La más alta inflación del mundo, parte del componente de la crisis económica
“socialista”, ha llevado a los venezolanos a tener que endeudarse para poder
comer, comprar ropa o artículos para el hogar. Los sueldos no alcanzan por los
altos precios. Estos últimos pactados en conversaciones políticas que llevan
empresarios y el Ejecutivo.
La cartera de créditos subió en los últimos 12 meses, a 73,9 %. Los
créditos, con tasas reales negativas, están creciendo más que la inflación. El
monto de la deuda consolidada en la cartera de créditos bancarios se ubica en
Bs 961,8 millardos. Esto es el doble que año pasado y el registro más alto en
casi 30 años.
La población ha apelado a la tarjeta de crédito. En la clasificación
que la banca reporta, los créditos al consumo son los que han subido con más
fuerza. El aumento del crédito al consumo ha subido en los últimos doce meses a
118,10 %, esto entre uso de tarjetas de crédito y préstamos a cuotas.
Lo anterior ocurre como fenómeno, que los ciudadanos usan debido a que
las tasas de interés, están muy por debajo de la inflación. Sin embargo ello
tiene como consecuencia una fuerte demanda de bienes y servicios que presionan
la escasez, el venezolano se endeuda comprando, artículos para el consumo,
antes que suban de precio el mes siguiente.
Es una situación que debe mantenerse vigilada, debido a que si los
créditos bancarios suben más que la inflación, y el público no ha podido
cubrirse del alza de precios, pudiera pensarse que en algún momento no pudieran
cubrir sus créditos.
Aunque no hay en estos momentos números en la banca que sean de preocuparse
respecto a morosidad, debido a que los créditos vencidos y en litigio sólo
alcanzan 0,5 % del total de la cartera de créditos, se tiene en cuenta que esta
supera 1,54 veces la inversión que los bancos mantienen en títulos de inversión
y en 1,90 veces a la disponibilidad en sus activos.
El dato importante es el origen del incremento de esta deuda. La banca
pública es la que ha estado expandiendo en mayor proporción, los préstamos.
Mientras los bancos del Estado aumentaron sus créditos 86,3 %, los de la banca
privada crecieron 69,3 %, en el período señalado al principio. Ello hizo subir
la participación de la banca pública a 29,2 %, marca histórica, luego que
estuviese en 20 %. Otro aspecto a tomar en cuenta, es que la tasa de interés
por debajo de la inflación, generan pérdidas reales al sector bancario
nacional.
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