Pdvsa pretende
refinanciar su deuda de 2016, sin embargo la caída de los precios del petróleo
conspira para que tal acción se pueda llevar adelante y se evite el default
Por Alex Vallenilla
/ @alexvallenilla
En medio de la crisis política que se le ha presentado al oficialismo,
luego del resultado electoral del 6D, en que la oposición logró controlar la
mayoría de la AN, los factores de poder Legislativo y Ejecutivo tendrán que discutir
la acción de pago de bonos de deuda que se vencen en 2016.
Hasta ahora fuentes de Pdvsa, han señalado que se tiene bien
adelantada una propuesta de reestructuración de pago o canje de bonos que
incluso incorporaría los que se vencen en 2017.
La nueva situación política requerirá que este tipo de acciones pase
por debates y discusiones en la nueva AN, se trata de unos US$ 10.300 millones
para el año que viene y otros US$ 10.700 millones para 2017.
El refinanciamiento de deuda se trata de pagar los bonos que se vencen
en un período determinado, por otros bonos con vencimientos en próximos años y
bajo nuevas condiciones. Según el criterio de analistas financieros, esto es lo
más cercano a no pagar deuda, previsión que mantiene la firma Silk&co, puede
ocurrir en 2016.
La actual posición de Venezuela en divisas sigue siendo precaria. Su
liquidez no supera el millardo de dólares, así como ya la cantidad de activos
con que contaba hace un año ha ido disminuyendo debido al pago de compromisos
anteriores.
Los nuevos parlamentarios recién electos, se han enfocado en proponer
leyes para mejorar la producción interna y la de liberación de presos políticos
como prioridad, sin embargo los primeros vencimientos de deuda llegan en marzo
de 2016, por lo que en el lapso de tres meses, serán necesarios para el tema
que tendrá carácter de urgencia. Existe la percepción por analistas políticos que
los tres primeros meses sean de confrontación entre el Poder Legislativo y
Ejecutivo, lo que retrasaría posibles negociaciones o acuerdos en temas de
relevancia como el cumplimiento de deuda soberana y corporativa. Además el
gobierno tiene una situación en contra, que le permita acordar con los mercados
globales algún acuerdo de canje y es que el precio del petróleo sigue cayendo, la
semana pasada el barril venezolano bajó a US$ 31.
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