UNA TAPA DE UN FRASCO VALE MÁS QUE UN BOLÍVAR
Por Alex
Vallenilla / CNP
16478 / @alexvallenilla
Es demagógico que en las actuales
circunstancias económicas tanto del lado del Ejecutivo, como del sector de
oposición agrupado en la MUD, se hable de incremento de salario mínimo. Con lo
que hace hoy el castrocomunismo con nuestra moneda, es una estafa al pueblo y
directamente a los pobres, quienes no acumulan riqueza ni se protegen de los
efectos inflacionarios sino que sólo consumen.
Se recuerda el caso de la Operación Bernhard
en la Segunda Guerra Mundial, cuando el coronel de las SS Bernhard Krüger
falsificaba la libra, para provocar inflación en la economía de Inglaterra. Fue
tal la operación que en un banco de Londres se hizo un depósito, se solicitó
que se probara si el dinero era falso y este pasó la prueba. Inglaterra tuvo
que cambiar las series de sus billetes al final.
En Venezuela, Nelson Merentes puede ser
considerado el “Krüger latino”. En Venezuela hay una operación de impresión de
dinero de manera descarada por el Banco Central de Venezuela, una excesiva
emisión de dinero que ha destrozado los salarios, las empresas, al mismo gobierno,
llevando al país a una de sus peores crisis conocidas en los últimos 80 a 100
años.
Nicolás se ha burlado del pueblo con el
aumento del salario mínimo en 30%, cuando hay un país que en los últimos 12
meses todos los precios avanzaron entre 250% y 300%. El Ejecutivo lanzó una
tasa de dólar (Sicad 2) con aumento de casi 700% contra el dólar oficial en el
Cencoex, saque sus cuentas.
Esto es deliberadamente una estafa. Imprimen
dinero para financiar el déficit del gobierno, ese mismo dinero produce la
inflación que se tiene y con el mismo dinero ya devaluado, aplican un aumento
pírrico que sencillamente genera más pobreza en el país.
Ellos mismos lo han dicho: “Nunca antes el
venezolano había tenido tanto dinero”. Por supuesto, si lo imprimen de manera
irresponsable y lo inyectan a la economía.
En una economía en que no hay productos
porque destruyeron la capacidad productivas de las empresas, ¿Hace falta más
dinero? No. Los venezolanos no harán nada con ese 30%, por un lado porque no
compensa el avance de los precios de todo y por otro porque sencillamente no
hay qué comprar.
Trabajadores y empresarios han debido unir
esfuerzos para obligar a Nicolás a volver a la “tripartita”, aquella que se
reunía para debatir sobre los salarios. No es más dinero inorgánico lo que va a
resolver esta crisis en la que transita el país. Se necesita más oferta de
bienes y servicios, pero con la política económica del modelo que dirige
Maduro, eso es casi imposible hacerlo.
El dinero es un medio de compra, que sirve
para el intercambio de bienes y servicios, creados por los medios de
producción, si no hay bienes y servicios, el dinero se vuelve inservible, por
eso una tapa de aluminio de un frasco de un envase de vidrio de 200 gramos,
vale 150% más que un bolívar.
Hoy muchos trabajadores, públicos y privados,
deberían estar cantando loas, “¡Así!, ¡Así!, ¡Así es que nos estafan!”, “¡Así!,
¡Así!, ¡Así es que nos estafan!”, “¡Así!, ¡Así!, ¡Así es que nos estafan!”.