Las cartas están sobre la mesa, el próximo 23 de febrero en Venezuela podría definirse el futuro del próximo ciclo político
Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
A pesar que la calma ha vuelto a las calles, con el cese de las
protestas en los principales barrios de Caracas, sobre la crisis en Venezuela
continúa la tensión, de cara a lo que se espera para el próximo 23 de febrero
en el marco de lo que el dirigente político Juan Guaidó, reconocido como
presidente encargado de Venezuela por más de 40 países, ha pedido a la
población.
Se ha hecho un llamado a cientos de miles de voluntarios para formar parte de
huestes que irían a los puntos por los que entrarían los cargamentos de la
ayuda humanitaria que se está acumulando fuera de Venezuela, en este caso en
Curazao, Brasil y Colombia.
Sobre este evento se tejen muchas especulaciones. Existen las
previsiones de expertos y las manipulaciones en las redes de los laboratorios
del régimen de Nicolás Maduro, con cuentas en Twitter, Facebook e Instagram que
tergiversan la información.
Lo primero que se maneja es que la ayuda humanitaria sería un “Caballo
de Troya” para con esta producir una intervención militar extranjera en
Venezuela, la versión favorita del régimen. Los sectores radicales del
chavismo, coinciden con la visión de radicales opuestos al madurismo, en sus
conclusiones.
La realidad
Sobre esta posibilidad hay datos que permiten determinar que hasta
ahora, a pesar de todo lo que se ha movido, no hay nada claro al respecto.
En Estados Unidos el más convencido que debe haber una intervención
militar, quizá es el presidente Donald Trump, sus más cercanos colaboradores lo
sugieren, sus críticos y opositores se oponen a ello. Expertos en el áreamilitar señalan que no hay planes enfocado en esto, salvo los que ya existen en
los protocolos del Pentágono.
Jhon Bolton, asesor de Seguridad de EEUU, con una libreta en la mano en que estaba
escrito que para Colombia serían enviados 5.000 soldados, produjo una foto que
le dio la vuelta al mundo. Tuvo un efecto mediático que ha servido de
amedrentamiento, pero también ha ayudado a alimentar el discurso de los
radicales del chavismo, que se niegan a negociar su entrega.
A última hora
El experto norteamericano en temas militares, William M. Arkin,
explicó en varios informes que no hay planes desarrollados en el Pentágono para
una intervención militar en Venezuela.
Arkin informó que Trumpo puso a correr a los militares
norteamericanos, debido al impase con Maduro por el tema con la embajada de
Estados Unidos en Venezuela, por lo que debieron trabajar de inmediato con planes
específicos para Caracas, para proteger y evacuar al personal norteamericano.
Arkin dijo que hubo comunicación entre los militares estadounidenses y
los venezolanos, para establecer criterios sobre las verdaderas intenciones en
Venezuela. Los militares venezolanos garantizaron que no habría ningún tipo de
incursión contra las instalaciones y el personal estadounidense.
El nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, Patrick Shanahan, no
se ha pronunciado al respecto, hasta ahora no ha negado esa posibilidad, pero
tampoco la ha confirmado.
Arkin ha dicho que se trata de fanfarronadas de Donald Trump. Sus conversaciones
sobre una intervención militar en Venezuela hasta ahora están en el orden
político. Recientemente demócratas del Congreso dijeron que no apoyarían una
acción de estas, aunque Trump podría tomar algunas medidas dado su cargo.
Movilización militar
Existe la información de que se desplazan dos portaaviones hacia aguascercanas a Colombia, uno de estos con una unidad de marines y blindados. Hasta ahora
uno de los portaaviones está en entrenamientos y su desplazamiento se considera
en ese marco, aunque está presto a un llamado de emergencia.
El otro, con la unidad de marines, si están en rutina. Son parte de los
planes protocolares del Pentágono, de prestar ayuda humanitaria y socorrismo,
como cuando se le ofreció tal ayuda a Hugo Chávez en 1999, tras el deslave en
el estado Vargas.
En la ciudad de Cúcuta, Colombia, se desarrolla el acopio de insumos
para ayuda humanitaria. Las últimas tres cargas la han hecho aviones de la
Fuerza Aérea de Estados Unidos, lo que le imprime a la situación más presión.
Los cubanos reportaron transporte de unidades militares a República
Dominicana y Puerto Rico.
Trump y sus más cercanos colaboradores han exigido a la Fuerza Armada
Nacional (FAN), dejar de apoyar a Nicolás Maduro. Al principio sólo dos
coroneles y un general han aparecido en redes sociales con algunos
pronunciamientos, estos militares no tenían tropas, han sido seguidos por otros
de bajos rangos y retirados.
Más política que militar
La presión de Trump con el ingreso de la ayuda humanitaria, tiene más
matices políticos que militares. Juan Guaidó emprende una nueva gesta el
próximo 23 de febrero, con el propósito de dar una demostración de poder, si
ingresa la ayuda humanitaria sin problemas, entonces se está ante lo que es el
resultado de negociaciones previas.
Si existe negativa de parte del chavismo/madurismo con este evento y
se genera represión, entonces las negociaciones hasta ahora no han sido exitosas.
Queda esperar si habrá reacción militar en defensa de los voluntarios
venezolanos que irán a presionar los militares venezolanos a dejar pasar las
cargas con insumos.
Militares venezolanos
Del lado venezolano, los militares mantienen una postura circunstancial
de lealtad al madurismo. Hasta ahora el general Vladimir Padrino ha logrado
mantener la cohesión, en el marco de un pacto interno de no caer en elenfrentamiento armado por diferencias políticas, las cuales existen y en las
que la mayoría no apoya a Maduro, pero no son los que tienen control de poder
de fuego.
La FAN tampoco está dispuesta a caer en un enfrentamiento armado con
fuerzas extranjeras. Además que su operatividad está afectada, no hay moral en
las tropas para una acción de este tipo, dada la realidad económica que
atraviesa el país, esto no significa que el chavismo/madurismo hace todo por
mantener el adoctrinamiento, pero el hambre es más fuerte.
De haber querido, Padrino López sólo hubiese ordenado la expulsión a
la fuerza de los diplomáticos estadounidenses. No lo hizo.
Negociaciones
Hay un proceso de negociación entre Estados Unidos, China y Rusia. Desde
la Asamblea Nacional (AN), institución controlada por los principales partidos políticos
de Venezuela, hay participación en esos eventos. Factores que responden a
Guaidó y a la unión de los partidos, tienen días buscando acuerdos para una
salida acordada.
Los chinos han respondido que mientras sus intereses se mantengan
pueden seguir con un nuevo gobierno. Los rusos acaban de bloquear las cuentas
de Pdvsa, previo a eso, Trump ha liberado tres empresas rusas importantes, de
las sanciones. En esto hay acuerdos no anunciados.
Qué puede pasar
Hacia el 23 de febrero, si la población responde, como se prevé que lo
hará, colmará los puntos de acceso de ayuda humanitaria.
Los militares venezolanos podrían permitir el paso, para evitar crear
conflictos y caer en la provocación que busca Trump y que los militares del
Pentágono han tratado de evadir. Y en esto apuesta la Casa Blanca, para que los
militares venezolanos terminen de decidirse.
Lo contrario es que podría desatarse una fuerte represión, generar una
confrontación con graves consecuencias, que para algunos derivaría en una
intervención militar extranjera, pero que también podría ser un lamentable
hecho, como lo que pasó en Playa Girón, en Cuba, con aquel evento de “Bahía de
Cochinos”, cuando los militares norteamericanos dejaron abandonados a los que
intentaron entrar a la isla a derrocar a Castro.
Las posibilidades de un cambio de gobierno en Venezuela, se centran en
los acuerdos que se desarrollan entre las tres principales potencias
involucradas en esta crisis, China, Rusia y Estados Unidos. La razón principal del cambio, es que Maduro no podrá revertir la crisis económica.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por dejar sus comentarios