemplo de la comida para los venezolanos, para tener una idea de lo que se requiere, para garantizar a los precios actuales la CAC a todos durante un año, se necesitaría al menos 282 billones de bolívares sólo para comer y con inflación en 0% continua durante 12 meses, crear esa masa de dinero que supera en casi 250% la actual liquidez monetaria, ayudaría a acelerar mucho los precios, por lo que en materia de alimentación para el año venidero, para el venezolano será una tarea sencillamente imposible de cumplir. Para este gobierno o para un nuevo, de ocurrir como resultado de las negociaciones, se tendrá que recurrir a la dolarización del resto de la economía que son los salarios, montos no indexados todavía al dólar.

La situación para 2018 es “altamente explosiva”, el venezolano no podrá ni siquiera alimentarse, esto configura una previsión de dimensiones catastróficas, el Ejecutivo ha llegado al extremo, a límites que para muchos son insospechados incluso todavía, que por más de dos años en este espacio se viene advirtiendo, el oficialismo ha quedado a la deriva en materia económica y la repercusión social no se hará esperar.


08/12/2017

Nicolás mueve piezas en su tablero ante lo que viene


El nombramiento del general Manuel Quevedo, como nuevo presidente de Pdvsa, aporta valiosa información y revela que el oficialismo que controla Maduro, ha movido piezas en función de evitar lo que se teme estalle en pocas semanas o en pleno primer trimestre de 2018, más con una especulación de que habrá elecciones presidenciales para marzo del año venidero, si es que en las negociaciones en República Dominicana, ordenada por los factores extranjeros, EEUU, Europa y Rusia, se termina acordando de un adelanto. La comunidad internacional exige liberación de presos políticos, canal humanitario, reconocimiento y respeto de la Asamblea Nacional (AN), mientras el oficialismo exige que se quiten las sanciones que EEUU ha impuesto a decenas de funcionarios maduristas, y se reconozca internacionalmente la asamblea constituyente, designada fuera del orden constitucional.

Nicolás tiene ya sendos informes del probable estallido social, el cual se está acelerando, puesto que para marzo de 2018, el venezolano estaría ganando 5,96 dólares al mes con el salario integral, pero esa situación ya se produce a finales de noviembre de 2018. Los saqueos a pequeños comercios y camiones en carreteras, comienzan a producirse. Esta vez el general Padrino López, no tiene manera de evitar el asunto del alza de precios de la comida, de la manera que ocurre, si deciden perseguir al comercio generará un efecto peor que encendería a Venezuela por los cuatros costados, al desaparecer la comida, como está ocurriendo con la carne.


Los militares ahora logran el control de Pdvsa, analistas extranjeros especulan que se trata de un “premio” previo, a lo que se supone sería una situación de represión de gran escala, de reventar a partir de enero, los motines del hambre, Maduro estaría buscando mantener leales a los mandos castristas, en medio de una guerra interna en el oficialismo, con el encarcelamiento de gerentes petroleros, que eran leales a Rafael Ramírez, quien desde su alta posición en la ONU, ha expresado fuertes críticas al madurismo, por la hambruna que padecen los venezolanos. Nicolás mueve sus piezas, las pocas que tiene, en el tablero, espera una ola de situaciones sobrevenidas en próximas semanas, lo que entorpecería un llamado a elecciones presidenciales.

La tragedia económica puso a correr al régimen y a la oposición


El escenario económico es tan terrorífico comenzando enero del año próximo, que una parte del régimen y sobre todo el sector militar, ya han avanzado en temas cruciales para proceder a entregar el poder de manera ordenada y garantizada.

La semana pasada explicaba el asunto de los militares y los pasos que están dando en lo anterior expuesto. Son los primeros en lograr garantía, Nicolás ha dado un paso, se lleva presos a quienes fueron los principales saqueadores de Venezuela, a los gerentes de Pdvsa que dejó Rafael Ramírez, no había a quien dejar en Pdvsa, sino a los militares, estos han pedido no ser perseguidos, a cambio ofrecen garantías de permitir un cambio de poder sin sobresaltos, del otro lado, tienen respuestas en sus manos, un cambio en el CNE y hasta se habla ya de quien sería el candidato presidencial por la oposición, ya se sabe quién es el del oficialismo, la fecha tentativa para unas elecciones sería el 16 de marzo. José Vicente Rangel, único político serio que tiene el régimen, es fundamental en lo que está ocurriendo, es quien avala las garantías de lado y lado, para cumplir la negociación.

La debacle económica es un asunto que no se hace esperar, amenaza. El año próximo es explosivo en ese sentido. Hoy día la crisis alimentaria ya es insoportable, la hiperinflación ha hundido en la pobreza extrema a una inmensa mayoría, es tan así que los cuadros de la GNB, ya tienen pertrechos anti motines acumulados para reprimir masivamente durante dos meses seguidos, esperan un estallido social de grandes dimensiones. Tienen más pertrechos que comida, eso preocupa a algunos generales.

La criptomoneda
Nicolás ha sorprendido con el anuncio de la criptomoneda, que por cierto no es la primera que se emite en Venezuela, ya hay un grupo de venezolanos que crearon el BolívarCoin. Algunos políticos de oposición, que desconocen el tema, declaran de manera burlona sobre lo que Nicolás ha denominado el “petro”. Lo más sensato es no subestimar al régimen con este asunto, hay que citar aquel caso del hijo de un ex diputado del PSUV, de apellido Ochoa, que se hizo de una empresa de minería de Bitcoin hace más de dos años, por la bicoca de 18 millones de dólares, según lo declaró la compañía en cuestión en EEUU, se trajo los equipos al país para minar en Venezuela, gracias a los bajos costos de electricidad.

El SEBIN ha estado deteniendo a mineros venezolanos, ha dado duros golpes como el del galpón en Carabobo en que por ejemplo decomisaron 300 máquinas para minar Bitcoin. En el régimen están bien empapados del tema. La criptomoneda la vienen usando para transferencias de divisas al país desde hace más de dos años, sin tener que usar el sistema financiero global, Bitcoin permite hacer ese tipo de operaciones de manera anónima, pero su precio ya es muy alto, al rozar días atrás 12 mil dólares. Con el “petro”, podrán tener a su disposición su propia criptodivisa, su propia cadena de bloques. El asunto político, la tragedia económica que trae un tsunami, el tema militar, la guerra interna, la negociación en República Dominicana y este asunto de la criptomoneda, llegan juntos, no son conchas de ajo.


04/12/2017

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