La cantidad de venezolanos en el vecino país, requiere presupuestos que representan el actual 0,5% del PIB colombiano, también se estiman ajustes fiscales
El Banco Mundial anunció que aprobó una subvención de 31,5 millones de
dólares de su Facilidad de
Financiamiento Concesional Global para ayudar a Colombia a brindar apoyo a los
inmigrantes venezolanos que ingresan al país.
A pesar de la contribución del Banco Mundial, Colombia aún enfrenta un
déficit significativo de recursos para brindar apoyo a los migrantes
venezolanos, alentándolo a planificar privatizaciones generalizadas y mejorar
la gestión fiscal.
El 29 de marzo, el Ministro de Finanzas de Colombia, Alberto
Carrasquilla, dijo que atender las necesidades de asistencia social de los 1,2
millones de inmigrantes venezolanos que ya se encuentran en Colombia requeriría
1.580 millones de dólares por año durante el resto del mandato de la actual
administración, o cerca del 0,5% del PIB.
Carrasquilla ha dicho que el gobierno considerará relajar su regla de
estabilidad fiscal para permitir el financiamiento de programas de asistencia
social para los migrantes venezolanos. Actualmente, la norma exige una
reducción del déficit al 2,4% del PIB en 2019 y al 1% para 2027.
Es probable que una revisión de la regla sea evaluada negativamente
por las agencias de calificación crediticia. Para hacer frente a estas
presiones fiscales, Colombia está evaluando la posible privatización de más de
100 empresas estatales.
Según el viceministro de Finanzas, Luis Alberto Rodríguez, el gobierno
ya identificó a las empresas con un valor del 2% del PIB como candidatas para
la venta y pronostica ingresos estatales del 0,6% del producto de las
privatizaciones en 2019.
El gobierno también planea una revisión de los acuerdos de recaudación
de impuestos, incluido el fortalecimiento de su agencia de recaudación de
impuestos y el desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar la captura fiscal
y aumentar la consistencia fiscal.
La afluencia de migrantes venezolanos es probable que continúe.
Colombia es el mayor receptor de los aproximadamente 3,7 millones de migrantes
que han salido de Venezuela como resultado de su grave crisis económica.
Aproximadamente un tercio de este total se encuentra en Colombia y el gobierno
estima que podría haber entre 3 y 4 millones de migrantes venezolanos para
2021.
El gobierno colombiano ha descartado el cierre de la frontera para
detener la afluencia de migrantes y aboga para que Venezuela abra el paso
fronterizo. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
estima que 23,1% de los migrantes venezolanos en Colombia tienen su sede en
Bogotá, 14,7% en Norte de Santander, 12% en La Guajira, 10,2% en Atlántico y 6,9% en Antioquia.
La hostilidad hacia los migrantes venezolanos en Colombia sigue siendo
relativamente débil en comparación con otros países con grandes flujos de
migrantes venezolanos, incluidos Ecuador y Brasil. En octubre, el presidente
Iván Duque, quien encabeza una coalición de partidos de derecha, pidió a los
colombianos que "no se rindan a la xenofobia" cuando describan el
compromiso continuo del gobierno de apoyar a los inmigrantes venezolanos.
Una encuesta realizada en abril indicó 63% de apoyo a la política del
gobierno hacia Venezuela. La historia reciente de Colombia, en la que más de 5
millones fueron desplazados internamente por la violencia, también es probable
que contribuya a niveles relativamente bajos de hostilidad hacia los migrantes
venezolanos.
Sin embargo, a medida que los flujos de migrantes continúan
aumentando, con un impacto económico adverso cada vez mayor, es probable que el
riesgo de violencia relacionada con los migrantes empeore. El 25 de enero, la
policía desalojó a 400 inmigrantes venezolanos que habían ocupado un área cerca
de la estación central de autobuses de la ciudad de Cali, con algunos
enfrentamientos entre los migrantes y las autoridades.
Un incidente similar ocurrió el 5 de febrero en la avenida Circunvalar
(carretera de circunvalación) junto al Estadio Metropolitano de Barranquilla,
cuando las autoridades desalojaron a 300 inmigrantes venezolanos de un
campamento improvisado.
En noviembre de 2018, las autoridades anunciaron la deportación de 15
ciudadanos venezolanos después de un motín en un refugio, donde los migrantes
que protestaban supuestamente destrozaron propiedades mientras exigían mejores
condiciones de vida.
El entorno de riesgo en Colombia
La retirada del programa Permiso Especial de Permanencia (Permiso
Especial de Permanencia) de Colombia, que representa la ruta principal para que
los migrantes venezolanos formalicen su estado en Colombia, probablemente
aumentará las protestas de los migrantes que no pueden formalizar su residencia
en Colombia o acceder a oportunidades de bienestar y empleo.
Una serie de delitos de alto perfil, como el asesinato o la violación
de migrantes venezolanos contra sectores vulnerables de la sociedad colombiana,
aumentaría el riesgo de protestas contra los inmigrantes por parte de los
colombianos.
El fin de la administración de Nicolás Maduro en Venezuela podría
desencadenar un llamado para que los venezolanos con sede en Colombia regresen
a su país de origen.
Situaciones favorables
Donaciones multilaterales que reducen la carga financiera de apoyar a
los migrantes venezolanos, disminuyendo así el riesgo de protestas de los
venezolanos sobre sus condiciones de vida y de las protestas colombianas contra
la transferencia de recursos hacia los migrantes.
Finalización exitosa de importantes privatizaciones que reducirán las
presiones fiscales.
Una continua disminución en el margen de bonos de Colombia, que ya
descuenta las mejoras fiscales, habiendo disminuido de 231 puntos básicos sobre
los bonos del Tesoro de los Estados Unidos al inicio de 2019 a 179 puntos
básicos al 15 de abril. Tales mejoras reducirían los posibles costos de
endeudamiento del país y facilitarían la financiación de mayores desembolsos de
bienestar. (IHS Markit)
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