La dolarización de facto, combinada con la escasez de bienes y servicios hunde a los venezolanos que dependen de bolívares, a una situación peor
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
En los últimos seis meses, la economía venezolana ha sufrido cambios drásticos
en el marco de una crisis política, la destrucción de la única fuente de
ingresos que tiene Venezuela y la derrota de la propuesta de Rusia, de
experimentar con una criptomoneda. El dólar se ha impuesto, aunque esto
signifique más pobreza actualmente para los venezolanos.
Donald Trump ha hecho morder el polvo a Vladimir Putin. Nicolás
Maduro, un agente cubano que detenta el poder político Ejecutivo de Venezuela, buscó
en Rusia apoyo para tratar de mantener el flujo de la economía venezolana. Rusia,
con sanciones impuestas por Estados Unidos, se metió en un terreno desconocido,
experimentar con una criptomoneda, para intentar burlar el dólar estadounidense
y con ello las sanciones.
El resultado que ha obtenido Putin es un desastre para los intereses
rusos. Están a punto de perder todo en Venezuela, país que se derrumba a
diario.
Los mismos venezolanos han desatado una dolarización de la economía,
en los hechos.
En la economía se plantea que las monedas buenas, sacan de circulación
a las monedas malas.
El régimen de Nicolás Maduro, que está prácticamente asfixiado en
cuanto a ingresos, no ha tenido otro remedio que liberar el uso de las divisas extranjeras
en Venezuela, devaluar el bolívar en la tasa oficial por encima del valor del dólar paralelo, permitir las importaciones libres por las empresas, implementar impuestos en divisas y autorizar pago de sueldos en dólares.
El intento de Maduro de querer eliminar el uso del dólar en Venezuela,
se vio ridiculizado, al contrario ha tenido que autorizar casas de cambio, el
intercambio de divisas en los bancos venezolanos con cuentas para los
ciudadanos usando el sistema SWIFT.
La crisis es más ruda
Lo anterior tiene fuertes repercusiones en la economía. En cualquier
tienda de Caracas, el precio de los productos se da en dólares.
El principal empleador del país es el Estado. Los trabajadores
públicos dependen de los salarios más bajos al ser cambiados en divisas y son
la mayoría de la masa laboral en Venezuela, por lo tanto los que sufren los
peores efectos de la crisis y del cambio que se ha producido en las calles.
En cambio, los que tienen cuentas en dólares en el extranjero y
dependen de ingresos en divisas, que es una minoría, tienen una situación más
favorable para desempeñarse en la salvaje economía venezolana.
La dolarización de Venezuela, es hasta ahora de facto, aunque el
régimen de Maduro implementa normas, que a pesar de que su gobierno es
calificado como ilegítimo e ilegal, los bancos venezolanos y los ciudadanos siguen,
porque hay quienes realizan pagos en Venezuela usando sus tarjetas de débito
extranjeras para aprovechar el pago de una mejor tasa de cambio, que ahora
garantiza el Banco Central de Venezuela (BCV), al sostener una política de
devaluación del bolívar.
Fracasa el petro
El petro es una criptomoneda que el régimen ha intentado implementar
en el sistema financiero venezolano. El primer intento resultó en un fracaso puesto
que las distintas facciones del PSUV, al estimar ingresos mil millonarios, cada
cual presentó a su grupo de asesores y expertos en el tema de la cadena de bloques
para controlar los posibles ingresos del proyecto, produciendo un rotundo fracaso
y acusaciones de corrupción de manera interna.
El segundo lanzamiento, que implicó el cambio de las autoridades de
criptomonedas en Venezuela, se limitó a copiar el código del token de dashcoin,
que usa el algoritmo X11 y de esa manera han puesto a funcionar el petro. El
régimen de Maduro se reservó más de 50% de las fichas, lo que le permite tener
control total del sistema y eso ha hecho que no sea atractivo para
inversionistas.
Los venezolanos han ido adoptando el uso del bitcoin y algunas
criptomonedas alternativas como forma de refugio contra la inflación y para
saltarse los controles que había para la compra y venta de dólares a precio
libre en Venezuela, sin embargo, su uso como forma de pago apenas se emplea en
sitios específicos en Caracas y otras ciudades, pero no con el petro, en el que
muy pocos confían.
Precios más altos en dólares
La dolarización que está en
desarrollo, se combina con la escasez de bienes y servicios, lo que hace que
los productos en Venezuela, ahora cotizados en divisas, resulten más costosos
que comprarlos fuera del país. Quienes se atreven hacer importaciones al país,
asumen grandes riesgos por la agresividad de la administración Maduro contra
las empresas privadas, por lo que sus precios son más altos.
La crisis Guaidó-Maduro
En Venezuela se desarrolla también una crisis política. Juan Guaidó,
el presidente del Parlamento, se ha juramentado como presidente encargado y ha
sido reconocido por unos 40 países de Occidente desde el pasado 23 de enero.
Nicolás Maduro se juramentó ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ),
cuestionado como ilegal por la Asamblea Nacional (AN), pero su mandato ha sido
desconocido en la región.
En el enfrentamiento político, Guaidó, quien tiene apoyo del gobierno
de Donald Trump, ha logrado el control de Citgo, una filial de Pdvsa que opera
en Estados Unidos y que genera los principales ingresos de la estatal
venezolana. Maduro, con el sector militar, tiene control de Pdvsa, que ahora
está sancionada y sus operaciones de exportaciones se están limitando.
El negocio petrolero es la principal fuente de ingresos de divisas a
Venezuela, actualmente se encuentra atrapado en la crisis política, lo que hará
empeorar la situación económica de los ciudadanos de a pie, por la caída del
flujo de divisas.
Previamente Pdvsa estaba totalmente controlada por el
chavismo/madurismo, sin embargo los venezolanos padecen una crisis económica
desatada desde 2013, sin que el flujo de dólares beneficiaria al ciudadano
común.
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