En una reciente cadena Nicolás Maduro presentó una Ley de Empleo Juvenil, para jóvenes productivos y así proteger el acceso de estos a las empresas. Además señaló que se les facilitaría créditos para la producción y un sistema para pasantías.
Pero al mismo tiempo crean otra instancia llamada el Rupdae, otra plataforma, más control, más rigurosidad para las empresas, que hacen cualquier proceso de producción o de emprendimiento todo un verdadero engorro, y que permite pensar que más barato sale liquidar la compañía.
Si este Estado se ha empeñado en poner contra las cuerdas a las empresas privadas, tiene descuidadas, sin inversión y en vías de desaparición las empresas públicas, la gran mayoría de las que han sido estatizadas, qué empleo puede proteger ninguna ley.
En los últimos 15 años Venezuela se ha plagado de leyes y decretos que sólo han servido para minimizar la capacidad productiva del país.
Leyes que a los emprendedores nacionales los coloca en una desventaja enorme ante las empresas extranjeras, sin ir lejos, las colombianas y las brasileras. Con razón de aquellos que fueron ministros con Chávez y hoy son sendos empresarios en Brasil, Uruguay y otros países que nos venden comida.
Las leyes del chavismo han sido para confiscar, multar, cerrar, expropiar, encarcelar, bajar ganancias, imputar, fiscalizar, regular a toda empresa y sus propietarios. No se consigue en el catálogo del estatuto chavista alguna que sea para promover la producción, para motivar a las empresas a invertir, hasta la Ley Orgánica del Trabajo, bajó las horas laborales, incoherentemente en un país desabastecido que requiere más horas hombres para aumentar la producción.
Hasta los empleos informales no están garantizados, porque el que trabaja en la calle vendiendo empanadas, pasteles, jugos o perros calientes, viven la penuria de la escasez de sus materias primas, gracias a que en la norma chavista, ser emprendedor en Venezuela es ya casi cometer un delito.
Dijo que les daría crédito a estos nuevos trabajadores ¿Para invertir en qué? Ni como taxistas podrían trabajar porque carros no hay y es que la norma del control cambiario es la principal causa del desastre productivo nacional. ¿Protección de empleos? Que le pregunten a los más de tres mil docentes de Lara que la semana pasada no les renovaron contratos, por cierto casi todos egresados de la Misión Sucre.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por dejar sus comentarios