Si bien el país está a las
puertas de un estallido social, de una reacción popular por falta de comida,
medicinas, por hiperinflación, por colapso de los servicios, por falta de
gasolina, gas doméstico y los efectos de las sanciones y “default” financiero,
el régimen trabaja a toda marcha para evitarlo, pues lo único que podría hacer
Padrino López, es sacar los tanques y aplastar a la población, con las
consecuencias de una masacre, en medio de un proceso de negociaciones, lo que
sería inconveniente al régimen a estas alturas.
Sin embargo, la dirigencia
política opositora, aun perdida en un debate estéril de quien es el líder que
será Presidente sucesor, discusión y enfrentamiento interno entre Leopoldo
López, Henrique Capriles, Henry Ramos, María Corina, Manuel Rosales, Henry
Falcón, Julio Borges, Antonio Ledezma y otros, que ha causado una debacle
política en los sectores de la Unidad, luego del estruendoso triunfo del 2015
en la Asamblea Nacional, no termina de comprender, que el chavomadurismo, se
repuso de aquella fenomenal paliza y ha resistido para revertir aquella
derrota, en la suspensión del referendo revocatorio, la derrota en las
elecciones regionales y municipales y la imposición de la ilegal Asamblea
Nacional Constituyente. Dividida y desperdigada, la oposición, incluyendo a los
que “critican” a la Unidad, en medio de la “borrachera política”, no ven la
próxima jugada de Nicolás, la cual dejará perplejos a todos, incluyendo a los chavistas que se fueron del régimen, apostando que ya todo se ha perdido.
Ahogado por las finanzas,
el régimen busca rápidamente salidas para intentar captar recursos por alguna
vía. Lo último en lo que anda Nicolás, es con el tema de las criptomonedas. En una
reciente alocución, dijo que la emisión de “petros”, una criptomoneda impulsada
por el Estado, tendría respaldo de un bloque de petróleo de la Faja del Orinoco,
según certificados internacionales, el mismo posee al menos 5 mil millones de
barriles. En el planteamiento de la emisión, el régimen ha señalado que cada “petro”
que se emita, usando la tecnología de la cadena de bloques y procesos de
minería, ya legalizados vía Gaceta Oficial. En principio hay que decir, que se
habla de un mercado que tendría un tamaño, al precio actual del barril de
petróleo, de unos 260 mil millones de dólares. Una cifra para tener cuidado.
El régimen ha decretado que
se legaliza la minería, el uso y desarrollo de criptomonedas, además de su
comercio libremente, en intercambios nacionales e internacionales, usando
cualquier divisa. Lo anterior es prácticamente una dolarización, bien
disfrazada. El custodio de la criptomoneda será el propio usuario, en sus
carteras digitales, la tecnología será la “cadena de bloques” y los procesos,
según el decreto, serán descentralizados. Si se cumplen esos requisitos y
técnicamente el mercado lo comprueba, Nicolás estaría dando un duro golpe al
tema económico.
Luego anuncia que para el
próximo 31 de diciembre, le dará una “sorpresa” a todo el país. En medio del
desastre que hay y observando el artilugio en ciernes, no sería extraño o en el
caso de quienes comprenden lo que está ocurriendo, no habría sorpresa, que
Nicolás anunciara que una parte de los salarios del sector público, se
comenzará a pagar en “petros”, luego del proceso de emisión. Sería prácticamente
pagar en divisas, en las que el ciudadano quisiera cambiarlas en los mercados
nacionales o internacionales.
Con este mecanismo, el
régimen estaría produciendo un giro drástico a la situación actual. Por ejemplo,
nadie tendría que ir a comprar comida en las fronteras, en occidente, querrán
llegar los colombianos con rubros “lleve 3 y pague 2”, hasta la puerta de su
casa, de quienes tengan criptomonedas. El “petro”, si funciona bajo las mismas
características del Bitcoin, sería una moneda digital alternativa, con la
diferencia que un Estado, por primera vez en el mundo, se compromete a
respaldar, en este caso con petróleo. En la sociedad habría un proceso de
transición, los precios se verían con los devaluados bolívares y con los “petro”,
hasta que el primero desaparezca totalmente. Si el régimen lleva adelante el
proceso, de manera que la moneda por la manera en emitirse y comercializarse,
tenga aceptación, con ello, podría frenar la acelerada de la inflación, el
resto de la sociedad querrá cobrar sus bienes y servicios en criptomonedas,
sumándose al mercado. Es por eso que los factores opositores, ni nadie, deben
subestimar al régimen con esta audaz jugada, porque luego de tamaño desastre, increíblemente
la situación inflacionaria podría verse bastante controlada en un lapso de unos
seis meses. En el proceso, muchos dejarán de ver la cotización de Dolar Today,
para estar pendientes del precio del petróleo, marcador referencial del “petro”,
a partir de allí los mercados especularán, porque la emisión es muy similar a
los derivados de los mercados de futuros.
Con una jugada de estas, el
asunto político podría cambiar, Nicolás estaría echando las bases de recomponer
su imagen y de poder incluso, ganar unas elecciones presidenciales en medio año
aproximadamente. 29/12/2017