Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Al no haber acuerdos internos en Venezuela, es más fácil imponer una salida negociada desde el extranjero
Hasta ahora los partidos políticos se mantienen bajo la línea
norteamericana. El apoyo a Juan Guaidó para repetir como presidente de la
Asamblea Nacional (AN) y la posición invariable con el “cese de la usurpación”.
Por el lado del régimen, los contratos militares con Rusia, tienen peso y el
sector militar que lidera Padrino López, es el que mantiene a Nicolás Maduro en
el poder.
Estos dos factores, los partidos políticos y los militares,
desarrollan sus discursos y acción, según los lineamientos de EEUU y Rusia, países que tienen gigantescos
intereses en el control de Venezuela, en vista que los venezolanos no logran
encontrar acuerdos internos para restaurar la República.
A pesar de las sanciones, entre Miami y Caracas hay libre comercio sin aranceles, lo que no molesta a los norteamericanos. |
El régimen chavista/madurista desarrolla su estrategia, fuera del
marco anterior. Hay negociaciones directas entre Miraflores y la Casa Blanca. El régimen chavista/madurista intenta
quebrar a la oposición y es que desde los sectores radicales no confían en Juan
Guaidó, quien es de línea del dirigente Leopoldo López.
En el chavismo radical
recuerdan que López fue uno de los que perseguía chavistas, cuando Hugo Chávez
renunció el 11 de abril de 2002. Esos sectores, con ascendencia en cuadros
militares, se niegan entregan el poder, porque temen terminar tras las rejas,
debido al precedente.
Negociaciones Casa Blanca-Miraflores
El hecho que las mesas de diálogo hayan fracasado, beneficia a los
norteamericanos y rusos. Al no haber
acuerdos internos en Venezuela, es más fácil imponer una salida negociada desde
el extranjero. En ese contexto el régimen chavista/madurista intenta
cambiar el cuadro.
Maduro ha ofrecido a tenedores
de deuda, que obtengan en Venezuela pozos y campos petroleros. El mensaje
llegó a los que tienen al menos unos 60 mil millones de dólares en títulos
venezolanos. Los inversores han negado cualquier negociación, por el tema de
las sanciones.
También se reportó una reunión secreta entre Erick Prince, un asesor
de la Casa Blanca, muy cercano a Donald Trump y la vicepresidente de Maduro,
Delcy Rodríguez. Según se pudo conocer,
la conversación fue de buscar acuerdos y negociaciones para lograr una salida
electoral, a cambio de eliminar las sanciones.
Ha habido un acuerdo bipartidista en el Congreso de EEUU, en la que se
establece que la salida de la crisis venezolana debe ser por la vía de elecciones
libres y transparentes. Se dejó claro
que no habrá una intervención militar.
Maduro y Trump relajados
En las últimas semanas ha habido un giro silencioso en las relaciones
entre Venezuela y EEUU. Los reportes de aumento de producción petrolera en los
últimos tres meses, son sólidos. Expertos
como Francisco Monaldi han dicho que hay una relajación de las sanciones con
este tema, aunque no se haya informado nada oficial. Pdvsa está cerca de 1
millón de barriles de petróleo nuevamente.
Existe un comercio abierto entre Miami y Caracas. Maduro ha eliminado los aranceles de importación y los establecimientos
comerciales se llenan de mercaderías procedentes de EEUU, sin restricción
alguna, un asunto que agrada a los norteamericanos.
Para 2020, se espera que las
compañías petroleras como Rosneft (Rusia), CNPC (China) y Chevron (EEUU),
establezcan control de operaciones de Pdvsa, a través de empresas privadas.
Se trata de una suerte de concesión que ha arrancado de alguna manera, puesto
que se ha estado entregando campos paralizados a empresas. Se ha estado
instruyendo a militares la protección de personal de estas compañías.
Paralización opositora
El régimen chavista/madurista juega su propio juego. En lo interno ha
logrado evitar que en 2019 haya enfrentamientos en las calles, debido a que una
vez que se despenalizó el uso de divisas y se liberaron los precios, el
comercio ha logrado reabastecerse, lo que ha reducido protestas, saqueos y
motines del hambre como los que hubo en 2016 y 2017.
La oposición no logra establecer nexos con los militares. Al contrario, el régimen desarrolla labores
de contrainteligencia, en que caen militares de bajos rangos y se mezclan
dirigentes políticos radicales, eventos que han servido para acusar a la
oposición de actividad terrorista y golpista.
Los sectores de oposición se encuentran prácticamente paralizados. No han
dado una respuesta política sobre la implementación de la criptomoneda petro. Se avecina un año electoral para renovar el
Parlamento, que tal vez tendrán que llevar a cabo con Maduro en el poder. En
lo interno, ha fallado la habilidad política en este sector, mientras se
atiende a los designios de Washington y a la posición invariable que no ha dejado
resultados.
Un sector de la oposición, señala duramente a Juan Guaidó, a quien tildan
de traidor o ser parte del régimen, desatando una campaña de desmotivación, lo
que añade división y dispersión de las fuerzas políticas que podrían establecer
una negociación con posición de fuerza o lograr serias alianzas con los
militares.