Régimen de Maduro permite pagar sueldos en dólares a los venezolanos

Sin más remedio y con una reforma económica que lleva adelante en medio de la crisis política que atraviesa Venezuela, el madurismo da otro paso hacia el uso libre de divisas

El régimen de Nicolás Maduro trata de sobrevivir aplicando cambios totalmente opuestos a las medidas que habían anteriormente, luego que unas 40 naciones del mundo, que hacen mayoría en el bloque occidental, decidieron no reconocerlo como presidente legítimo de Venezuela para un segundo período.

Una nueva medida estableció el cuestionado Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el chavismo/madurismo, luego que la Sala de Casación Social, a través de una sentencia sentó jurisprudencia que permite que el salario de los trabajadores en Venezuela se pague en divisas extranjeras.

Todo dependerá del acuerdo entre patronos y trabajadores. Los pagos en bolívares, acordados en divisas, se pagarán según la tasa cambiaria oficial el día del cambio.

La reforma por partes

El pasado mes de agosto de 2018, Maduro eliminó los ilícitos cambiarios, lo que permitió la libre circulación de las divisas en Venezuela. Debido a que este país se encuentra en un área de influencia de Estados Unidos, la moneda más estable en el hemisferio es el dólar y es la que tiene mayor dominancia.

Al mismo tiempo, en un proceso de unos tres meses, Maduro permitió queel Banco Central de Venezuela (BCV) incrementara el precio del dólar sobre el valor del dólar paralelo, lo que trajo como resultado que la mayoría de las operaciones se están volcando a vender divisas al BCV ya que tiene la tasa más alta en el mercado del menudeo.

Las personas con tarjetas de débito extranjeras que viven en Venezuela, comenzaron a utilizar por primera vez en mucho tiempo estos instrumentos para pagar consumos, debido a que la tasa que reconoce el ente monetario es la más atractiva. Esto no lo hacía nadie un tiempo atrás para no perder dinero.

El pasado 28 de diciembre de 2018, el régimen madurista emitió un Decreto en el que los comerciantes venezolanos quedan autorizados para vender sus mercaderías en divisas extranjeras pero tienen que pagar los impuestos en la divisa en que venden, aunque el SENIAT aún no ha dispuesto la normativa.

También se flexibilizó el uso de cuentas en moneda extranjera en los bancos venezolanos, para pagos hacia el extranjero y locales.