La caída de producción petrolera, los daños a la industria, la
hiperinflación y ahora las sanciones, han hecho que el consumo energético
venezolano se hay desplomado
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
Venezuela ha sido el país que más energía en hidrocarburos consume en
América Latina. El consumo energético en este país, se ha comparado con el de
los europeos. Electricidad, gasolina, petróleo, por ser una de las reservas de
hidrocarburos más grande del planeta, pero esa realidad está cambiando.
El colapso general de la sociedad, tras el derrumbe económico ha hecho
que los venezolanos hayan reducido en 37% el consumo de gasolina y diesel en el
último lustro, según estimaciones de British Petroleum (BP).
La caída del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, se estima entre 35%
y 40%, según distintos analistas económicos. El derrumbe económico de Venezuela
responde a la crisis creada desde el Estado, bajo control del
chavismo/madurismo.
El factor principal es la peor corrupción nunca vista en país alguno,
con el robo de al menos unos 350 mil millones de dólares de los recursos del
Estado, lavados en Estados Unidos y Europa, a través de los sistemas
financieros de esos países, este saqueo se produjo gracias al perverso sistema
cambiario que mantuvo por años el régimen chavista/madurista.
Desde 2005, Hugo Chávez emprendió un agresivo plan de endeudamiento
con China y con la banca privada de Wall Street. Chávez no acudía al Fondo
Monetario Internacional (FMI), porque con este ente el país debe llevar cuentas
transparentes, una economía ordenada y con metas planificadas, lo que nunca
hubo en la administración de ese presidente.
Al robo de los recursos estatales, junto con el alto endeudamiento, se
sumó la caída del precio del petróleo desde 2014, lo que dejó al gobierno sin
recursos para enfrentar la falta de liquidez y una industria petrolera, única
fuente de ingresos, destruida, arrasada y en total declive.
El derrumbe del consumo de gasolina, diesel y petróleo en Venezuela ha
sido progresivo y sigue empeorando. Desde 2012 hasta 2017, la caída es de 37%.
A pesar que en Venezuela se vende la gasolina más barata del mundo,
ahora es muy difícil encontrarla debido a su poca producción. En la medida en
que Pdvsa ha perdido capacidad de pago, así como ha reducido la producción de
solventes, ha visto mermar el envío de crudo liviano para mezclar con el crudo
extrapesado para fabricar gasolina. Situación que empeorará con las sanciones
petroleras.
La destrucción del valor del bolívar, por el abuso con la emisión de
dinero por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), obligó al régimen de
Maduro devaluar la tasa oficial por encima del valor del dólar paralelo, que
junto a la hiperinflación que se viene acumulando, la importación de repuestos
para vehículos, cauchos y baterías, se ha visto también prácticamente anulada.
Los costos en Venezuela no permiten mantener un vehículo.
La flota de buses del transporte público, colapsó, el sistema de
transporte de mercaderías ha reducido sus operaciones en la medida en que la
producción interna también se ha desplomado y no hay suficientes mercaderías
para despachos locales y nacionales.
El sector militar mantiene control sobre Pdvsa, empresa que ha visto
perder su producción petrolera en los últimos años, hasta el punto de llegar
1,1 millones de barriles diarios. Bajo la gestión militar, las refinerías en
Venezuela están en apenas 22% de su capacidad productiva.
La falta de diesel está afectando a las plantas termoeléctricas, por
lo que hay una crisis energética con apagones constantes, aunado a la falta de
mantenimiento e inversión en el sistema eléctrico.
El colapso general de Venezuela amenaza con dejar apagado totalmente a
este país en muy poco tiempo.
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