Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
En las recientes
alocuciones de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, los responsable de la debacle
del chavismo y la crisis económica de Venezuela, hay dos aspectos importantes:
Maduro, quien prácticamente ha sido abandonado por Raúl Castro, ahora le presta
atención a Cabello y a partir de allí se cierne un verdadero peligro para
Venezuela por la amenaza que acaba lanzar el inquilino de Miraflores.
Hasta ahora el par, responsables de la debacle venezolana y de la derrota del PSUV, no logran incendiar la pradera, pero tienen una sola carta, la peor para la región: no pagar los bonos de la deuda |
De todas las amenazas, y
amedrentamiento que en los últimos días este par ha lanzado, ninguna tomada en
serio, hay una que si se tiene que ver con mucho cuidado, porque si encierra
las verdaderas y peores intenciones que al par le ha pasado por su mente, es la
de causar la tragedia final, el último acto de la bochornosa película:
Maduro dijo:
“O nosotros salimos de este
atascadero por la vía de la revolución o Venezuela va a entrar en un gran
conflicto que va afectar a toda la región latinoamericana o caribeña. Y yo no
me voy a rendir; yo voy a combatir”. Eso lo dijo en una concentración a sus
seguidores.
Ese mensaje de Maduro está
finamente hilvanado, dirigido específicamente a una sola persona y encierra lo
que algunos teme, Maduro ha caído en el hechizo de Cabello y este último fue
quien se la sopló al oído, quien si sabe de qué se trata lo que el conductor de
buses quiso decir, pero que muy pocos, en Venezuela son capaces de digerir.
¿Qué puede desatar un
conflicto que afecte a toda la región latinoamericana y caribeña? Una sola
cosa: que Venezuela no pague los bonos de la deuda que se vencen en marzo de
2016. Esta amenaza es para Washington.
El último recurso para
desatar una crisis que involucra a la región y que encienda las alarmas en
EEUU, es sólo ese. Tras la derrota electoral, Maduro y Cabello han quedado
desnudos, sin pueblo, sin militares, con una economía paupérrima interna, con
investigaciones desde EEUU. Están prácticamente sin opciones y sienten que más
temprano que tarde, quedarán fuera del poder totalmente, tal cual ciudadanos
comunes.
Recapitulando. Lo que sabe
Diosdado y le está enseñando a Maduro. El Caribe, que recibe sostén venezolano
con Petrocaribe, sería impactado si Venezuela entra en impago de deuda y esto
hace que el programa se detenga de inmediato. Las islas del Caribe tendrían que
sustituir sus importaciones de hidrocarburos, a precios internacionales y sin
condiciones especiales, afectando a toda esa región con inflación, afectando
sus presupuestos públicos, deudas y ciudadanos, eso incluye a países de Centroamérica
que también se benefician de tal plan. Una crisis de estas es un lio enorme
para EEUU, que vela por la estabilidad en la región. No se descarte
declaraciones próximas del Comando Sur.
La deuda de Venezuela no es
con entes multilaterales, debido a que así lo decidió en aquel entonces Hugo
Chávez, no ir al FMI, sino a los bancos privados que cotizan en Wall Street. No
pagar los bonos de deuda, una buena parte en manos de Bank of America, Goldman
Sachs, Barclays, JP Morgan, entre otros, es un golpe al valor de las acciones que
se cotizan por estas compañías en la Bolsa de Nueva York, además del impacto
financiero, está el impacto en la región: los especuladores saldrían
masivamente no sólo a vender los títulos venezolanos al precio que sea, sino el
de resto de la región y banco regionales que tienen en su poder títulos
venezolanos, con consecuencias de una caída del valor de deuda de países
ligados a Venezuela y de bancos en esos países en posesión de tales bonos. El especulador
pensará, si Venezuela, que es el país con más riquezas en el subsuelo en
Latinoamérica, no tiene para pagar, qué se espera para los otros.
Un desastre de esas
dimensiones, es preocupante en EEUU, que junto a Europa luchan contra la caída
del mundo en recesión. Venezuela tiene el potencial de reavivar la situación de
crisis de deuda europea, de hacer que los inversores se vuelquen en todo el
globo a vender sus posiciones en activos de riesgo y demanden dólares por todo
el mundo, propiciando que las metas de inflación global no se den y por lo tanto
el empleo global sufra. Esto último parece descabellado, pero en la teoría de
los juegos: el aleteo de una mariposa en el Amazonas, puede desatar un Tornado
en Texas.
El default para Venezuela,
por sabido es que de un día para otro se acaban las importaciones y Venezuela
requeriría de inmediato la ayuda humanitaria internacional en todos los
sentidos.
Esta amenaza que ha
esgrimido Nicolás Maduro, es la única seria, a la única que se debe prestar
atención, la presenta a ver como salvan sus cabezas de posibles juicios, o
escapan honrosamente de la debacle que les viene incluso dentro de su partido. Hasta
ahora no han logrado encender la pradera, pero no pagar los bonos, el último
recurso, sería apocalíptico.
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