Padrino López tendrá que aceptar el RR para destrancar la economía

Los radicales del PSUV intentan desesperadamente lograr préstamos del extranjeros, pero las decisiones ilegales desde el TSJ les tranca cada vez su juego

Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla

A pesar que el TSJ sentenció que el Banco Central de Venezuela (BCV) podrá gestionar préstamos desde el extranjero, sin que se cuente con la aprobación de la Asamblea Nacional (AN), tal decisión, choca con los establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), cuyo orden el TSJ no puede alterar, menos con un TSJ que ha sido inhabilitado por la AN, luego que un lote de magistrados que lo conforman, fueron nombrados ilegalmente, según el informe presentado por la comisión de diputados que estudió el caso y aprobado en sesión plenaria por mayoría.

El sector radical del gobierno, que aun tiene control del TSJ, intenta destrabar la situación que tienen ante los acreedores internacionales, los cuales, en vista del choque de poderes y las sentencias que son tachadas de inconstitucionales, se niegan a prestarle un dólar más a la administración Maduro, bajo ninguna circunstancia. Hasta ahora el TSJ es un factor de altísimo riesgo en Venezuela para los inversores globales. Ni los chinos, aliados hasta ahora del chavismo, han querido hacer nuevos préstamos, ni la oferta del Arco Minero ha logrado levantar un dólar.

La situación anterior, ahora bajo el control político del general Vladimir Padrino López, le obligaría a tener que destrabar el juego. Legalmente ante los tribunales de arbitrajes internacionales, donde se establecerían nuevas normas para préstamos y renegociación de deuda, si no hay aprobación por la AN, no habrá acuerdos de ningún tipo, puesto que los magistrados del TSJ no pueden cambiar la Constitución.

Padrino López tendrá que producir, conducir o realizar el acercamiento con los sectores de la MUD, que tienen el control de la mayoría en la AN, sector que indudablemente exigirá que se realice el referendo revocatorio, para proceder a unas nuevas elecciones y con un nuevo gobierno, renegociar con la aprobación de la AN, los vencimientos de deuda que vienen, que son impagables actualmente, negociar un rescate financiero con los entes multilaterales, para poder reabastecer el país.