Una audaz jugada que contó con la ayuda de Panamá y la presión de Estados Unidos, permitieron que regresara por Maiquetía
La llegada de Juan Guaidó a Venezuela, a través del aeropuerto de
Maiquetía, tal como lo anunció, ha sido simbólica, ha permitido demostrar que
el colapso del régimen de Nicolás Maduro cada vez es más evidente, a pesar que
el Alto Mando Militar aun se mantiene leal a este último.
Las conjeturas plagaron a la red social, muchos aseguraron que Guaidó
sería detenido, otros, que ya estaba en Venezuela, muchos, que haría su entrada
apareciendo de manera directa en la concentración que convocó. Del lado del
chavismo radical, se le aseguró que sería esperado por un comité en el
aeropuerto.
Para llegar a Venezuela, Juan Guaidó, al tomar un vuelo comercial,
debía registrarse y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), tendría
en su data el arribo del pasajero. El presidente encargado de Venezuela pidió a
los pasajeros del vuelo procedente de Panamá, que no subieran videos a la red
social, ni aportaran datos de su traslado, para evitar poner alerta al
madurismo.
Guaidó contó con el apoyo de las autoridades de vuelos en Panamá, al
subir al avión sin que fuese registrado.
Nuevamente fallaron los cuerpos de inteligencia del
chavismo/madurismo. No enterarse que Juan Guaidó viajaba en un vuelo comercial
hacia Venezuela, muestra la gravedad que atraviesa el madurismo en esa materia,
esto ha ocurrido de manera reiterada desde que se desató la crisis política
actual, Maduro está aislado.
El régimen no esperaba a Guaidó por Maiquetía, aunque haya dispuesto
algunos dispositivos de seguridad que al final de nada sirvieron.
La teatralidad en la política es un poderoso recurso, Guaidó está
aprendiendo a usar estos artilugios, la tarea que ha emprendido le obliga a
realizar esta especie de hazañas, puesto que ello refuerza su imagen ante una
población que trata de no abandonar la esperanza que en Venezuela se produzca
realmente un cambio de gobierno.
A Guaidó lo montaron en un avión y lo mandaron a asumir lo que
emprendió desde el pasado 23 de enero, ya lo había dicho cuando apareció de
manera pública, luego de juramentarse como presidente encargado, “a mi tal vez
me pongan preso”, citó la cantidad de venezolanos que el régimen de Maduro a
detenido por luchar por la democracia, humildemente Guaidó dijo que sería un
preso más, pero que eso no detendría el cambio.
La presión de Washington se ha enfocado sobre Cuba, ese mismo día el
gobierno norteamericano aplicaba medidas contra la isla, al permitir demandas
contra el Estado por parte de empresas privadas, además está latente aplicar un
embargo petrolero que permitiría presionar mucho más para que los militares
cubanos que controlan a los militares venezolanos se retiren finalmente.
Castro está en sus finales. Cuba ya tiene su constitución capitalista,
la cual ahora limita a sólo dos mandatos presidenciales. La crisis económica de
Venezuela ya golpea a la isla, el petróleo que sigue recibiendo de Venezuela
representa 28% de su PIB, era mejor no poner a prueba a Donald Trump.
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