HACIA LA NUEVA VENEZUELA
Se debe comenzar a hablar
de lo que viene, superada la era chavista. En lo sucesivo, se estará publicando
el seriado “Hacia la Nueva Venezuela”, con el fin de comenzar a generar
análisis, información, opinión y producir debates, sobre los acontecimientos
políticos, sociales, económicos, culturales y demás, que se avecina en lo que
tendría que ser el proceso de reconstrucción de Venezuela.
En la Mesa de la Unidad conviven factores de visión socialdemócrata, liberales e izquierda, coalición de partidos que es enfrentada por el chavismo y por factores que se autodenominan de derecha |
Las fuerzas políticas que
quedarán en pie en este país, tendrán signos claros: socialdemócratas y
liberales. Los primeros, mayoría, reunidos en una coalición de partidos
políticos que conforman lo que ahora se llama la Mesa de la Unidad (MUD). Los segundos,
tienen representación en esa plataforma, en menor número, un sector moderado,
pero un sector más ortodoxo en ese sentido, se mantiene enfrentado a la opción
socialdemócrata que domina en el seno de esta coalición.
Sobre el chavismo,
sobrevivirán muy pocas facciones, las moderadas, las que hoy critican al sector
radicalizado en el PSUV, que lleva un rumbo a su desaparición inevitable. Esa izquierda
tendrá que recomponerse y empezar desde cero, nuevamente.
En la composición general
de la sociedad, los militares y los empresarios serán un poder determinante,
ambos sectores tendrán que rivalizar con los civiles en los partidos políticos,
para conducir la etapa de transición que permita la reconstrucción de
Venezuela.
Antes, vendrá un gran
debate, por un lado, los militares y empresarios en alianzas circunstanciales,
los primeros para evitar perder el monopolio del poder de fuego, los segundos,
en protagonizar el nuevo ciclo económico a iniciarse una vez los cambios
políticos así lo permitan. Con estos sectores, los de visión liberal, podrían
tener muchas coincidencias, sobre todo en lo que es la restitución del orden y
en el asunto de los mercados. Actualmente, la sociedad repudia al factor
militar políticamente, y el sector liberal, tiene poco espectro en la sociedad
venezolana, incluyendo a los empresarios, que en Venezuela, debido a la renta
petrolera, son los que menos han defendido las propuestas de libertades económicas
plenas, sino que han secundado las propuestas proteccionistas. En la etapa
nueva, el empresariado también sufrirá la división, porque tendrá que nadar en
dos aguas, luego que los factores políticos socialdemócratas, que tienen mayoría
del voto actualmente, deriven en que el aspecto social, el estatismo y la renta
petrolera, deban proseguir como modelo, asunto que se le hará cuesta arriba a
estos, debido a la realidad económica que reinará en este país en lo sucesivo. Lo
anterior es la base de lo que será el próximo ciclo político, económico y
social en Venezuela.
Es lo que se ve hoy. De hecho,
el próximo gobierno de este país, no tendrá como oposición al chavismo
precisamente, sino a los factores opositores ortodoxos, que hoy hacen críticas,
señalamientos y denuncian a la actual MUD, considerando que sea este grupo
político el que tome las riendas del poder, una vez salga el chavismo radical
del mismo.
Entonces, el debate
político será entre socialdemócratas y liberales, en lo sucesivo, con efectos
sobre fuerzas militares y empresariales, que terminarán decantándose.
En principio, la visión
liberar de reducir el tamaño del Estado, de promover los libres mercados y
acabar con el estatismo, con el fin de que el país deje de ser “rentista”, o
sostenido con fondos públicos, tendrá sus dificultades. Pero esto no debe
llevar a pensar que el factor socialdemócrata, lo tenga fácil. Ambas visiones
tienen sendas dificultades, para imponerse una sobre otra, o para que alcancen
acuerdos de cómo convivir en lo que viene.
La economía seguirá
dictando la pauta. Con un mundo totalmente nuevo en materia energética, en que
EEUU ahora es un gran productor de petróleo, con las medidas que en Europa,
incluso en China se toman en materia ambiental, el petróleo venezolano, el
extra pesado, está condenado a quedarse en el subsuelo. Venezuela ha sido
endeudada hasta 2038 por el chavismo, su industria petrolera, su principla y
por ahora, única fuente de ingresos, ha sido prácticamente destruida, arrasada,
pierde producción de 4% anual, tendencia que Fitch Ratings mantiene hasta por
lo menos 2024.
Lo anterior significa un
Estado que no tendrá recursos en cantidades, que irremediablemente tendrá que
reducirse, sea que quienes gobiernen en el futuro sean liberales o
socialdemócratas. Este aspecto que es fundamental, determinará los próximos
eventos, sobre todo en la próxima década, que será clave para saber si la
reconstrucción de Venezuela arranca, se acelera o no se logra. (Hacia la Nueva
Venezuela, N° 001 - 21/08/2016)
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