Por Richard Casanova / @richcasanova
Los amantes del futbol deben conocer a Liam Bridcult, jugador inglés que entró a la historia al marcar tres autogoles en un mismo partido. En el juego político, quizás Nicolás Maduro pueda obtener una distinción similar: fue él mismo quien -en cadena nacional- ofreció que los ministros asistirían a la Asamblea Nacional a exponer la motivación del Decreto de Emergencia Económica. A nadie sorprendió el incumplimiento, se trata de un gobierno desprestigiado y con escasa credibilidad. Lo cierto es que la ausencia del gabinete económico constituye un autogol más en este juego que el gobierno viene perdiendo y por paliza. ¿Por qué un autogol?
1) Si alguien tenía dudas, el gobierno ha dejado muy claro al país que no tiene la más mínima intención de que la AN apruebe el citado decreto. Todo lo contrario, busca una negativa para justificar su continuado fracaso y responsabilizar a otro del colapso que se ve venir. Tal irresponsabilidad erosiona más su piso político y reafirma la necesidad de cambio en el ideario colectivo.
2) Decir que la AN intenta montar un show mediático, es una excusa burda e inmoral viniendo de un gobierno que le encanta un templete y una cadena nacional. Huelgan los comentarios.
3) Peor es justificar la ausencia diciendo que hay temas que no pueden abordar públicamente, argumento válido solo si alguien hiciera una pregunta que comprometa el interés nacional, no antes. Y en tal caso, bastaría con el silencio.
4) Esa suerte de censura previa a partir de una presunción es una excusa absurda, casi infantil. ¿Acaso los indicadores económicos es información confidencial? ¿Qué es secreto de Estado en Venezuela? Todo esto sugiere que el gobierno tiene algo que ocultar y eso huele a podrido.
5) ¿Dónde queda la democracia participativa y protagónica que dicen defender? Una vez más se evidencia la naturaleza demagógica y sibilina del régimen. Parece que es bueno hablar del poder popular en campaña electoral pero no conviene que el pueblo conozca la realidad económica del país.
6) Que los venezolanos no podamos ejercer el derecho constitucional a la información, es una violación masiva a nuestra Carta Magna. No solo a los parlamentarios se le niega la información, es a todos los venezolanos. ¿Y así es como piensan generar confianza para superar la crisis?
7) También queda claro que para el gobierno es un riesgo aterrador –tiene culillo, pues- explicar lo inexplicable en presencia de los medios de comunicación social, o sea ante el país.
Para quienes están acostumbrados a no rendir cuentas y mentir, es difícil caracterizar la crisis sin traducir en cifras la cruda realidad que agobia hoy a la población. El gobierno quiere mantener la política oscurantista que convirtió a lo cotidiano en "Secreto de Estado", a la tasa de inflación en algo tan confidencial como sus cuentas bancarias en Andorra. El oscurantismo ha servido para amparar el delito y brindar impunidad a los delincuentes, incluso para ocultar la presencia del narcotráfico en altas esferas de poder. En definitiva, con esa actitud irresponsable ante la Asamblea Nacional, el régimen no sólo evidencia su debilidad y muestra sus temores sino que cualquiera puede sentir que algo huele a podrido en el gobierno.
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