Nada más preciso que la
radicalización en que está deviniendo el alto chavofascismo, para determinar el
grado de desesperación y el acorralamiento en el que están metidos. Volver a
usar el recurso de la violencia, no es más que un anuncio claro que no tienen
capacidad de maniobra política, se les agotó. Al ritmo que la crisis abruma al país
y en que ahora la red de corrupción roja, es perseguida en el mundo, con un
asedio repentino de ya más de tres semanas, en que estallan casos que juntos,
suman lo que se considera es el robo más grande de la historia.
El pasado lunes, Maduro
anunciaba que firmaba nuevos convenios con Cuba, por el orden de 1,4 mil
millones de dólares. Una presentación meramente mediática, propaganda de
guerra, porque allí aplica la pregunta popular, ¿Con qué culo se sienta la
cucaracha? Maduro no tiene recursos para tales fines y si lo hace con las
precarias reservas internacionales que tiene, ahoga más la economía del
venezolano, que ya bien grave está. Peor que la de Grecia, aquella que fue
usada como argumento una vez para despotricar del capitalismo.
Lo anterior es muy parecido
a cuando los rusos entraban en Berlín, el 20 de abril de 1945, cuando ya la
Segunda Guerra estaba en su final, Hitler, ya derrotado militarmente, aun
organizaba invasiones, enviaba tropas que no existían, giraba órdenes y la
radio alemana intensificaba la propaganda de guerra, para mantener la moral en
alto. Ello costó muchas vidas, ya que la resistencia alemana primero enfrentó
el avance ruso y el del eje de los Aliados, en nombre del nazismo, su líder y
su partido, luego, sólo lo hacían para sobrevivir humanamente. Incluso, la
radio alemana emitió noticias, de que Hitler había muerto asesinado, luchando
junto a las tropas alemanas, jamás dijeron a sus seguidores que se suicidó.
Maduro y Cabello, se
atrincheran. Tienen en contra 85% del país y ahora toda América Latina, así
como la investigación global que en el mundo se hace contra el chavismo y los
mil millonarios fondos que han conseguido en cuentas en el extranjero, causa de
la actual crisis económica.
La no negociación del PSUV,
para facilitar la salida de la descomunal crisis que agobia a Venezuela, lleva
directo al desastre final. El colapso total del país ya ha empezado, la crisis
ha obligado a que Maduro paralice el funcionamiento del Estado los viernes. Con
esta medida en materia energética nada van a resolver, la capacidad instalada
para la generación de energía termoeléctrica, no es suficiente para dar
cobertura a los 15 GW que faltarían, al fallar la generación de electricidad
hidráulica. Esto se suma a que se acelera para octubre, el impago de deuda
externa.
El PSUV ha cometido un
ferviente error, pensar que los frutos políticos que por ahora les rinde precariamente
el control del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), era suficiente, sin embargo,
en materia económica, al contrario les ha infringido serios daños, ya que la
ilegalidad de sus decisiones aleja a los inversionistas, que tanto necesita el
Ejecutivo para capear la crisis interna.
La AN hace su trabajo, el
de hacer leyes, en el marco de la Constitución y el Estado de Derecho. El TSJ
sólo servirá como tapón, provisional, para evitar que el desplome del gobierno sea
más rápido, sólo alarga su dolorosa agonía, de cara a un colapso definitivo a
partir de octubre.
Desde el BCV informan que
ya tienen todo listo para el negocio de la explotación minera. Esto no dará
cobertura a la crisis, los estudios indican que no será antes de un año que se
puedan operar las minas, sin que antes haya un guerra o limpieza del “arco
minero”, controlado por mafias delictivas. Al contrario, pareciera que un
sector del PSUV, busca los últimos recursos para su sobrevivencia, a pesar de
que afuera son perseguidos.
En el ocaso del
chavofascismo, la propaganda de guerra se va a intensificar, ya mostraron de
nuevo el recurso de la violencia, aunque hay que tomar en cuenta, que lo de ayer
en Caracas, en el CNE, se trataba de un minúsculo grupo, que a pesar de los golpes,
botellas y palos, no pudieron evitar que se lograra el objetivo de hacer la
solicitud para el referendo revocatorio contra Maduro, hasta en eso ha perdido
prestancia y operatividad el gobierno, ya no tienen aquella capacidad de
infringir terror en la gente y de obstaculizar movilizaciones.
El PSUV, que pudiera lograr
mantenerse políticamente, al concertar una transición, se deja llevar por la
manipulación del sector corrupto que no tiene esa opción, eso se equipara a lo
de Hitler, se suicidan, dejarán a sus seguidores fieles abandonados, quienes en
pocos días dejarán de luchar por Chávez, por la “revolución”, sino por el pan,
por la harina, por las velas tras el apagón, aunque en VTV digan que la
revolución sigue más firme que nunca.
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