La revelación de que su canciller, ha sostenido encuentros con Elliot Abrams, es un mensaje al chavismo radical que se siente perdido en todo
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
De larga data, el madurismo ha sostenido reuniones con los norteamericanos.
Desde la creación del Grupo Boston en 2003, una instancia creada para mantener
los nexos con el Congreso de Estados Unidos, hasta la reciente reunión del
canciller madurista, Jorge Arreaza, con el enviado estadounidense, Elliot Abrams.
La revelación de Maduro, de las reuniones que han sostenido con
Abrams, tiene un mensaje a lo interno del chavismo/madurismo. El sector
radical chavista, que no tiene oportunidad de establecer negociaciones directas
con Washington, porque no es aceptado como interlocutor, tiene que aceptar los
términos del tema ha hecho público Maduro.
Se reportan dos reuniones entre Arreaza y Abrams. En los encuentros se
establecen los términos de la rendición de Maduro y todo lo que implica dejar
el poder. Maduro ha visto la necesidad de decir que ha habido reuniones
secretas, es decir le confiesa a sus hermanos de causa, que si están buscando
acuerdos para poner fin a la crisis o una salida.
Las dos reuniones que se han dado, han sido posibles porque Estados
Unidos lo ha solicitado, según fuentes de Associated Press (AP). A Arreaza se le
amenazó que habría despliegue de fuerzas militares y eso está
ocurriendo, aunque en el marco del protocolo de defensa de intereses de Estados
Unidos y Colombia.
Abrams le dejó claro a Arreaza que no habrá “diálogo” con Maduro
porque ya ha perdido muchas oportunidades en ese sentido, y que si finalmente
la FAN no ayuda en la salida del madurismo del poder, entonces las sanciones económicas y petroleras harán su parte.
Hay acuerdos para discutir la salida de Maduro, al menos se le
dejó claro a Arreaza.
La piedra de tranca
El problema interno en el chavismo/madurismo, es que el sector radical
chavista se niega a participar en negociaciones que signifiquen la pérdida de
poder. Ese sector ha sido acusado de narcotraficante, y es el que tiene más
funcionarios involucrados en corrupción, crímenes de lesa humanidad, violación
de Derechos Humanos.
El año pasado militares del chavismo, sostenía reuniones con
funcionarios del Departamento de Estado, hacían una propuesta de dar un golpe
de estado a Maduro, pero no tuvieron apoyo, porque precisamente son los que
Washington quiere tras las rejas y es en ese punto en que todas las
negociaciones se han trancado.
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