Los rusos reciben reportes de Caracas, de que Maduro tiene todo bajo control, sin embargo, no todo parece ser lo que dicen
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
La situación de las tropas venezolanas en la frontera es bastante
precaria. Cuando se produjo la rueda de prensa en Cúcuta, en el marco de la
visita del senador Marco Rubio al puente Las Tienditas, los soldados
venezolanos pedían ayuda a quienes regresaban de Colombia con viandas de comida.
Revelaron que no tenía qué comer y que ya no soportaban más un plato de
lentejas.
A pesar de que el general Vladimir Padrino ha logrado mantener una
cohesión en el generalato, para evitar una división de la Fuerza Armada
Nacional (FAN), se trata de una situación muy precaria. Estos días el régimen
de Nicolás Maduro ha estado pagando bonos adicionales a los militares para
comprar lealtad, lo que indica que no están seguros sobre la actitud de los militares.
Padrino López, en el poder total, con todas las comodidades, da por
descontado su control. Por su parte, los sectores más radicales de Rusia, en la
figura del canciller Serguéi Lavrov, se fundamenta en los reportes del
embajador de ese país en Venezuela, Vladmir Zaemsky, quien ha garantizado al
Kremlin que Maduro tiene control total de la situación en Venezuela.
Eso explica sobre la postura dura de Lavrov, quien condena los
llamados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que los militares
venezolanos deserten y dejen de apoyar a Maduro.
Generales nerviosos
Dentro de la FAN hay tensión y la crisis de escasez golpea. Una muestra
clara del nerviosismo de los generales que se mantienen leales a Maduro son las
detenciones que ha habido en los últimos días. La reciente detención de cinco
francotiradores de la 2509 CIA FT, en Ureña, Táchira, acusados de terroristas,
tras el fracaso de recolección de firmas contra la ayuda humanitaria.
La presencia de personal militar cubano en Venezuela, con dos
generales de brigada, uno en Fuerte Tiuna y otro en Barquisimeto, cuatro
coroneles, ocho tenientes coroneles, seis capitanes de fragatas, 25 oficiales
subalternos y 4.500 hombres de infantería organizados en ocho batallones de 500
hombres, revela que no existe confianza en los militares venezolanos.
Internamente hay tensión. Maduro, con la DGCIM, cuerpo que le responde
directamente, durante el año 2017 y 2018, logró evitar alzamientos del ala chavista
radical. Mantiene apresados a más de 100 militares con rangos hasta tenientes
coroneles, quienes tenían comando y poder de fuego de las principales unidades.
Acusados de planificar un golpe de estado, que en su momento no fue
apoyado por el Departamento de Estado porque lo querían propiciar los sectores
con los que Washington no ha querido sostener acuerdos.
El hambre
La tensión interna puede derivar en crisis en las filas castrenses. La
coyuntura que se presenta el próximo 23 de febrero con el ingreso de la ayuda
humanitaria a Venezuela, pondrá a prueba el control que Padrino López muestra y
en lo que los rusos se fundamentan.
Los soldados y tropa profesional ven a Padrino López más como un
político, como un dirigente del PSUV, un burócrata muy afortunado, quien es el
que tiene bajo control los contratos de compra de armas a Rusia, y murmuran,
por sólo eso hay muchos detenidos, otros prefieren guardar silencio.
El hambre es un factor que no sólo ha arrasado a los civiles
venezolanos, en las filas castrenses, hace su trabajo, convencer a las tropas
que el pequeño grupo de generales, que exhiben riquezas y muestran su obesidad,
tarde o temprano no valdrá la pena seguir obedeciéndoles.
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