En la ruta hacia el final
del régimen chavofascista, ocurren situaciones, que por la angustia del ciudadano,
en masa, pasan por alto. Pasada una semana, luego de la polémica con la reunión
de factores de la MUD con el expresidente español Rodríguez Zapatero y del
PSUV, con el mismo personaje, el CNE no hizo anuncio alguno, lo que quiere
decir, que Zapatero y Jorge Rodríguez, fracasaron con ese intento. La MUD, que
sabe que tiene una situación distinta, que ha dejado de ser reaccionaria y ha
sabido medir el derrumbe del régimen, se mantuvo inflexible en su postura no
negociable de que se haga el referendo revocatorio.
Luego, en un segundo
intento, el operador del PSUV, el siquiatra Jorge Rodríguez, quiso hacer una “jugada
maestra”, se fue con Rodríguez Zapatero a la celda de Leopoldo López a ver si
podía desactivar el referendo. Tampoco pudo. El siquiatra, tiene su propio
proyecto político, aspira ser vicepresidente, por si el referendo se hace si
acaso en enero de 2017, se mantiene enfrentado al sector de Miguel Rodríguez
Torres y hace piruetas a ver cómo logra sacar a Aristóbulo. Con los dos
fracasos obtenidos, se aleja del objetivo.
En el desarrollo del
conflicto político, luego que el fuero internacional, le dio tumbos al régimen
de Maduro, al llevar al seno de la OEA, el debate de la gravedad social y
económica del país, como sustento para determinar que hay una crisis política
que no solventa, el sombrío estado en que se encuentra Venezuela, surgió otro
punto, muy significativo: las declaraciones de Clíver Alcalá Cordones.
A partir de ahora, comenzó
la sobrevivencia. Mientras la OEA devela ante el mundo lo que pasa en Venezuela
y se dispone a llevar adelante en próximos días el tema de aplicar la Carta
Democrática, que sólo contempla sanciones morales y que habilita a que Maduro
sea echado del poder legalmente, sobre todo usando como sustento legal el
artículo 350° de la Constitución Nacional, Alcalá Cordones, con sus
declaraciones, justifica con “están dadas las condiciones, que nos hizo alzarnos
el 4F”, deja advertido que de ocurrir, sea comprendido por la población y la
comunidad internacional, esta última, se dispone a dar el visto bueno, al menos
hay 24 votos en la OEA.
Hay que recordar, que la
planta televisiva Globovision, fue comprada realmente por “el tuerto Andrade”.
Este personaje, es sujeto de investigaciones de parte de las autoridades
financieras norteamericanas, debido a presuntos hechos de lavado de capitales
provenientes de la corrupción, usando el sistema financiero internacional,
delito que Barack Obama, logró imponer con una reforma de normas bancarias,
luego de la crisis de 2008. Andrade ahora es colaborador de los norteamericanos
y junto Clíver, fueron piezas claves y fundamentales para Hugo Chávez en 2002,
sobre todo en la primera crisis, cuando a Clíver Alcalá, le tocó tomar con
tanques y fusiles el comando de la Policía Metropolitana, cuando Alfredo Peña
fue alcalde. El mensaje de Clíver, se sabe de dónde proviene entonces.
La confrontación interna ya
no es por el poder, es por sobrevivencia. Por mucho que se señale a las FAN de
bolivarianas, chavistas, revolucionarias y todo ello, gran parte de muchos
militares, algunos en mandos todavía y ese lote retirado, a final de cuentas ha
tenido su formación en la Escuela de las Américas. La confrontación entre
militares que no son pro-cubanos, contra el sector civil del chavofascismo,
pro-castrista, en los últimos días ha resurgido, entonces se comprende que las
bandas delictivas, que una vez fueron “colectivos”, están cayendo bajo el fuego
militar. No sorprende la escaramuza en el 23 de Enero, es parte de esta
confrontación interna. Es obvia, ante el marasmo y el desastre a punto de
estallar y sabido de dónde proceden acciones como las de Almagro y
declaraciones de Clíver Alcalá, hay un proceso interno de reacomodo, porque de
lo contrario, a todos se los cargan juntos, se trata de sobrevivencia, misma
acción que infructuosamente intentó el siquiatra, explicado al principio de
este artículo.
Y es que en el seno del
régimen se comienza a entender que luego que Maduro no haya renunciado, como
exigencia de Barack Obama en marzo pasado, se haya dejado a la deriva, incluso
por Raúl Castro, para que se hunda con la crisis y con él los que le acompañen.
Y es que es así, en pleno hundimiento del barco –la revolución-, ya nadie lucha
por mantenerlo a flote, sino por su propia vida, todos buscan un bote
salvavidas, como Clíver Alcalá, quien en sus contactos con el Imperio, ha
buscado dejar su situación clara, para eso el “tuerto” ayuda, por algo Maduro
lo tilda de traidor. Maduro, atormentado por Cilia Flores y el caso de sus
sobrinos, presos en Nueva York, no tiene absolutamente capacidad de respuesta,
se ha convertido en una especie de vaca, que está encaramada en un techo, que
ahora nadie comprende cómo pudo llegar allí y que todos saben que se caerá.
Entre agosto y octubre de
este año, el gobierno venezolano debe pagar al menos 6,5 mil millones de
dólares en deuda externa. Se le debe a los banqueros de Wall Street. En reservas
internacionales apenas hay 12,1 mil millones de dólares, que es oro monetario y
más de 50% no está certificado. De allí que el ministro Miguel Pérez Abad, con
una reforma, con que ha lanzado el legado “socialista” de Hugo Chávez a un
cesto de basura, ha ordenado reducir las importaciones de alimentos en 60%, aumentar
los precios regulados hasta 9.000%, con el propósito de tener la cantidad de
dinero necesaria para esos meses y evitar el desastre final: el default
financiero. En el supuesto que Maduro aun esté en el poder para entonces. Los banqueros
creen que lo logrará, sin embargo, todo será a costas de una hambruna sin
precedentes en el país, que ha lanzado a la gente a las calles, al saqueo y la
anarquía, tal como se vivió en mayo pasado, en que 45% de las turbas violentas
de todo el año, se produjeron sólo en ese mes y las que van en 2016, duplican las
de todo 2015.
Si Pérez Abad no logra el
milagro, y se entra en default, el golpe se sentirá en la bolsa de valores de
Nueva York, que en un entorno global en que la recesión es una amenaza, debido
a la debilidad de la creación del empleo en todo el mundo y con las pérdidas
actuales en el sistema financiero global, -una muestra son los bancos alemanes,
con caídas impresionantes en sus valores, en un país en el que no hay crisis-, Venezuela
podría desatar un nuevo capítulo de crisis de deuda, muy parecido al de Grecia
y confirmar al mundo sus temores: la recesión. Si se confirma, en octubre, al
mes siguiente, los demócratas, que aspiran repetir la presidencia de EEUU con
Hillary Clinton, podrían ver sus aspiraciones frustradas, en medio de una
debacle financiera a causa del impago de Venezuela. Es decir, todo este
desastre, tiene reales dimensiones globales.
La AN, que ha venido
tejiendo una estrategia no reaccionaria, con reconocimiento y legitimidad
internacional, en vista del hundimiento de todo el régimen, ahora procede a
pasar a la ofensiva, retoma el asunto de los jueces nombrados ilegalmente por
la anterior directiva chavista y a reincorporar a los diputados de Amazonas,
así como seguir con la labor de investigación en Colombia sobre la nacionalidad
de Nicolás Maduro. La MUD se mantiene con la propuesta de la salida electoral:
el referendo, en el cual insistirá, con la finalidad que el cambio sea en el
marco electoral y pacífico. Ha llegado entonces el momento, en que en el
régimen, que hace aguas por todos lados, se grita el ¡Sálvese el que pueda!,
Maduro ha capitaneado un barco con huecos por todos lados, estuvo a tiempo de
cambiarlo por uno nuevo, le salía más barato que ponerse a tapar hueco por
hueco, en su terquedad, el barco se le ha hundido. El pueblo sigue saliendo a
la calle a buscar alimentos donde consiga. En los cuadros chavistas medios, el
pánico comienza a reinar, los altos cuadros, saben que han fracasado. El final
de la crisis está muy cerca, más de lo que parece porque hay unas coincidencias
asombrosas entre muchos factores: para Barack Obama, por las elecciones para su
partido, para el pueblo de Venezuela, por sus alimentos y medicinas, para la
economía de la región y los mercados de deuda, por su estabilidad, para los
colaboradores chavistas en el Imperio, es obligatorio, que en Venezuela haya un
nuevo gobierno, antes de octubre de este año, porque a partir de allí, difícil
es prever el rumbo todos juntos.
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