Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
El problema no es que Padrino López salga a defender sus sueldos "justos", lo que indigna es su mezquindad, en no señalar que el resto de la sociedad, los civiles, maestros, médicos, empleados públicos y obreros, también tengan derecho a ganar bien, a comer, a vivir bien.
Pero esto es un asunto de fondo, si se detiene a analizar claramente el efecto que ha producido el reciente aumento de salarios a los militares, de 45 %, se encuentra que la medida, con un claro fin maquiavélico, tenía un propósito: despertar la arrechera pública de los civiles hacia los militares, porque ahora ganan más.
Es que un médico, un maestro, un transportista, se preguntan por qué un general o un coronel tiene que ganar esas cantidades dinero, con qué derecho. Entonces se vuelven blancos de las más arduas críticas. Tómese en cuenta que las FANB no tienen muy buena imagen ante la opinión pública venezolana y aparece Maduro con tal medida, muchos dicen desatinadamente que es para que no se le alcen. Apreciación errada, hoy medio país anda indignado contra los uniformados.
La caída de la popularidad de Maduro, de alguna manera contagia a los militares y un errático ministro de la Defensa, pudo haber salvado por su parte ese sacrificio, indicando que el resto del país también merece mejorar sus ingresos. Razón tiene Cabello al decir que "estamos en el mismo barco", Maduro no quiere seguir hundiéndose solo, visto está con su jugada.
A todas luces el común que critica lo señalado, deja claro que a los militares venezolanos no les importa si un médico o un maestro ganen bien, total, muchos generales tienen la posibilidad de como mandar a sus hijos a estudiar en el extranjero, a ver su salud fuera también. De allí que la honorabilidad de la profesión militar, aquella que debe tener como fin la defensa de la patria y de los ciudadanos, queda en esta materia en entredicho, en tela de juicio, por la arrechera del resto del país que ve como en medio del desastre, el barco se hunde y quieren llevarse a todos, unos fusilados moralmente, y otros en medio de la horrible situación de que los sueldos no alcanzan.