Lentamente los
productos llegan a los comercios a nuevos “precios justos”, con aumentos muy
fuertes, al mismo tiempo escasean los productos de precios regulados
Por Alex
Vallenilla / @alexvallenilla
La situación de escasez ha provocado que nuevamente las colas por
comida se intensifiquen en todo el país. Los rubros a precios regulados son
pocos. Se ofrece en algunos automercados, un paquete de papel higiénico de
cuatro rollos, dos paquetes de harina de maíz, un kilo de azúcar y un litro de
aceite, en una sola compra, “cuando la cosa está buena”, indican los
compradores.
Desde la medianoche se agrupan personas a las puertas de los
comercios, hacen listas y se van rotando. Estos primeros son revendedores
conocidos como “bachaqueros”, quienes en el transcurso de la madrugada venden a
otros el cupo en 500 bolívares.
La lista se verifica a determinadas horas, el que no esté en el
momento de la verificación, pierde el cupo. Ya a las 3:00 am, hay por lo menos
500 personas en la fila y al menos unos 200 de la tercera edad. “Si no nos
venimos en la madrugada no podremos comprar nada”, narran.
Cuando llega el alba, hay en una cola irregular, casi tres mil
personas, en el caso de automercados grandes. Al mismo tiempo, en otros
negocios más pequeños, y un Mercal, las colas son iguales y el proceso el
mismo. Las personas se organizan y se colocan números en los brazos, tal medida
no logra controlar nada, al final, muchos hacen cola por dos o tres familiares,
o amigos.
“El que llega a las 5:00 am, debe estar claro que se irá de aquí a las
3:00 pm mínimo, porque no hay comida en ninguna parte”, indica un ciudadano que
le ha tocado.
Al abrir el centro, el encargado, con apoyo de efectivos de la Guardia
Nacional, reparte números. 500 para los ancianos y 1.000 para el resto. “No
podemos satisfacer a todos, sólo alcanza para estas personas”. El resto, más de
60% de los presentes, se marchan decepcionados.
Empiezan a llegar precios
libres
La grave situación de escasez ha hecho que incluso ni a precios altos
se consigan ya productos, “ni los bachaqueros tienen”. Alrededor de tal
situación, los venezolanos perciben que el gobierno ha comenzado a liberar
precios, “en el “chino” llegó ayer harina de trigo leudante, el kilo lo
vendieron en 300 bolívares, venía marcadito así a “precio justo”, el aceite
vegetal igual, en 320 bolívares el litro”, informa una señora que aspira en la
cola del comercio acceder a los bienes aun a precios regulados.
El gobierno de Nicolás Maduro tiene actualmente un déficit
presupuestario, causado por el alto gasto en importaciones y al mismo tiempo una
política contra el sector productivo nacional que derivó en el cierre de miles
de empresas y la caída drástica de operaciones y producción, en otro tanto
importante, de compañías que fueron estatizadas.
Productos como la pasta, el kilogramo ya cuesta 260 bolívares, el
arroz, 180 bolívares, el azúcar, 100 bolívares, según los precios que llegan
marcados en los empaques. En Mercal aun llegan algunos productos a precios
regulados, pero son muy escasos, las colas en estos locales también se han
vuelto intensas. “Pasamos toda la noche aquí, con cobijas, durmiendo en
cartones, pendientes de la policía porque se han estado llevando presos a
algunos, si no hacemos así, no compramos, con algunos policías hemos cuadrado
de conseguirles algunos productos para que no nos detengan”, concluyó.
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